martes, 30 de julio de 2024

INCENDIOS QUÍMICOS

 

Las poblaciones del delfín listado y otras especies de cetáceos dependen del estado ambiental del mar y, por lo tanto, se ven afectadas por los contaminantes que vertemos en el mar.

Escasos días atrás se produjo un incendio químico más en el Vallés. Las consecuencias fueron las mismas de siempre:

  • Acabar con la fauna del rio Besós (y en este caso, también con la de la riera Seca).
  • Poner en peligro a las personas y dañar su salud.

Entre principios de la década pasada y la actualidad estos episodios han sido recurrentes hasta un grado en que es imposible pensar en el azar cómo causante principal. Por cierto, uno de los episodios potentes se divulgó en este blog:

 

Desastre ecológico en el rio Besós (15 de diciembre de 2019)

https://perroverdeweb.blogspot.com/2019/12/desastre-ecologico-en-el-rio-besos.html

 

Y aquí tenéis una retrospectiva (del año 2022 hacía atrás):

 

Ariadna Comas. 19 de marzo del 2022. Peixos morts, escuma i una forta olor al riu Besòs després de l’incendi en una nau de Montornés. Betevé.

https://beteve.cat/medi-ambient/peixos-morts-escuma-riu-besos-incendi-montornes/

 

Pero ¿Cuál es la causa que se esconde tras todos estos siniestros?

 

La causa

Para conocerla nos tenemos que remontar al principio del gobierno de Artur Mas (CIU) en la Generalitat de Catalunya, etapa en que se modificaron “A SACO” las regulaciones ambientales catalanas (¿Les suena aquello de la Ley Ómnibus?) con el fin (a la práctica) de facilitar la actividad empresarial y de acabar con los sueños de que Cataluña pudiera ser un país normal.


Obviamente, después han existido cambios políticos en el gobierno de la Generalitat sin que nadie haya querido ni tan solo mostrar una voluntad de corrección de estas regulaciones. De hecho ¿Alguien escuchó algo más sobre el tema?

 

Una vez establecida la barra libre y la manga ancha para las empresas, ha habido una carrera por ver qué administración pública (local versus autonómica) lo hacía mejor (atraer inversiones que le llaman).

 

A parte de las tan amablemente facilidades jurídicas y administrativas proporcionadas a las empresas a través de los cambios normativos ambientales, hubo otras “mejoras”. Por ejemplo, prácticas que antes se permitían excepcionalmente (p. ej. Almacenar residuos peligrosos en el exterior, en los patios) durante un corto período de tiempo en base a unas razones de peso, han pasado los últimos años  a tener una voluble cotidianidad. A todo ello cabría añadir el más que posible incumplimiento (¿os acordáis de los antecedentes de incumplimientos previos al desastre de DITECSA?) de las pobres normas ambientales que quedaron después del temporal de la Ley Ómnibus. Tengo que aclarar, que ya de por sí, antes de esta regulación, las normativas y la labor de velar porqué se cumplieran tampoco eran un ejemplo a escala europea. De hecho ¿Cuándo hemos sido un ejemplo en alguna cosa fuera de dar puntapiés y cabezazos a un balón?

 

Adicionalmente, me gustaría lanzar unas preguntas al aire:

  • ¿Se cumplen las inspecciones ambientales?
  • ¿Operan las empresas con todos los permisos y licencias? O ¿Se tiran funcionando meses (o años) sin cumplir con la legalidad?

La fórmula que nos queda tras describir el escenario es muy sencilla:

  • La suma de factores nos da que es difícil que no se lie parda.

En definitiva, la causa principal de esta serie anormal de catástrofes es que la clase política trabaja para el bienestar del empresario, cueste lo que cueste. Lógicamente, la psicopatía es compartida por todo aquel que antepone los beneficios económicos inmorales ante cualquier otra consideración (sea el riesgo para la vida humana y/o el atentado ecológico).

 

Después solo cabe aderezar la historia con las excusas de siempre que dan miedo: pérdida de puestos de trabajo, etc.

 

La vida en peligro

En nuestro país, al ciudadano le puede importar más o menos esto de que haya mortalidad de peces, tortugas, anfibios y aves en un rio, pero una cosa está clara, en dos o tres semanas se habrá olvidado del tema. Existen cosas más importantes: las olimpiadas, la próxima liga, etc.

 

Tal vez el no explicar la verdad contribuya a la pérdida de memoria. La verdad es que los incendios de sustancias tóxicas, dependiendo de a cuanta distancia te pillen, cuanto humo tragues (denso o disperso) y a tus complicaciones de salud, te podrán provocar problemas de salud a corto, medio y largo alcance más o menos graves (difícilmente relacionables con la causa). Después hay que tener en cuenta que hoy en día, en virtud de la desgraciada gestión pública del agua, se consume “agua regenerada” que si o si, va a contener muchos contaminantes…y contra más contaminantes haya en los ríos, más vamos a consumir, sean cuales sean las pretendidamente excelentes formas de depurar las aguas, que nunca van a ser totales y seguras al 100%, por mucho que diferentes personajes nos lo defiendan públicamente.

 

Luego, pensemos en que cualquier cosa que acabe en el rio, nos la vamos a encontrar en la playa y el mar. El Mediterráneo es un mar muy pequeño y densamente poblado, y los contaminantes no desaparecen por arte de magia. Los vamos a tener con nosotros durante el baño de verano y también en el plato a lo largo de todo el año.

 

Respecto a los impactos sobre la salud de esta serie de desastres ambientales, tengo algunas preguntas que me rondan la cabeza desde hace días:

  • ¿Cuántos urgencias se tuvieron que atender por causa respiratoria desde el día en que se produjeron los incendios de los últimos años hasta unos días después en los municipios de alrededor? ¿El número de estas urgencias superaron la media de los últimos años en las mismas fechas?

Sin duda, daría para un trabajo científico de resultados sorprendentes.

 

Un grito en el desierto

Este último apartado responde a la crítica final del anterior post. Después del último incendio químico de Polinyà, Ecologistas en Acción ha presentado una denuncia en la Fiscalía, hecho que este post aplaude.

 

Os dejo con enlaces a las noticias que os recomiendo especialmente, ya que en alguna de ellas se sintetiza cronológicamente los sucesos. Fijaos que nos cuentan que aquel tristemente incendio de DITECSA se encuentra todavía en fase de instrucción penal…cómo se entrevé, las administraciones públicas de nuestro país modélico engranan los diferentes eslabones casi a la perfección con tal de que la salud, el medio ambiente u otras consideraciones frívolas y caprichosas (p. ej. Las 4 alcachofas del Delta del Llobregat) no obstaculicen el progreso y el buen avance de la industria (osease, de los ricos).

 

Jessica Moreno Cusac. 26 de juliol de 2024. Ecologistes en Acció porta a la fiscalia “el desastre ecològic” al Besòs per l’incendi de Polinyà. Betevé.

https://beteve.cat/medi-ambient/ecologistes-accio-porta-fiscalia-desastre-ecologic-besos-incendi-nau/

 

30 de juliol de 2024. Una vintena d’incidents provoquen abocaments al Besòs en els últims 5 anys. SomMontornès (Diari de Montornès i Baix Vallès).

https://www.sommontornes.cat/noticia/98014/una-vintena-dincidents-provoquen-abocaments-al-besos-en-els-ultims-cinc-anys

 

Finalizo el post promoviendo una reflexión. El éxito y el incremento de las industrias químicas se deben, al menos en gran parte, a que el consumo de sus productos ha ido a más. Por ejemplo, cada vez utilizamos más y más productos (perfumes, colonias, ambientadores, productos de limpieza del hogar y de higiene personal, etc.) con fragancias creadas a través de la química de síntesis del petróleo. Os nombro uno de los ingredientes: el etileno.

 

No solo esto, igualmente, recurrimos alegremente a infinidad de productos repelentes de insectos u otros destinados para el control de plagas derivados de la química de síntesis, que pueden ocasionar problemas mayores que el que pretendidamente quieren tratar. Cómo consumidores deberíamos plantearnos:

  • ¿Realmente, necesito este u otro producto? ¿No hay otras opciones (incluidos los productos orgánicos)?

Los consumidores jugamos un papel importante al alimentar desmesuradamente a industrias que contaminan a un nivel insostenible, que pueden ocasionar un riesgo o unos problemas de salud a las personas (trabajadoras, vecinas o consumidoras) o al medio ambiente. Mí intención no es recriminar, sino hacer reflexionar sobre nuestra parte de responsabilidad en toda la historia.


La supervivencia del págalo pomarino, una especie que inverna en nuestras costas a pesar de nidificar a miles de kilómetros de ellas, también depende de lo que hagamos cómo consumidores.

Tengo amigos y compañeros naturalistas con una profunda sensibilidad ambiental que se indignan ante sucesos cómo el de Polinyà, pero les cuesta interiorizar que el hecho de consumir según qué productos no necesarios y con un más que posible potencial de peligrosidad, contribuye al desastre ambiental. De hecho, su fabricación o, simplemente, su uso de por si significa una contaminación preocupante de los ecosistemas acuáticos, sí o sí.

 

Es complicado ser coherente en una sociedad basada en el consumo y todos tenemos nuestras contradicciones, pero con según que cosas, hay que sumar la fuerza de voluntad necesaria para dar el paso definitivo y cambiar. Sino lo ves claro, haz el siguiente ejercicio: cuando veas cualquier ave acuática, pez, anfibio, tortuga, plantéate con que inmundicias le estás contaminando su hábitat.

lunes, 15 de julio de 2024

EL UROGALLO, VERTIDOS Y VEINTEGENARIOS

 

A veces todo está claro.

Preguntarse el por qué de ciertos derroteros en la gestión pública conduce, principalmente, a dos respuestas: el dinero y las carencias de sustancia gris.

El próximo domingo 21 de julio se celebrará la famosa Caminada de Gósol, actividad que nació a finales de los años 80 del pasado siglo:

 

https://caminadadegosol.cat/la-caminada/

 

Siguiendo el enlace de arriba podréis leer el siguiente texto:

 

“…el propósito es que no sea una actividad competitiva, sino poder caminar por el gusto de hacerlo, con la compañía de los otros caminantes.”

 

No obstante, la realidad es que este año han creado la modalidad llamada un tanto eufemísticamente “TRAIL” en la que hay dorsales, cronometraje, récord de la caminada…en definitiva, lo que viene a ser una carrera, vaya.

 

https://caminadadegosol.cat/36a-caminada-de-gosol-2024-v-trail/

 

El número de participantes se ha limitado a 1000 participantes y se pueden llevar perros. Respecto a los colaboradores de la actividad, cabe citar al Ayuntamiento de Gósol y el Parque Natural del Cadí-Moixeró desde el sector público, y remarcar Bonpreu y Coca-Cola entre los del sector privado. Aquí tenéis la lista entera:

 

https://caminadadegosol.cat/collaboradors/

 

Este año, los organizadores del evento decidieron que tenía que adentrarse por una de las zonas de cría del urogallo común (Tetrao urogallus) a través de un sendero que hasta ahora era escasamente frecuentado. Una vez se organiza multitudinariamente algo así por un lugar, se produce un cambio radical, atendiendo a que se va a dar a conocer a través de centenares de posts y demás. La gente a título privado y las administraciones públicas colaboradoras lo van a difundir masivamente, cosa que provocará que la frecuentación humana de corredores y caminadores (con perros sueltos o no) crezca exponencialmente hasta niveles insostenibles. Así que yo también voy a colocaros el mapa de la carrera aquí y a subrayaros que el sector llamado ELS CLOTERONS es altamente sensible para la conservación del urogallo y, de esta manera, espero que todo el mundo sea capaz de ver el tipo de gestión pública que se aplica en zonas tan vitales para la conservación de nuestro patrimonio natural, que ¡ES DE TODOS! De todas formas, no se trata de ningún secreto puesto que en Gósol es archiconocido que en ese lugar hay urogallos y se reproducen AHÍ.

 


La imagen superior es la ruta de la Caminada de Gósol del 2024, con ELS CLOTERONS marcado (extraído de la web de la Caminada de Gósol). https://caminadadegosol.cat/36a-caminada-de-gosol-2024-v-caminada/

 

A continuación, algunas fotografías (a fecha 15-07-24) de la ruta a su paso por la zona de cría del urogallo, con el marcaje mediante tiras de plástico.






En la última imagen un rollo de plástico tirado en el suelo. Es común que las actividades lúdicas desarrolladas en los parajes naturales den lugar a la diseminación de restos plásticos.

Las administraciones públicas conocen perfectamente (desde hace décadas) que el urogallo nidifica en esta zona. Por supuesto, también el órgano gestor del Parque Natural del Cadí-Moixeró y la Generalitat de Catalunya, administraciones públicas que tienen plenas competencias en materia de conservación y gestión de la biodiversidad. La carrera y caminada discurrirán en unos días por el PN del Cadí-Moixeró, dentro de Red Natura (protección a escala europea) y por en medio de la zona de cría del urogallo (en peligro de extinción) durante el momento más sensible del ciclo anual: la reproducción.

 

En efecto, en estos momentos del año las hembras de urogallo incuban los huevos, o están cuidando a sus pollos recién nacidos, incapaces de huir mediante el vuelo por falta de plumas, dependientes en todo momento de la hembra por diferentes motivos (termorregulación, protección, guía y orientación, alimentación, etc.). Ni que decir tiene que centenares de personas penetrando en una zona de cría de urogallo es casi asegurado que pondrán en situación muy vulnerable a una hembra con pollos. Primeramente, pueden provocar que la hembra levante el vuelo y los pollos salgan en desbandada, lo cual creará el riesgo de que algún pollo se pierda o que sean depredados por cuervos, zorros u otras especies. En función del tiempo que pasen sin la protección de la madre, podrán morir de frío o calor (alturas de 2000 metros: rigores climáticos), o inanición.

 

Por otro lado, una hembra de urogallo durante la incubación, debido al extraordinario mimetismo de su plumaje y a su inmovilidad, logra pasar desapercibida, pero en el momento en que tenga que huir repentinamente sobresaltada por el gentío humano y perruno, puede señalar la posición de los huevos a los depredadores. Adicionalmente, en caso de que tarde en volver al nido por el paso duradero de los participantes, se arriesga a perder toda la puesta por el enfriamiento de los embriones. Una hembra de urogallo solamente dispone de un intento al año para reproducirse.

 

El urogallo fue considerado en peligro de extinción por el segundo y tercer Atles dels ocells nidificants de Catalunya (2004 y 2021), aunque debiera ser considerada más bien en peligro crítico (aún peor) al no existir la posibilidad real de inmigración de individuos de poblaciones cercanas que puedan repoblar la catalana y revertir su tendencia de declive acentuado y catastrófico. La población catalana es la más importante a escala española y se estimó en unos 600 machos en el segundo Atles. Pocos años después, el tercer Atles describió un cambio de 538 a 363 machos entre el 2005 y el 2015, desapareciendo de diferentes áreas clásicas de distribución. Respecto a España, se han estimado declives de más del 50% de la población en 20 años (Libro Rojo de las Aves de España 2021). Es decir, tal vez en un par de décadas la especie esté prácticamente extinguida y su imagen sea un recuerdo nostálgico en nuestras mentes, algo que se explicará a hijos y nietos, pero que ellos no podrán disfrutar nunca.

 

Entre las principales medidas que se proponen para mitigar las dificultades ocasionadas al urogallo se menciona la regulación del senderismo o las carreras de montaña en zonas habitadas por el urogallo. Para más información, consultad:

 

https://seo.org/ave/urogallo-comun/

 

Además, en el tercer Atles dels Ocells Nidificants de Catalunya se consideró la generalización de las actividades lúdicas como uno de los factores más graves de amenaza.

 

Lógicamente, la culpa no es de los participantes sino de quién organiza y permite estos desaguisados ¿No había otras posibles rutas? Pues las hay y diversas, puesto que el término municipal de Gósol y el de Josa y Tuixen (la Caminada también invadirá el municipio contiguo) disponen de una amplia red de pistas forestales y caminos que no son senderos, sino caminos anchos, que discurren por áreas en las que no hay urogallos y que permiten trazar recorridos circulares. Es más, gran parte del recorrido que se ha trazado discurre por sendero estrecho, abrupto y difícil de transitar cuando hay pistas anchas que hacen el mismo recorrido. En definitiva, la ruta del 2024 es evitable, se conoce que es ambientalmente perversa y no se ha querido tomar ninguna medida que demuestre un mínimo de sensibilidad ambiental.

 

Se mire cómo se mire, no existe ninguna necesidad de trazar el recorrido por zonas sensibles del urogallo y menos durante época sensible. Siendo el urogallo un símbolo que tanto se utiliza cómo emblema del parque natural y que tanto protagonismo ha tenido en campañas de sensibilización llevadas a cabo desde el órgano gestor y desde la Generalitat, no se entiende ni un carajo de lo que están haciendo.

 

Otro aspecto que no es entendible es el por qué estos eventos no se trasladan a momentos del año en que la fauna protegida no está reproduciéndose. Además, sería más agradable y seguro para la gente hacer la Caminada fuera del período estival. Tal vez en el momento en que se creó la Caminada el clima a finales de julio era más frescal. Sin embargo, montar en julio a lo largo de la última década una actividad con la que se pretende la participación de gente de todas las edades, es exponerse a un riesgo innecesario. Sufrir un golpe de calor no es una posibilidad remota y, precisamente, es algo que las propias administraciones públicas avisan.

 

Luego está la manía de empresas, políticos y entidades (colaboración público-privada) de promocionar y facilitar carreras que atraviesan espacios naturales protegidos. Evidentemente, existen determinadas personas y empresas que sacan tajada (sea a corto, medio o largo alcance) con dichas historias.

 

La celebración de actividades cómo la Caminada de Gósol proporciona dinero, no a todo el pueblo, sino a una serie de personas concretas. Pero la parte escabrosa no es esta (la gente tiene que ganarse la vida) sino que para ello se cuenta con un patrimonio natural que es de todos y, por lo tanto, se tendría que respetar, al igual que las leyes ambientales se deben cumplir atendiendo a que no son de menor rango que las demás.

 

La ley estipula una sanción para las molestias a especies protegidas en período reproductor y dentro de una zona protegida, sanción que aumenta en función del estatus jurídico de la especie. En este sentido, cabe remarcar que el urogallo se considera en peligro de extinción también por el DECRETO 172/2022 de la Generalitat de Catalunya, de 20 de septiembre, del Catálogo de fauna salvaje autóctona amenazada y de medidas de protección y de conservación de la fauna salvaje autóctona protegida.

 

La celebración de una actividad de este calado en un espacio natural protegido requiere un permiso de la administración competente ¿Conoce el Parque Natural del Cadí-Moixeró la celebración del evento? ¿Ha dado permiso? ¿El Ayuntamiento lo comunicó? Son preguntas que en cualquier democracia llegarían lejos y se traducirían en unas consecuencias directas sobre los responsables de los diferentes estratos que han participado, por activa o pasiva, en el tema. Siendo colaboradores del evento, es imaginable que el si es la respuesta más plausible.

 

Al margen de las consideraciones y connotaciones jurídicas (que las hay y graves), de tener un mínimo de cultura ambiental, se sabría que gozamos a diario de una serie de servicios ecosistémicos que nos proporciona gratuitamente nuestro medio ambiente. Aquí os pego un enlace que sintetiza que es esto de los servicios ecosistémicos:

 

https://blog.creaf.cat/es/conocimiento/que-son-los-servicios-ecosistemicos/

 

Las veces que se ha calculado el valor económico de los servicios ecosistémicos la cifra en euros ha alcanzado una cota astronómica. Esa riqueza renovable (hasta cierto punto) depende de la conservación de la biodiversidad al completo (de todas las especies) porqué todas tienen una función en los ecosistemas y lo mantienen tal y cómo lo disfrutamos y vemos. De forma que, económicamente hablando, para el triste personaje que solo mida la vida con dinero, cabe remarcar que el hecho de no respetar nuestro patrimonio natural se traduce en la pérdida de ingentes sumas de dinero, lo cual es un hecho incontestable que nos está golpeando en los morros cada día, con más y más fuerza.

 

Que en nuestro país zafio y grotesco la gente se cague tanto y, frecuentemente, en el medio ambiente se debe al analfabetismo total y la falta de sensibilidad ambiental (en especial con la fauna y flora autóctonas), gracias a la labor de las administraciones públicas en materia de educación y divulgación ambiental y, sobre todo, a lo que mejor hacen: desinformar. Poniendo el ojo a escala local, ni tan siquiera la web municipal de Gósol proporciona un mínimo de contenidos dignos sobre la fauna y la flora locales, hecho inaudito dada su rica biodiversidad. Tan solo mencionan que se pueden ver corzos, rebecos, águilas (¿cuáles?), urogallo, picamaderos negro y en el apartado de la Serra de Ensija “l’Esparver d’Estany” que debe ser un animal mitológico puesto que no existe especie alguna con tal nombre:

 

https://gosol.ddl.net/patrimoni/patrimoni-natural/serra-densija

 

Uno se esfuerza en ser miope y mirar hacia otro lado y cierto es que cuesta una barbaridad pasar por alto actos que reflejan tercermundismo, hasta no hacer rebosar el vaso, sino el pantano. La Caminada de Gósol ha sido la guinda del pastel, porqué forma parte de la cotidianidad ver vertidos de escombros y tierras aflorando tal cual setas a pie de pista y carretera. Para muestra, un botón en el próximo apartado.

 

Unos pocos vertidos

Aquel al que le pique más la curiosidad, decirle que durante los últimos años he ido colgando algún que otro post sobre esta temática en Gósol, junto con la quema de inmundicias varias (plásticos, muebles, etc.) por parte de la administración local y etc. Tal cual lo veo yo (y otros muchos ciudadanos, turistas y habitantes) lo ven los agentes de la autoridad a lo largo de los meses, atendiendo a que deben reunir unos requisitos mínimos de visión para entrar en el cuerpo y seguir en él. Es una apreciación sin importancia.

 

Vamos con la actualidad. A principios de este julio aparecieron una serie de vertidos de tierra en el torrente de Coma, al ladito del Centro de Traspaso de Residuos municipal y la Depuradora de aguas residuales. Dichos vertidos se habían llevado a cabo con maquinaria pesada, hecho que se podía deducir sin esfuerzo por las roderas marcadas en el lugar. “Casualmente”, en esas fechas, se llevaban a cabo las obras públicas de acondicionamiento de un parking público en la entrada de Gósol viniendo desde Saldes, obras que crearon una gran montaña de tierra “casualmente” idéntica en color, textura y demás a la lanzada por la ladera del torrente. Os dejo con las imágenes.

 

Las roderas de maquinaria pesada marcadas en paralelo a los diferentes vertidos que se han hecho en el torrente de Coma. Al fondo la Sierra del Verd. Fecha: 06/07/24.


Fecha: 06/07/24


Parte de los vertidos desde la ladera oriental del torrente de Coma. Fecha: 06/07/24.

Imágenes de los vertidos tomadas desde la ladera occidental del torrente de Coma. Destaca el color marrón de los vertidos realizados que han cubierto la vegetación. Fecha: 07/07/24.


Fecha: 06/07/24
Vertido con vista al fondo del castillo de Gósol. Fecha: 06/07/24
Fecha: 06/07/24


Detalle de las tierras amontonadas en las obras del parquing público de Gósol. Fecha: 05/07/24
Vista de las obras del parquing público de Gósol con el Pedraforca al fondo. Fecha: 06/07/24


Naturalmente, las obras públicas al igual que las privadas, deben tener por imperativo legal un plan de gestión de residuos, con todo el papeleo asociado (declaración del gestor de residuos, etc.) y una vez en marcha, los acumuladores de residuos (sacas, containers, etc.). Me vais a disculpar la ceguera; paso cada día por delante y no he conseguido ver ningún container ni saca.

 

Este mismo año también brotó una pila de escombros en el Camí de les Fonts coincidiendo con unas obras privadas.

 

Vertido en el Camí de les Fonts. Al fondo la Serra del Verd.


Otro salto en el tiempo nos conduce a la aparición hace pocos días de otros escombros poco antes de entrar en Gósol, viniendo desde Saldes a mano izquierda. Salta a la vista. Pego una foto por si alguien quisiera intervenir.


Vertido poco antes de entrar en Gósol viniendo desde Saldes.

 

Hace escasos días, de nuevo coincidiendo con las obras del parking público, se llevaron los escombros (entre ellos, uralita, lo normal) que se habían ido acumulando durante años delante del Centro de Traspasos de Residuos municipal. En este post veréis imágenes del antes (id a la fotografía con el pie "Detalle de la ubicación del fibrocemento (24-04-2021)":

 

El vertedero de Gósol, 13 de mayo de 2021

https://perroverdeweb.blogspot.com/2021/05/el-vertedero-de-gosol.html


Aquí tenéis imágenes del después de la retirada (6 de julio de 2024), con todavía unos fragmentos de uralita en el suelo.



Los restos de uralita se han marcado con un círculo rojo en la imagen superior y en la inferior.



Siendo malpensado, habría quién imaginaría que esos escombros se los llevaron (igual que han hecho con las pilas de escombros de obras acumuladas al principio de Gósol viniendo de Josa i Tuixen (a mano derecha)) para rellenar el parking, creando así una capa de drenaje. Digo yo que las toneladas de material utilizadas en un drenaje de una obra pública o privada, así cómo su procedencia, deben estipularse en los planes de obra y/o otros documentos que la normativa marca y exige. No obstante, esto de las normativas y la afectación de los contaminantes sobre las aguas subterráneas, los ríos, los campos y los mares son chorradas sin importancia.

 

No sigo por no aburrir. La norma tácita por aquí arriba sigue siendo lanzar los escombros al campo. Es algo ancestral y se hace a vista de todos, porqué está aceptado culturalmente. La administración pública local es conocedora y partícipe.

 

La nota de humor es que durante los últimos días el propio Ayuntamiento haya colocado este cartel.

 

No hay por qué preocuparse. Todo se cubrirá con mensajes y noticias y la maquinaria trolera habitual. Es bien sabido que cualquiera en nuestro país que ponga en valor el patrimonio natural es un ecologista radical y exagerado que merece el descrédito.

 

Al otro lado del ring están las entidades ambientalistas, una fuerza social que tendría que ejercer una acción fiscalizadora, crítica y combativa que se ha ido desactivando con el paso del tiempo, con lo que, sin nadie que tire del otro extremo, hemos retrocedido en muchos sentidos a los 80-90s del siglo pasado (y hasta más). Destacan con una actitud similar a la de los Veintegenarios de la canción de Albert Plà ante las oleadas de atropellos ambientales, concentradas al máximo en tener distraídos y ocupados a los voluntarios con lo de la ciencia ciudadana. Podrían organizar (cómo años atrás) voluntariados reivindicativos y combativos, y presentar batalla jurídica ¿Por qué no lo hacen?

 

El clientelismo es un mal negocio que hace que se le dé la espalda a la propia razón de ser. Es entonces cuando la existencia deja de tener sentido.

 

No es lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario ¿Verdad que no puede ser?