sábado, 5 de noviembre de 2022

LA AVISPA ASIÁTICA EN GÓSOL (II)

 

El nido de la avispa asiática, casi 30 días después de descubrirse y dar parte a las administraciones públicas, parcialmente roto.

 

Casi un mes después de comunicar a la administración pública la situación del nido secundario de avispa asiática, ningún estamento público se ha preocupado de eliminarlo.

 

Por en medio ha transcurrido el puente de finales de octubre (del 29 de octubre al 1 de noviembre) con una afluencia de turistas impresionante en Gósol, en parte porqué se celebraba la Fira de Tots els Sants en la plaza (Plaça Major). La carretera que se observa en la fotografía superior estuvo atestada de coches aparcados (incluso bajo el árbol del avispero) y gente deambulando a corta distancia del nido de avispas a lo largo de los cuatro días.

 

Además, el avispero se convirtió en un atractivo y más de un turista conocedor de su situación se acercaba de forma imprudente a tirarle fotos. No obstante, la inmensa mayoría de los visitantes (grandes y pequeños) eran ajenos completamente al peligro que se cernía sobre sus cabezas al pasar bajo la colonia de avispa asiática y que, por supuesto, seguía sin señalizar.

 

Las avispas, acostumbradas a la tranquilidad habitual del lugar, se vieron expuestas al trasiego y vibraciones continuas que supuso el paso constante de vehículos y personas durante esos días de vacaciones, de forma que se las veía extremadamente alteradas y nerviosas. No paraban de moverse de forma caótica y rápida entorno al avispero. Es decir, se dio la situación perfecta para que se produjera un ataque a los turistas.

 

En la noche del 30 al 31 de octubre se produjo un hecho que empeoró la situación: alguien imprudente, temerario y con pocas luces se cargó parte del avispero, lo cual todavía convertía en más peligrosas a las avispas.

 

Detalle del avispero roto.

 

Realmente, cuesta creer que no se hayan producido picadas, aunque es posible que si han existido no se hagan públicas. Es más, una actuación descontrolada de este tipo sobre un nido de avispa asiática es absolutamente contraproducente ¿Por qué? A partir de septiembre nacen los machos y las nuevas reinas que una vez fecundadas en otoño estarán listas para independizarse del avispero. Buscaran, entonces, algún lugar resguardado de las inclemencias climáticas donde sobrevivir al invierno. Al año siguiente, una vez las temperaturas sean idóneas, dichas reinas comenzaran a formar nuevas colonias.

 

Es decir, era conveniente y prioritario actuar sobre al avispero nada más descubrirse, de forma que no escapara ninguna de estas nuevas reinas, siguiendo una adecuada planificación técnica a tal efecto y aplicando un biocida. Esto hubiese permitido frenar el ritmo de colonización de Gósol por parte de la especie. La actuación estúpida de cargarse medio avispero ha propiciado que las nuevas avispas reinas fecundadas por los machos se dispersen, potenciando la colonización. Al año siguiente es altamente probable que la avispa asiática se consolide con fuerza en Gósol, gracias a las administraciones públicas.

 

El avispero y la inacción del Ayuntamiento de Gósol se han convertido en un tema de conversación y de preocupación entre, como mínimo, parte del vecindario. No se da crédito ni explicación al por qué de la actitud del Consistorio ¿Vale menos una vida humana para los políticos de Gósol que contratar para un día el servicio de una empresa autorizada en el control de la avispa? ¿La pela es la pela a cualquier precio? Quizás deberían de pensar, atendiendo a que una parte de ellos se dedican a la hostelería y viven, principalmente, del turismo, que estas actitudes no les benefician.

 

Hay quién hace de la obstinación bandera hasta las últimas consecuencias, aunque actuar al margen de las normas y protocolos desde la administración pública tendría que ser un límite perseguido por costumbre y no una moda tolerada, máxime en situaciones en las que se crea un peligro grave para la seguridad de las personas. Si pensarán detenidamente un instante, en caso de accidente con una repercusión seria en la vida de un ciudadano, las consecuencias jurídicas no serían agradables. Aunque, también es verdad, que las consecuencias económicas las pagaría el erario público y no el bolsillo de los responsables...uno de los males de este país.

 

Por otro lado, intentando ver las cosas con una mentalidad salida del terruño, dado que en Gósol existen tantos huertos de verdura y hortalizas y hasta frutales, sus actitudes me fascinan ¿Acaso piensan que la polinización de los tomates, las manzanas, las judías y tantísimos otros cultivos la lleva a cabo el espíritu santo? Son las víctimas de la avispa asiática (polinizadores como las abejas) quiénes la llevan a cabo. De hecho, hasta el mismo paisaje florido del que se alimentan las vacas y contemplan los turistas debe su existencia a los polinizadores. La vida de la especie humana depende de estos pequeños y laboriosos invertebrados ¿Tampoco quieren aprenderlo?

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