domingo, 6 de marzo de 2022

En Gósol son más de gasoil

 

Los municipios explotan muy bien el sello de pertenecer a un espacio natural protegido, persiguiendo el beneficio turístico. Ahora bien ¿Actúan con coherencia y son ambientalmente responsables?

Dicen que los catalanes somos diésel: damos muchas vueltas y gastamos poco. No es una mala filosofía. Sin embargo, no conviene llevarla al extremo.

Desde hace algunos días pasear por el entorno urbano y periurbano de Gósol significa inhalar olor a gasóleo. Una ciudadana con complicaciones pulmonares llamó alarmada al Ayuntamiento preguntando que producto estaban utilizando. El Ayuntamiento le confirmó que estaban dando una capa generosa de gasóleo mezclado con otras sustancias al mobiliario de madera (barandillas, bancos, etc.) distribuido por el interior del núcleo urbano y por diferentes ubicaciones visitadas con frecuencia por los ciudadanos en sus excursiones.

El viernes pasado había una chica acometiendo la tarea, brocha en mano, cubo en la otra y sin ir equipada con ningún EPI (Equipo de Protección Individual): ni mascarilla, ni guantes, a pelo ¿Respeta la normativa de riesgos laborales el Ayuntamiento?

Esta semana celebrarán el Día de la Mujer sin ningún tipo de rubor.

El resto de los días no toca.

Las consecuencias


El embadurnado de los bancos en la entrada del pueblo tuvo el efecto secundario de pringar la acera con manchas oleosas repugnantes.

 

La peste del mobiliario embadurnado del repugnante gasóleo se percibe a más de 100 metros, lo que indica que se están liberando compuestos orgánicos volátiles (hidrocarburos aromáticos). La persistencia del producto es tal que esa liberación seguirá existiendo durante meses (tal vez años) con la intensidad suficiente como para ser percibida, dependiendo de las condiciones atmosféricas. Por supuesto, existe la liberación que nuestro olfato no percibe, que también puede significar daños a la salud y en el medio ambiente.

 

Más gravedad toma el asunto cuando caemos en la cuenta de que los bancos, barandillas y papeleras impregnadas de esa porquería van a ser utilizados por gente mayor, mujeres, niños, etc. La gente (residentes y turistas) va a inhalar esa sustancia, la va a tocar y se llevará partículas pegadas a la ropa.

 

Sobre los riesgos para la salud de los hidrocarburos aromáticos (incluidos en el gasoil) se han llevado a cabo infinidad de trabajos científicos demostrativos y se han tenido que admitir, en parte, por los organismos estatales y no estatales, pese a las presiones de la industria petroquímica en sentido contrario. En el saco de las consecuencias se encuentran el cáncer y tantas y tantas otras enfermedades emergentes. Ni que decir tiene que hay enfermos de Sensibilidad Química Múltiple que contrajeron su enfermedad mientras estaban expuestos a hidrocarburos.

 

Entre la multitud de trabajos científicos centrados en la temática, he elegido uno fácil de leer, relativamente reciente, que os quiero reseñar. Se trata de una síntesis de investigaciones llevadas a cabo con la exposición de trabajadores al aire libre:

 

Zubizarreta Solá, A., Martínez Menéndez, J., Rivas Pérez, P., Gómez Iglesias, S. & Sanz Borrás, A. 2018. Revisión de la literatura sobre efectos nocivos de la exposición laboral a hidrocarburos en trabajadores en ambientes externos. Medicina y Seguridad del Trabajo, 64 (252).

https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0465-546X2018000300271

 

Otro aspecto grave del gasoleado de Gósol es la contaminación del suelo y las aguas subterráneas por el combustible. Al ser mobiliario situado al aire libre, en momentos de lluvia o nieve, se van a liberar partículas que van a pasar a la tierra, a la vegetación, y van a ser arrastradas por aguas de escorrentía, filtrándose hasta el subsuelo. Raro será que tarde o temprano no lleguen esas partículas contaminantes a los acuíferos. Hablamos de sustancias persistentes y peligrosas para la salud.

 

Sobre el particular, cabe remarcar que el mobiliario tratado también se encuentra en entornos de pastos y lugares en los que la ganadería extensiva formada por caballos, vacas, cabras y ovejas se alimenta. Por un lado, hay gente comprometida en la comarca del Berguedà (y en Gósol) con producir carne de calidad, de ganadería extensiva, pero por el otro la propia administración pública local comete este atropello que pone en entredicho todo.

 

Reincidentes

No es la primera vez que acontecen hechos de irresponsabilidad total protagonizadas por parte del personal del Ayuntamiento que ponen en riesgo la salud de las personas y el medio ambiente, y que no se ajustan a la legalidad. Perro Verde dio cuenta de ello el 13 de mayo de 2021:

 

El vertedero de Gósol

https://perroverdeweb.blogspot.com/2021/05/el-vertedero-de-gosol.html

 

A tenor de los diferentes episodios acontecidos entre el 2020 y el 2022, el Ayuntamiento podríamos pensar que está por la labor de hacer que Gósol pase de ostentar el privilegio de ser un entorno saludable para convertirse en un lugar insano. Es algo estúpido puesto que la economía del lugar se basa, principalmente, en el turismo de naturaleza. Más todavía cuando más de la mitad de los políticos del Ayuntamiento viven del turismo. Los lectores catalanes pensaran al leer esto —S’han begut l’enteniment (¿Se han bebido el entendimiento)? La suma de hechos apunta a la temeridad imprudente, a una conducta que roza la psicopatía y pone en riesgo a los demás.

 

Este mobiliario se encuentra en las cercanías del camping de Gósol; justo al fondo se ve la carretera de acceso al càmping.

 

Es jocoso que Gósol disfrute de tres regidores y un alcalde (4 políticos) siendo siete los trabajadores del Ayuntamiento. El 36% del personal son políticos, el vivo ejemplo de una pirámide ilógica al estilo cañí, habiendo pocos trabajadores en relación con el número de responsables. La proporción de cargos electos respecto a la población de Gósol es de 1 cargo electo cada 52 habitantes. Ante tanta concentración cabe preguntarse ¿De qué nos sirve?


Bancos gasoleados a unos cien metros de un Hostal. Junto a ellos cartelitos en los que hacen publicidad del entorno natural.


Supongo, y espero, que tarde o temprano les llegue este post y lo lean. Con esa esperanza voy a explicar brevemente a continuación, tal cual Barrio Sésamo, la utilidad del gasóleo y el por qué no se tiene que aplicar en mobiliario urbano.

  • Primeramente, el gasóleo es un combustible. Se utiliza en calefacciones y también en los vehículos a motor (en las bicis, patines y monopatines, no). Es esencial introducirlo en los depósitos, nunca en las ruedas de la maquinaria. Tampoco se debe rociar la ropa, introducirlo en la nariz o las orejas, o bebérselo.
  • En segundo lugar, el uso del gasóleo está regulado por una normativa severa ¿Lo saben?

Evidentemente, considero que están por encima de todo. Lo mismo les da tener un residente con Sensibilidad Química Múltiple (SQM) al que le están poniendo muy difícil poder moverse por el pueblo o los alrededores con esta mierda de gasoil. Tienen también desde hace bastantes años una enferma de SQM que pasa fines de semana y vacaciones en el camping del pueblo, buscando una mejora en la calidad de vida en un ambiente, a priori, saludable. Por ese motivo viene a Gósol. Están al tanto de todo y demostraron, previamente, que les daba igual con la gestión de los residuos.

 

Este año el Ayuntamiento volverá a dárselas de solidario participando en La Maratón de TV3.

El resto del año se puede ser mala persona.

 

¿Repercusiones?

Un ciudadano trasladó mediante instancia aquel asunto del vertedero de Gósol a la Agencia Catalana de Residuos y nunca obtuvo respuesta. Es una agencia…pero de ¡RESIDUOS!

 

El tema acabó llegando a los partidos del Parlament y a periodistas.

 

¿Repercusiones? ¿Sanciones? ¿Inhabilitaciones? No le han tocado la cresta a nadie. Si, la gestión de almacenamiento de los residuos ha mejorado dentro de las instalaciones del municipio a partir de las quejas y la denuncia pública. Desgraciadamente, sospecho que es solamente por el momento. Cuando llegue primavera y verano, veremos más de lo mismo.

La última barbaridad del gasóleo provocó que una persona residente llamara el viernes a diferentes teléfonos de la excelentísima Generalitat de Catalunya. Hicieron con ella lo que se denomina un Guardiola o tiki-taka: la fueron chutando de teléfono en teléfono. Así que habló con Salud Pública y con gente del Departament de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural (los de ERC directamente se han cargado las palabras Medio Ambiente). Un funcionario se escandalizó, una auxiliar, por el contrario, se dedicó a decir algo así como que si lo hacía el Ayuntamiento la Generalitat no se podía meter y, en definitiva, acabaron por decirle que llamara el lunes que es que ya plegaban.

Pecaron de transparencia, se les veía el plumero.

 

¡¡Ya pueden lanzar uranio enriquecido para acabar con los invertebrados de la madera del mobiliario urbano de Gósol!!

¡La Generalitat no moverá ni un maldito dedo!



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