Gósol, un pequeño pueblo de la comarca del Berguedà de aproximadamente 200 habitantes lo petó a nivel nacional e internacional a raíz de que apareciera en portada en el New York Times y, por extensión, en multitud de medios periodísticos (televisión, periódicos, etc.). La noticia del New York Times:
Casey, N. 8 de marzo de 2021. Gósol, el pueblo
español que se salvó por la pandemia. New York Times.
https://www.nytimes.com/es/2021/03/08/espanol/espana-pandemia-gosol.html
La razón que se utilizó entonces fue que al pueblo habían
llegado unos pocos nuevos habitantes coincidiendo con la pesadilla del COVID,
incluyendo cosas en la noticia que no eran ciertas, por aquello de “No dejes
que la verdad estropee una buena historia”.
Paradójicamente, el COVID no ha sido tan bueno como lo
pintan en lo relativo a los pueblos y lugares recónditos. De hecho, ha
provocado que los precios de alquileres y ventas de viviendas suban a precios
estratosféricos. La paradoja es que las viviendas han sido ocupadas, principalmente, en calidad de segunda residencia por gente de ciudad (pixapins
“meapinos” les llaman en la Catalunya vaciada), y son utilizadas
aproximadamente unos 30 días al año (semana santa, navidades, puentes y alguna
semana de verano)…las arañas están contentas. En definitiva, ahora quedan pocas
viviendas disponibles y los jóvenes del lugar lo tienen jodido para poder
independizarse con esos precios. De fuera vendrá quién de casa nos echará...
La vivienda es un bien de mercado decían desde el PSOE y, vista la realidad, todos los grupos políticos demuestran con sus prácticas que
siguen estando de acuerdo en no intervenir, en no regular con el fin de
garantizar el derecho al acceso a la vivienda a los pobres…en beneficio de los
ricos y los de clase media. Eso es ser demócrata y constitucionalista.
En octubre se celebró la Salomon Ultra Pirineu, una carrera
de un millar de corredores que pasaba por Gósol. Entonces, Gósol fue noticia,
los periodistas se interesaron y vinieron gustosos a retratar el evento en el
que corrían Kílian Jornet y sus colegas.
Llegó noviembre y con él una nevada normalita. Gósol se
quedó sin electricidad 12 horas y días sin teléfono fijo, sin móvil y sin internet…eso fue el
24 de noviembre. Estamos a 4 de diciembre y parte de los habitantes siguen sin teléfono
fijo ni internet. Es decir, la historia se produjo justo antes del puente de la
purísima y bien entrados en este puente, Gósol continua más o menos igual.
Buena parte del municipio vive del turismo; ha sido y es un auténtico descalabro (reservas de hostal, de casa rural, de aprovisionamiento, etc.).
Pensemos ahora en aquellos profesionales que trabajan telemáticamente desde
casa. La tecnología, teóricamente, hacía posible esta maravilla de vivir en un
pueblo y trabajar a distancia, sin moverse de casa. FALSO.
Hablo de una nevadita. Otro día cae una tormenta de
poco alcance y se va la electricidad. El hecho irrefutable es que, a la mínima
de cambio, Gósol se queda sin suministro eléctrico, o de móvil, o de internet y
teléfono fijo, o de todo a la vez. Verdaderamente, los fineses, suecos,
noruegos, alemanes, suizos, daneses o holandeses quizá sean extraterrestres
porqué en sus países tienen rigores climáticos mucho peores y durante más meses
al año, y no sufren estos problemas técnicos constantemente. Aquí que somos
infraterrestres, nos tocan instalaciones paupérrimas y un servicio de atención
al cliente que es un chiste de mal gusto.
Así pues, los vecinos de Gósol se tiran días y semanas de
llamadas y llamadas a Movistar, luchando por el camino contra las malvadas
grabaciones automatizadas y sus opciones no resolutivas. Las respuestas que da
Movistar es “no hay incidencia” o “el problema está solucionado”…tal cual, el
cliente comprueba en directo que le toman la cabellera, no un sioux de los de
verdad, sino una gran compañía, los rostros pálidos. Luego dicen que hay drogadictos.
¿Cuántas veces nos ha promocionado la televisión, los periódicos y las emisoras de radios en los
últimos dos años la gran oportunidad de vivir en la España vaciada gracias a la
modernidad de la tecnología digital?
La mentira absoluta triunfa de nuevo. En estos lugares no
hay servicios; los cuatro habitantes no importan a nadie más que para ser monos
de feria dos veces al año. Lógicamente, el beneficiado es el mercado
inmobiliario que lo está petando de verdad…a ellos el creciente interés de los
de la ciudad por el monte les ha ido de narices.
Habiendo tantísima gente importante que pasa por Gósol, un
emblema nacional de Catalunya, y ante esta gran oportunidad de retratar la
actualidad exótica de la Catalunya retro, los periodistas de TV3 y otros medios
importantes no debieran dormirse en los laureles. Presupongo que el periodista medio considera que la Ultra Pirineu se da una vez al año y para ver cómo
vivían los Picapiedra pasan sesiones todas las semanas. Aún así, espero que el rubor no pase rápido estos días con el frío.
Hablando de frío y en este escenario de la comarca de la
biomasa y el pellet, los que elijáis estufa de pellet, sabed que cuando se va
la electricidad tampoco funcionan. Siempre hay opciones: la chimenea, las
velas, el hornillo de gas para cocinar, el sexo, etc. Por lo demás, quién quiera
venir a vivir a estos lugares, interiorizad que las empresas de servicios
(eléctricas, de internet, telefonía, gas, etc.) no van a invertir en unas
instalaciones decentes y os dejarán con el culo al aire a la mínima de cambio.
Tanto les da si las temperaturas están bajo cero o no y la gente se congela.
Las administraciones públicas, por supuesto, capitaneadas
por políticos incapaces, no tienen soberanía ni para conseguir que las empresas
de servicios se comporten con un mínimo de decencia y profesionalidad.
MOVISTAR ¡¡OS HABÉIS LUCIDO!!
¿LO PILLÁIS?
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