domingo, 4 de octubre de 2020

COVID-19 (Spain tour 2020) III

 

El sapo común (Bufo spinosus), un anfibio enorme capaz de depredar incluso aves pequeñas, muy extendido en zonas sin plaguicidas y demás biocidas que atentan contra la salud de todos los seres vivos ¿Qué tiene que ver este elemento con este contenido del COVID? Leed hasta el final y lo averiguaréis.

 

De las barricadas a las ciénagas

El 14 de julio de 2020 veía la luz la última versión del Procedimiento de Actuación para los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales frente a la exposición al SARS-CoV-2…conocido como COVID-19 por los ciudadanos de a pie. En caso que alguien quiera consultarlo íntegro, os dejo el enlace:

https://www.mscbs.gob.es/en/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov/documentos/Proteccion_Trabajadores_SARS-CoV-2.pdf

Tal documento ha sido coordinado por la Subdirección General de Sanidad Ambiental y Salud Laboral, y la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación, ambas pertenecientes al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar social. Además, ha contado con los siguientes participantes en la fase de redacción:

  • Ministerio de Trabajo y Economía Social.
  • Sociedad Española de Medicina y Seguridad en el Trabajo (SEMST).
  • Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT).
  • Asociación Nacional de Medicina del Trabajo en el Ámbito Sanitario (ANMTAS).
  • Sociedad Española de Salud Laboral en la Administración Pública (SESLAP).
  • Federación Española de Enfermería del Trabajo (FEDEET).
  • Asociación de Especialistas en Enfermería del Trabajo (AET).

En definitiva, a escala política tanto el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar social (ministro: Salvador Illa; PSOE) como el Ministerio de Trabajo y Economía Social (ministra: Yolanda Díaz; Unidas Podemos) han sido redactores de este documento, secundados por una lista de entidades de la sociedad civil relacionadas con el trabajo y la medicina…podemos interpretar que las entidades están plenamente de acuerdo con el documento porqué de lo contrario tenían la opción más que respetable de negarse a aparecer como participantes en la redacción.

Ahora que conocéis los palos, veamos las velas.

El riesgo

El documento contempla que la exposición de riesgo se limita a:

 

Teniendo en cuenta la dilatada experiencia de los últimos meses y los conocimientos acumulados, una mente mínimamente aguda sentenciaría que no hay trabajador exento de riesgo de contagio, a no ser que trabaje en solitario, sin contacto con nadie, desde casa. Pero una cosa es tocar con los pies en suelo firme y otra flotar en el espacio sideral.

El documento considera también esto otro:

Ignoran, pues, que el contacto con otros compañeros de trabajo es otro mecanismo de riesgo, no bajo, precisamente, y a su vez imponderable porqué dependerá de lo responsables que sean esos compañeros fuera del trabajo y a su vez de todo el entorno social de estos (sus vecinos, sus amigos, sus familiares, los dependientes de las gasolineras, de los comercios, de los bares, el resto de clientes, etc.). Tomando en cuenta que hay empresas donde en una misma nave o instalación hay decenas de trabajadores…

¿A qué narices denominan BAJA PROBABILIDAD DE EXPOSICIÓN?

Además, todos hemos visto y observamos como las administraciones autonómicas y locales han pasado y pasan olímpicamente de sancionar a los incívicos más que en casos excepcionales, creando de esta forma un caldo de cultivo apropiado para la gran propagación del COVID-19. El riesgo, entonces, no es nada bajo. Por algo somos el segundo país de Europa en número de muertes de COVID-19 por cada 100.000 habitantes (63,24 muertes/100.000 habitantes) y el tercero a escala mundial. Este dato se publicó en la siguiente noticia:

Radio Televisión Española (RTVE). 05/09/2020. Coronavirus. Perú, Bélgica, España y Reino Unido, los países con más muertos con coronavirus por número de habitantes.

https://www.rtve.es/noticias/20200905/paises-muertos-coronavirus-poblacion/2012350.shtml


Echamos una ojeada a la Tabla 1 del Procedimiento de Actuación para los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales frente a la exposición al SARS-CoV-2 y observaremos lo cristalino que se vuelve todo.

 


Básicamente, los redactores del documento establecen que la exposición de riesgo en el trabajo se limita al personal sanitario, o bien a personas que no pueden evitar un contacto estrecho con un caso sospechoso o confirmado de COVID.

El sinsentido se sigue desprendiendo al consultar en la Tabla 1 la categoría de menos riesgo (BAJA PROBABILIDAD DE RIESGO). Se comprueba que han metido en este saco a todos los trabajadores cuya actividad no está directa o indirectamente relacionada con la sanidad, traten o no con público, o sea cual sea la naturaleza de sus ocupaciones laborales. Tan solo colocan a una sola excepción en esta categoría en cuanto a trabajos relacionados con la sanidad: los técnicos de transporte sanitario sin contacto directo con el paciente.

¿No es brillante?

La coherencia en la categorización del riesgo y el uso del lenguaje en conjunto es incongruente considerando el hecho rotundo de que los asintomáticos son abundantes y contagian al resto, y nos han estado dando la matraca con este tema meses y meses.

Quizá es que quieren reírse abiertamente de nosotros, o haya un problema del riego sanguíneo en el cerebro, o puede que se trate de un experimento para ver hasta dónde podemos aguantar sus derivas. No lo sé, muchos nos perdimos hace mucho entre tanta miseria intelectual.

Leyendo este documento se cae en la cuenta de que lo descrito cómo riesgo se circunscribe por los redactores exclusivamente al riesgo de contagio. El otro riesgo, el de las probabilidades que tiene cada trabajador de morir una vez contagiado o de enfermar gravemente con consecuencias crónicas como secuelas en función de sus patologías previas, en este riesgo no han profundizado ni lo más mínimo. Ni siquiera lo definen cómo riesgo.

A lo largo del resto de esta entrada lo iréis viendo por vosotros mismos. La historia os adelanto que tiene una justificación, no basada en nuestra salud. El colectivo definido con el calificativo de VULNERABLE por el Ministerio de Sanidad en base a sus patologías es enorme, y entonces no interesaba excluir del trabajo presencial a tanta gente con riesgo de acabar muy perjudicado por el COVID.

¿Cómo saltaron este inconveniente?

Obviando el riesgo de acabar mal una vez contagiado, no utilizando esa palabreja en esta tesitura, despreciándolo tanto cómo han podido y con ello a los millones de ciudadanos vulnerables.

 

El teletrabajo

Nos han sermoneado con el teletrabajo durante meses y todos sabemos que funciona. Nos habían vendido que el teletrabajo, aunque acabara la pandemia, había llegado para quedarse, en vista de los buenos resultados, por sus ventajas múltiples (bajada de la contaminación, ahorro del tiempo, ciudades más agradables con el peatón, conciliación vida familiar, etc.).

Después de todo, imaginaba que la normativa trataría el teletrabajo como una pared maestra en la prevención, que articularía una base jurídica de protección entorno al trabajador, especificando obligatoriedad en cualquier trabajo que se puede ejercer perfectamente desde casa en casos de vulnerabilidad del trabajador y de los cónyuges que conviven con él. Al menos, todos los que son de oficina, de despacho, u otras ocupaciones factibles desde un punto de vista del teletrabajo. Sorprendentemente, no es así, y entiendo una vez más que las vidas humanas les importan un bledo, sin tapujos, sin máscaras.

Yendo al apartado 3 MEDIDAS DE PROTECCIÓN aparece el teletrabajo tímidamente, tal que así:

Contemplar posibilidades de redistribución de tareas y/o teletrabajo si fuera necesario.


Lo hubieran bordado incluyendo al cerdito diciendo aquello deThats all Folks! Eso es to…eso es to…eeeso es todo, amigos”.

Pues sí, esa es la uniquísima mención del teletrabajo en este procedimiento de actuación para los servicios de prevención de riesgos laborales. Contemplar posibilidades…por si no lo captamos, es algo dejado al libre albedrío por parte del empresario a la práctica. Lo habitual, vaya. Básicamente, si le da la gana. De nuevo, la España del señorito y el plebeyo, con más sofisticación pero en la misma onda.

Captamos lo que hay. El liberalismo es para el disfrute exclusivo de las empresas. No se les puede molestar demasiado ni decir lo que tienen que hacer con sus trabajadores. Sus vidas y su salud durante o fuera de la jornada laboral les pertenecen a ellas, a las empresas, y solamente ellas decidirán lo que crean conveniente hacer con el currito.

Ahora pensemos en una situación que derivará de la brillantez de las disposiciones creadas por las mentes pensantes incluidas en esa joya de documento. Cómo a muchos no les van a dejar hacer teletrabajo, estarán obligados a trasladarse de nuevo a sus lugares de trabajo ¿En transporte público o privado? Sabemos que una importante proporción de personas preferirán gastar más en combustible y parking, y pasar medio día en caravanas con tal de no arriesgar su vida en el transporte público.

Ósea, vamos a petarlo en contaminación, a perder lo que ganamos este año en el capítulo ambiental. Por otro lado, la contaminación es un aliado del COVID-19, atendiendo a qué debilita nuestro sistema inmune, lo hace más vulnerable a las enfermedades y además incide en nuestros pulmones.

Y esto es solamente una de las muchas situaciones negativas que acontecerán, gracias a este documento.


El trabajador especialmente sensible 

El procedimiento dedica todo un apartado al trabajador especialmente sensible

¡Estamos salvados!

 

Tranquilos, que no corra el júbilo.

Sólo son 16 líneas, una transparente declaración de intenciones. 


En este “microapartado” se nos explica que el Ministerio de Sanidad define cómo vulnerable estas casuísticas:

  • Enfermedad cardiovascular (incluida hipertensión)
  • Enfermedad pulmonar crónica
  • Diabetes
  • Insuficiencia renal crónica
  • Inmunodepresión
  • Cáncer en fase de tratamiento activo
  • Enfermedad hepática crónica severa
  • Obesidad mórbida (IMC>40)
  • Embarazo
  • Mayores de 60 años

No obstante, que seas vulnerable debido a que tus patologías previas implican un alto riesgo de morir o de tener consecuencias graves si enganchas el COVID no significa que el Ministerio de Trabajo y el de Sanidad vayan a garantizarte una protección jurídica en la actividad laboral que desempeñes. Es fácil, el grupo vulnerable no les interesaba a los que manejan a las marionetas, hablábamos de muchos ciudadanos. De forma que las gráciles marionetas con su ágil cintura inventaron la categoría de ESPECIALMENTE SENSIBLE y obviaron absolutamente la vulnerabilidad. Me explico…

Se prevé la incapacidad temporal (IT) cómo explica el apartado 7 en el siguiente supuesto “Las personas trabajadoras con especial sensibilidad en relación a la infección de coronavirus SARS-CoV-2 (es decir, el COVID-19), sin posibilidad de adaptación del puesto de trabajo, protección adecuada que evite el contagio o reubicación en otro puesto exento de riesgo de exposición”

En resumen, siendo tan ambiguo ese supuesto de incapacidad temporal y tan inconcreto, y estando cómo está el mercado laboral y la facilidad del despido…1 mascarilla de baja protección y hidroalcohol quizá puedan ser forzosamente tomados cómo “protección adecuada” por el empresario, o una mampara de metacrilato, o en los mejores casos que ubiquen al trabajador en un despacho solitario (al margen de la salubridad del lugar).

Lástima que el virus no entienda nuestro lenguaje porqué con unos carteles de prohibido pasar o unas pegatinas enganchadas en la ropa de los trabajadores vulnerables o sensibles, lo tendríamos arreglado.

Fuera de bromas

¿Estamos seguros de que el virus se va a quedar quieto dentro de la mampara de metacrilato?

Sabemos que el COVID-19 está presente en las gotas expiradas al estornudar, al toser, al hablar,  y nos podemos contagiar al ingerir estas gotas, gotas que se dispersan. No obstante, estas gotas debido a su peso solamente flotan durante un corto espacio de tiempo en el aire, antes de caer.

Pero, es bien conocido que en el mundo científico ha ido ganando más y más peso la probabilidad del riesgo de contagio por aerosoles, sobretodo en lugares cerrados. Los aerosoles son partículas minúsculas (una décima parte de la anchura de un pelo) que contienen parte de las gotas expiradas, una vez estas se han fragmentado en el aire.

Al ser poco pesados, los aerosoles pueden flotar durante horas y alguna evidencia científica publicada indica que el COVID-19 se mantiene viable e infeccioso en los aerosoles a lo largo de horas (cómo otros virus). Una de estas evidencias es la siguiente:

van Doremalen, N. et al. 2020. Aerosol and Surface Stability of SARS-CoV-2 as Compared with SARS-CoV-1. The New England Journal of Medecine, 382.

https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/nejmc2004973

 

Los diferentes habitáculos de un edificio de trabajo se encuentran interconectados mediante los circuitos de ventilación y calefacción de forma común, y para acceder a los despachos solitarios el trabajador habrá pasado por espacios comunes, y antes habrá tenido que desplazarse al trabajo (en transporte privado o público)…

Hablo de la posibilidad de contagio por el aire, posibilidad señalada por muchos investigadores a escala mundial que va ganando más credibilidad con el paso del tiempo. Hasta tal punto que hubo este verano una carta firmada por más de 200 científicos en la que pedían a la Organización Mundial de la Salud que incorporara la posibilidad de contagio por aerosol en sus recomendaciones, ante la existencia de evidencia suficiente para contemplar este hecho.

Ante la duda razonable y la prudencia

¿Qué hacen nuestros dirigentes?

¿Qué garantías jurídicas tiene el trabajador para proteger su salud aun siendo de especial sensibilidad?

¿Y el resto?

 

¿La nueva (SUB) normalidad es traducible por directos de nuevo al precipicio?

 

Por si fuera poco, en el microapartado del documento de los ministerios se nos dice que el encargado de redactar el informe de acreditación de la Incapacidad Temporal (IT) no es la sanidad pública, sino las mutuas de trabajo. Recordemos que las mutuas de trabajo son contratadas por las empresas, o bien, en el caso de las administraciones públicas por estas mismas.

¿Creéis que las mutuas emitirán muchos informes positivos de acreditación de la IT?

Todo el mundo es consciente de lo que ha pasado y pasará.

Tenemos una situación de pandemia que afecta gravemente el país a lo largo de meses, que ha causado y causará estragos, y ante un problema histórico de salud como éste, se deja este gran detalle, el de la IT, pendiente de un informe que saldrá de manos privadas.

Una idea genial, no un despiste, no, totalmente planificada.

Lo más prudente y seguro es que el informe de acreditación de la IT lo liderará la sanidad pública, dotando a los servicios de atención primaria de personal para vehicularlo convenientemente, sin que existan presiones ni intereses que no tienen que prevalecer por encima de la salud pública. Pero no, se vuelve a optar por medios privados y encima en estas circunstancias. Es de suponer que confían más en los medios privados que en los públicos…al revés que nosotros.

Según convenga, se critica o se aplica la privatización, depende del lugar, de si uno está en la oposición o el gobierno.

 

¿Quién se salva?

El flamante procedimiento que he ido desgranando llega a su apoteosis con la siguiente tabla referente al ámbito laboral no sanitario o sociosanitario.

 

Vemos que de todos los enfermos considerados vulnerables por el Ministerio de Sanidad respecto el COVID-19, el procedimiento únicamente prevé obligatoriamente cambio de puesto de trabajo, o bien la baja, a los que sufren unas determinadas condiciones de gravedad de esas enfermedades y además tienen un riesgo de exposición importante en su trabajo. En la tabla estas personas (“el trabajador especialmente sensible”) son representadas por el color rojo.

En su inmensa magnanimidad, los que ayudaron a que este procedimiento viera la luz tuvieron a bien otorgarles esa gracia divina del cambio de puesto de trabajo, o bien la baja. No obstante, ni aun así, ni en la condición de andar literalmente por la cuerda floja esos trabajadores se han ganado la protección garantista del sistema público sin dudas, sin ambigüedades sujetas a arbitrariedad subjetiva de interpretación. Os desgrano estas excepciones del color rojo (“el trabajador especialmente sensible”) de forma comprensible:

  • Cáncer en fase de tratamiento activo. Los trabajadores en estas circunstancias quedan cubiertos por la obligatoriedad del cambio de puesto de trabajo, o bien por la tramitación de la baja ¡¡Excepto si el trabajo no conlleva el contacto con personas sintomáticas!!

  • Inmunodeficiencia. Solo cuando la comorbilidad de 2 o más aspectos se dan en el enfermo o la patología se considera descompensada. El trabajador, entonces, tendrá derecho al cambio de puesto de trabajo o la prestación de baja en aquellos casos en que su puesto incluye posibilidad de contacto con sintomáticos, o tiene que prestar asistencia o intervención directa sobre sintomáticos, o debe realizar maniobras generadoras de aerosoles (el aire que se suelta al respirar, por ejemplo) a personas con COVID-19!!

  • Mayores de 60 años. Solo cuando la comorbilidad de 2 o más aspectos se dan en el enfermo, y en los casos en que su puesto de trabajo incluye posibilidad de contacto con sintomáticos, o tiene que prestar asistencia o intervención directa sobre sintomáticos, o debe realizar maniobras generadoras de aerosoles (el aire que se suelta al respirar, por ejemplo) a personas con COVID-19!!

  • Obesidad mórbida. Solo cuando la comorbilidad de 2 o más aspectos se dan en el enfermo, y en los casos en que su puesto de trabajo incluye posibilidad de contacto con sintomáticos, o tiene que prestar asistencia o intervención directa sobre sintomáticos, o debe realizar maniobras generadoras de aerosoles (el aire que se suelta al respirar, por ejemplo) a personas con COVID-19!!

  • Embarazo con complicaciones o comorbilidad. Solamente si la embarazada está clasificada como patología descompensada y en su puesto de trabajo incluye posibilidad de contacto con sintomáticos, o tiene que prestar asistencia o intervención directa sobre sintomáticos, o debe realizar maniobras generadoras de aerosoles (el aire que se suelta al respirar, por ejemplo) a personas con COVID-19!!

Recordemos que el Ministerio de Sanidad, gobernado por el ministro del PSOE (Salvador Illa) contemplaba como vulnerables respecto al COVID-19 a aquellas personas con las siguientes patologías:

  • Enfermedad cardiovascular (incluida hipertensión)
  • Enfermedad pulmonar crónica
  • Diabetes
  • Insuficiencia renal crónica
  • Inmunodepresión
  • Cáncer en fase de tratamiento activo
  • Enfermedad hepática crónica severa
  • Obesidad mórbida (IMC>40)
  • Embarazo
  • Mayores de 60 años

Pudieron hacerlo mejor, efectivamente. Era difícil hacerlo así de mal. El teletrabajo era un caballo de batalla que nos hubiera servido en la lucha contra el COVID-19 pero no quisieron darle más cobertura jurídica al derecho a la salud del trabajador. Tampoco quisieron entrar en más casuísticas, no consideraron el hecho de que muchos trabajadores tengan familiares directos en situación dramática de salud, personas con enfermedades crónicas de alto riesgo o incluso dependientes…¿estos políticos no eran los que defendían con tanto ahínco a las personas dependientes?

En resumen, han tirado por la tangente y han dejado a muchísima gente con el culo al aire, una vez más. 

De rebote, con esto perdemos todos porqué contra más opciones le demos al virus en la propagación, más daños va a causar. 

El sistema sanitario colapsará de nuevo y esto pasará factura a muchos enfermos crónicos, enfermos por diagnosticar, por tratar, etc. 

Respecto uno de los principales protagonistas del desaguisado…Salvador Illa es licenciado en filosofía (carrera de letras) con un máster en economía y dirección de empresas, según nos cuenta la web de La Moncloa. Ahí acaba su formación académica y su dedicación profesional está vinculada a la política desde los años 90s. Y él gestiona la sanidad pública (ciencias de la salud, ciencias puras) en una crisis sanitaria sin precedentes en la historia moderna de este país.

¿Qué nos puede sorprender?

Los autónomos

Harina de otro costal son los autónomos. Estos siguen en su normalidad, haciendo equilibrios en la cuerda floja, sin seguridad ni nada que los salve y a parte de los golpes habituales con que les felicitan las administraciones públicas, durante el estado de alarma se les había dedicado nuevas muestras de cariño…pregúntale a tú amigo, a tú vecino, al electricista si los dejaron, o no, colgados con el estado de alarma.

Con sinceridad, si fuéramos autónomos y tuviéramos síntomas

¿Nos plantearíamos quedarnos 14 días cómo mínimo de cuarentena sin trabajar?

 

Y sabiendo que tenemos el COVID-19

¿Nos plantearíamos quedarnos 14 días cómo mínimo de cuarentena sin trabajar? 

Pregúntale a algún amigo autónomo a ver que te dice…

Seguramente muchos, aún en situación dramática a nivel económico, lo haríamos pero apuesto a que otros no lo harán porqué sino se irán a vivir bajo el puente con su familia ¿El banco les perdonará la hipoteca o el crédito?

Curioso es que nadie mencione a los autónomos. Tiempo hace que no se habla de ellos porqué el tema es escabroso, interesa obviarlo. Precisamente, son otro factor de riesgo añadido más que ha creado el sistema público con su descobertura social.

El parking de infantes

Sin duda, otro de los grandes nubarrones es la vuelta a los colegios e institutos. Los inversores y empresarios necesitaban que sus curritos estuvieran a pleno rendimiento, ya tuvieron muchas vacaciones en primavera, nada de conciliación laboral ni chorradas de esas. De forma que ahora los colegios e institutos tienen que estar abiertos y alojar a los retoños, tal cual un parking.

De ahí vino el empecinamiento por abrir los centros educativos de forma asistencial. Quién más y quién menos intuye un desastre. Llegará el frío y el COVID-19 estará de nuevo en plena forma y como añadido vendrán resfriados, gripes, otras neumonías. Siguiendo los protocolos, difícil será ver clases abiertas en estas épocas. Otra historia es que no se sigan por motivos varios (personales de los padres, de los centros, de las administraciones públicas, de las empresas) o directamente se cambien los protocolos en función del viento, las velas y los palos.

Todos conocemos que la mayoría de los niños pequeños son asintomáticos. No existe ninguna forma de detectar el peligro que se va a cernir sobre los profesores, ni la capacidad de transmisión del virus que vamos a alcanzar cuando llegue el frio.

Esto nos afectará a todos.

Me fastidia sospechar que los profesores van a pringar mucho. Los estamentos políticos y sociales siempre les han otorgado escaso valor y respeto, aunque se me antoja indigerible el nivel que como país hemos alcanzado estos meses. Clases de 20-30 alumnos…presenciales todos los días.

Hubo una noticia que vi hace poco en TV3 que ilustra la temeridad, la falta de responsabilidad:

Àgata Fàbregas Gomis/Iacma Monterde Segura. 18/09/20. Confusió entre les docents embarassades: no poden començar el curs i no tenen la baixa. Notícies.

https://www.ccma.cat/324/confusio-entre-les-docents-embarassades-no-poden-comencar-el-curs-i-no-tenen-la-baixa/noticia/3047746/

 

¿Estamos inmersos en una competición por el premio Darwin?


Esta vez toca aplaudir a TV3 por sacar algo políticamente incorrecto. Narra la noticia que en Catalunya tenemos unas 150 profesoras embarazadas; si, mujeres embarazadas. A algunas de ellas, los médicos de salud laboral (mutuas) les aplicaron el procedimiento y les recomendaron la baja laboral (aquello de trabajador especialmente sensible). El Departament de Salut (Consellera Alba Vergés, ERC) de la Generalitat no les da la baja y el Departament d’Educació (Conseller Josep Bargalló, ERC) dice que les adaptará su puesto de trabajo…¿Cómo? Si les obligan al trabajo presencial ¿Las meterán en una urna? ¿En un papa móvil?

En el otro lado del terreno de juego tenemos a más personas humanitarias. Efectivamente, L’Institut Català d’Avaluacions Médiques (perteneciente al Departament de Salut), el que se opone sistemáticamente a la obtención de la incapacidad o invalidez laboral por parte de los enfermos de Síndromes de Sensibilización Central, asegura que los colegios e institutos no se consideran zonas de alto riesgo.

¿La gente está conforme? 

Si nos centramos en los padres, muchos no lo están pero el aparato represor puede aplicar la ley sin fisuras y aplastar a los que no se sometan a la obligación de llevar al retoño al centro educativo, ese riesgo impuesto por las administraciones. Me llegó un caso de un padre con leucemia…no hay excepción ni en estos casos; los nenes al cole y si se quedan huérfanos, mala suerte.

Me pregunto si los hijos de los ricos y de la casa real también andan en esta tesitura, o por el contrario tienen profes particulares a domicilio.

Otro tema preocupante son los abuelos. Muchos cargaran con la mochila del peligro porqué aun siendo un colectivo de alto riesgo, les va a tocar apechugar con los nenes. Les tocara llevarlos a la escuela, recogerlos, darles de comer y volverlos a llevar, etc.

¿No era más inteligente, prudente y sensato organizar y gestionar la planificación escolar en base a la enseñanza telemática durante unos meses más? 

¿No era más adecuado optar por esta vía durante los meses con más riesgo?

 

Las administraciones públicas

El resto de las administraciones públicas, las que no se dedican a la educación pública, igualmente se sitúan en gravedad cero, flotando en diferentes galaxias con mayor o menor fortuna en función de la arbitrariedad de los políticos de turno, según el ancho de frente de cada uno.

Así es. No se basan en ningún protocolo o norma estatal única que agrupe ayuntamientos, o gobierno central, o autonomías, un documento-guía que determine y concrete el tipo de incorporación presencial en los puestos de trabajo o el teletrabajo.

No se basan en una norma sectorial específica sino que los funcionarios tendrán que acatar las decisiones arbitrarias dictadas por los políticos que las gobiernen, sin rechistar. El absolutismo autoritario de políticos liberales poniendo en riesgo la vida de los funcionarios, que por si alguien lo duda, también son personas y tienen familia.

¿Por qué hago estas afirmaciones?

Veamos un ejemplo de toda la disparidad existente sin atender a lógica alguna. La Generalitat aprobó un Decreto de teletrabajo (Decret 77/2020) este verano que cubrirá a sus trabajadores de oficinas, permitiendo que sigan con teletrabajo hasta un máximo de 3 días a la semana. El Decreto no es perfecto, han habido críticas lógicas de los sindicatos en lo relativo a algunos aspectos, pero es mucho más que lo que otras administraciones han hecho. 

Por ejemplo, tenemos que el Ayuntamiento de Sta. Perpétua de Mogoda dictó que todos los trabajadores se incorporaran al 100% de lunes a viernes presencialmente a partir de octubre. El desacuerdo de todos los sindicatos en este caso lo único que consiguió es que la Alcadesa Isabel Garcia Ripoll (Sta. Perpétua en Comú) cediera permitiendo un único día de teletrabajo a la semana.

Nuevamente, esos contrastes que dejan claras las incoherencias políticas y la chapuza política ibérica, al margen de si comen o no bellotas en la dehesa. La Generalitat gobernada por PDeCAT y ERC, y el Ayuntamiento de Sta. Perpétua de Mogoda por Sta. Perpétua en Comú (Podemos) y PSC.

Por si fuera poco, el citado Ayuntamiento no proporciona mascarillas FPP2 a personas vulnerables según los criterios del Ministerio de Sanidad sino que es el trabajador el que las tiene que comprar.

Dichas formas de actuar son un riesgo para el trabajador y al mismo tiempo ocasionan un riesgo a los ciudadanos porqué son potencialmente peligrosas desde un punto de vista de la propagación de la pandemia. Cómo añadido, el trabajo presencial de toda la plantilla al mismo tiempo, sin establecer grupos fijos y turnos presenciales, es una idea catastrófica puesto que los contagios pueden ocasionar un gran cierre de servicios del Ayuntamiento y un varapalo absoluto en cuanto a la atención a los ciudadanos.


En resumen

Harían bien en dejar de mirar como cantan todavía las cigarras y empezar a visualizar el tamaño de la tragedia que nos puede venir encima. El recolapso del sistema sanitario ya colapsado en tiempos normales, las vidas que se pueden perder y el potencial desastre económico debido a la estupidez supina en la planificación de todo un país.

¿Y qué más da?

No les pasó nada con los miles de muertos de la primavera, nadie fue responsable, y si vuelve a ocurrir en otoño-invierno seguirá todo igual.

 

No escucho ni veo irritados a los sindicatos, asociaciones, u oposición.

Los sapos son de mala digestión porqué al tener unas glándulas que segregan toxinas, eso se ve que da ardores.

 

Estoy acabando y no quería olvidarme de tocar el perfil académico de la Ministra de Trabajo, Yolanda Díez, esa mujer que en los momentos de máxima tragedia del COVID aparecía en las ruedas de prensa vestida de color rojo despampanante y con los labios a tono...el tema iba de duelo más que de verbena entonces. Según La Moncloa es licenciada en Derecho, con un máster en Urbanismo, uno en Relaciones Laborales y otro en Recursos Humanos.

La trayectoria profesional descrita por La Moncloa no da ningún detalle sobre trabajos privados, tan solo nos concreta que como política profesional lleva desde el 2003 hasta ahora de forma ininterrumpida. Por mí cuenta he buscado más información y veo que ejerció como abogada laboralista 14 años (https://www.modelocurriculum.net/biografias/politicos/yolanda-diaz) que son menos años que los que lleva destinando a la política profesional. No obstante, al menos, en este caso el que lidera el ministerio tiene formación, experiencia y relación profesional previa con la temática que dirige, hecho que no disculpa una mala gestión sino al revés, aún la deslegitima más.

Como último añadido, merece mención el Ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, José Luis Escrivà. Licenciado en Ciencias Económicas, con postgrados en Análisis económicos y Econometria. En el perfil profesional visible en la web de La Moncloa destaca su ocupación, sorpresa, sorpresa…¡En Bancos! En los de sentarse no, en los que guardan nuestro dinero y miran por nuestro bien (Banco de España, Banco Central Europeo, BBVA).

¿Por qué lo saco a relucir a él?

Es este ministerio el que gestiona el pago de prestaciones por baja laboral y etc. También es el que gestiona el librillo de cuando o no se deben dar esas prestaciones, el manual. Y que poco ha salido por la tele a darnos explicaciones ¿eh?

A lo largo del siglo XXI se ha extendido grandemente una excéntrica manía, la de meter a personas con formación en economía y dirección de empresas a dirigir la gestión pública. Esto ocurre en administraciones locales (p. ej. Ayuntamientos), autonómicas y estatales. Algunos personajes de jovencitos mostraron su interés “académicamente” en la pela, quizá por amor al prójimo, incomprendidos altruistas empedernidos. Más tarde aterrizaron, casualmente, en las administraciones ocupándose de dirigir temáticas en las cuales no estaban formados ni tenían la más remota idea pero en las que se movía mucha guita.

Una pregunta con respuesta obvia que da risa

¿Con que finalidad?

 

Sea como fuere, nos dicen y redicen que tenemos que “convivir” con el COVID, les tira el humor negro de Sam Raimi.

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