lunes, 6 de enero de 2020

Que bien huelen las colonias y el perfume


La última entrada era una inocentada, una sátira sobre el comportamiento de diferentes tipos de personajes del escenario público, distintas opciones políticas (es decir, diferentes representantes de lobbies privados), etc.

La crítica con humor entra mejor y era fácil ver que no se estaba hablando en serio, el absurdo estaba bien presente. No obstante, prefiero dejarlo bien claro para que no haya ningún tipo de malentendido.

¡Qué bien huelen los tóxicos!
¡Zagalas y zagales, niños y mayores, en estas fechas tan señaladas...qué bonita es la Navidad, el papa Noel y los reyes magos!

Que tremenda oportunidad para demostrar nuestro amor hacía nuestros seres queridos, regalando una colonia o un perfume al padre, la madre, los abuelos, a la novia, al novio. O unas buenas cremas anti-envejecimiento, productos cosméticos, etc.

La tele nos muestra esos anuncios adorables con chicos y chicas guapas, etéreos, esas palabras en francés...

¿Quién se puede resistir a comprar esos olores o a ponérselos?

Detrás del marketing comercial, frecuentemente, existe un trastero lleno de telarañas y mucho polvo. Os voy a dejar a continuación un enlace a un contenido que hace un resumen muy esquemático sobre esos ingredientes “secretos”, o no tan secretos, utilizados por las empresas para sus productos de aseo personal, limpieza de la casa, cosmética y etc.


Este contenido de Ecologistas en Acción es un resumen de un trabajo publicado el año 2018 por Breast Cancer Prevention Partners (BCPP) y, lógicamente, tratan de las sustancias que suponen un riesgo de cara a contraer cáncer (cáncer de mama por ejemplo). El trabajo también aborda el peligro de la sensibilización (sensibilización química múltiple, alergias, etc.), sobre el desarrollo del feto y el niño, de los problemas hormonales, respiratorios, etc. Un trabajo demoledor.

Para el que tenga tiempo y capacidad para entender el inglés, le recomiendo que acceda al trabajo íntegro:

BCPP. 2018. Right to Know. Exposing toxic fragrance chemicals in beauty, personal care and cleaning products.



Portada de Right to Know. Exposing toxic fragrance chemicals in beauty, personal care and cleaning products.

Es un trabajo extenso que os cambiará la forma de ver vuestro entorno y vuestra propia casa. La tabla que os muestro a continuación procede de este trabajo, la he elegido para incluirla aquí porqué es muy sintética.


Tabla 1. Número de sustancias peligrosas para la salud por producto (Fuente: BCPP 2018). La barra vertical especifica el producto comercial. La barra horizontal indica el número de sustancias peligrosas por producto comercial en 5 categorías: carcinógenos (sustancia con la capacidad de causar cáncer en humanos); disrruptores hormonales (actúan sobre el funcionamiento hormonal y pueden provocar enfermedades o patologías muy diversas y graves); tóxicos respiratorios (asma, etc.); tóxicos para el desarrollo (actúan sobre el desarrollo prenatal y postnatal hasta la edad adulta); Total de sustancias químicas vinculadas a efectos crónicos sobre la salud por cada producto.

Tened en cuenta que el estudio se llevó a cabo con productos de Estados Unidos. Algunos de esos productos también los venden aquí, otros no son fáciles de encontrar. En cualquier caso, es un sistema universal de producción, y tanto en Europa como en Estados Unidos se fabrican productos de uso común y doméstico con tóxicos a este nivel.

¿No es una locura?

Por si queréis conocer más acerca de esta temática tan amplia, bajo estas líneas os dejo otro enlace que habla de ello, de la página web Hogar Sin Tóxicos. En esta página web el lenguaje es el castellano...para que tengáis un acceso más fácil y todo el mundo pueda entenderlo mejor. Tocan de lleno este polvorín de los tóxicos habituales a los que nuestro cuerpo se enfrenta cotidianamente.


Nos han creado la necesidad de que todo, todo, emane un olor a digamos “limpio y dulce”. El coche, nuestra ropa, nuestra casa, nuestro cuerpo, nuestro pelo, el patio o jardín de la casa, la portería de la comunidad de vecinos, etc. Pero hay olores que matan, o cuanto menos dañan la salud, y productos que limpian, digamos, que de forma demasiado drástica.

Lo razonable es no oler mal.
Estar limpio no pasa por emanar ese olor dulzón que lo envuelve todo y se percibe a metros de distancia.

¿Por qué se permiten esos tóxicos en productos de uso cotidiano tan generalizado?
 La legalidad institucional incluye una profunda laguna legal a disposición de las empresas, un refugio para esconder los ingredientes malditos que se utilizan bajo la denominación “la fragancia”.

¿Fragancia?
Muy lírico, pero
¿Qué narices representa en el etiquetado?

Ahí está el gran problema, los productores no aclaran al consumidor que sustancias se incluyen en “la fragancia”. Las leyes del secreto comercial, ya sabéis, otra artimaña legal del poder, son la coartada imperfecta y vergonzosa, pero efectiva, mediante la que se esconden tóxicos como el tolueno, los ftalatos, las benzofenonas, etc.

¿Qué es más importante?
¿La salud y el derecho del consumidor a conocer exactamente lo que está comprando y utilizando?
O... ¿Los intereses económicos de los empresarios?

El político decide que, al fin y al cabo, la salud de las personas no es tan importante como la pasta.

Los afectados por los Síndromes de Sensibilización Central (SSC)
Mujeres afectadas por fatiga crónica y fibromialgia utilizan laca para el pelo y productos para las uñas, colonias, productos de limpieza de casa....con sustancias que activan un empeoramiento de los síntomas.

¿Por qué lo hacen?

Porqué nadie les ha informado de nada. Es una estrategia plenamente premeditada y ejecutada a la perfección casi completa, por parte del sistema sanitario público. Los médicos de la sanidad pública (especialistas o no) no informan, en términos generales, a la paciente con fibromialgia y fatiga crónica de este hecho. Una campaña de información y difusión a gran escala dirigida a los enfermos de SSC sería políticamente incorrecta, molestaría a las empresas, y por añadidura a los cargos políticos que controlan la sanidad pública. El político es a la práctica ni más ni menos que un representante de los lobbies y defiende sus intereses...

Si pensabais que están en la política para mirar por vuestra salud y bienestar, siento despertaros del cuento de hadas.

Uno de los mecanismos más efectivos y eficientes para mejorar la salud de los afectados por SSC se basa en reducir los tóxicos en el día a día. Para los que tengáis todos esos diferentes problemillas que de repente empezaron a irrumpir como por arte de magia en vuestra vida, limitando vuestra vida laboral, social y familiar cada vez más, entre ellos:

  • Acúfenos
  • Problemas oculares (ojos irritados, que escuecen, resecos, etc.)
  • Síndrome de piernas inquietas
  • Picor de piel..ya sabéis, el médico os dice que es piel atópica, jajajaja, os receta un anti-histamínico y hala, para casa.
  • Coloración roja en cuello y cara sobretodo (sin guardar relación con la toma del sol) que va a más y llega a otras partes del cuerpo.
  • Enfermedad de Crohn, colon irritable y demás problemas intestinales.
  • Abatimiento, cansancio y fatiga sin saber por qué
  • Dolores musculares, articulares, contracturas...sin ninguna explicación aparente.
  • Infecciones varias, diversas, que empeoran con rapidez.
  • Os molestan los olores (colonias, ambientadores, etc.).
  • Dolores de cabeza inexplicables
  • Dificultad para concentraros
  • Etc.

En definitiva, muchos os vais a auto-explicar a vosotros mismos con frases como estas “es la edad”, “mala suerte”, pensaréis que esos problemas no guardan relación entre si. En caso que reconozcáis varios de esos problemas en vuestro organismo, tenéis bastantes puntos para estar afectados por un síndrome de sensibilización central.

El problema de base es que existe toda una estrategia diríase “premeditada” de arriba a abajo, desde los puestos de poder a los del personal sanitario de base, cuyo objetivo es no diagnosticaros con esa etiqueta de SSC. Sencillamente, a los señores del poder no les da la real gana visibilizar que la proporción de afectados por SSC es actualmente un GRAN PROBLEMA. Bienvenidos al grupo de ciudadanos maltratados, menospreciados, humillados y, en cierto modo, aniquilados por el sistema sanitario público.

Os voy a dejar con un vídeo de una charla que un especialista en SSC con larga experiencia (Pablo Arnold Llamosas) impartió el año 2014. Altamente recomendable.


Eliminar los tóxicos en vuestro día a día
Seguramente después de leer todo lo anterior, os estaréis planteando como eliminar los tóxicos de vuestro hogar.

Parece casi imposible.
¿Cómo lograrlo?

En realidad es muy fácil: fabricando en casa todos los productos necesarios con ingredientes no nocivos. Todo, todo es de fácil elaboración. Es volver atrás en el tiempo, utilizar ingredientes y técnicas que ya empleaban nuestras abuelas o tatarabuelas.

Este cambio tiene un beneficio sobre la salud y el bolsillo. Acabas ahorrando pasta y viajes a los contenedores de reciclaje de plástico y cartón, porqué lo que haces en casa te recomiendo que lo guardes en recipientes de vidrio.

Ahorro económico, menos contaminación y más salud.
Menos residuos, menos envases, sin tóxicos.

Es posible que en un futuro también dedique una entrada a la fabricación de los productos de limpieza y aseo personal (como elaborarlos, etc.). No lo garantizo al 100% porqué hay muchos otros contenidos que quiero colgar...el culebrón de Hospital Clínic sigue con nuevos capítulos y se que hay muchos que quieren saber más sobre este tema.

El panorama público para los afectados por SSC
Otro conflicto es como narices evitar todos esos productos (colonias, suavizantes, productos de limpieza doméstica, etc.) en los sitios públicos.

Sencillamente, no se puede. No hay leyes, no hay protocolos en este sentido para ninguna administración.
¿Propio de un país tercermundista?
SI

Ni tan siquiera los hospitales o centros de salud tienen unas directrices, unas normas que obliguen a los profesionales a no llevar colonias y otros productos que impactan negativamente en la salud de los afectados por algunos de los síndromes de la sensibilización central. Y pensad que esta sociedad está llegando a ser una máquina de crearlos.

Una persona con sensibilidad química múltiple en un grado potente va a sufrir mucho cuando vaya a un hospital o un centro de salud.
Primeramente no va a disponer de un área libre de tóxicos, habilitada para este tipo de pacientes.

Para empezar, la sala de espera va a estar cargada de esos compuestos nocivos, los profesionales que lo atiendan muy probablemente lleven colonia, etc. El resultado final para un afectado de sensibilidad química múltiple es que quizá hasta llegue a sufrir una crisis muy severa y sea peor haber ido al médico que padecer en el silencio de su casa.

Por mucho que lleve una mascarilla, cuando hable con el médico tendrá que sacársela...eso ya es un problema agudo. Su ropa, además, habrá quedado impregnada de esos tóxicos volátiles, con lo que tendrá que adoptar medidas inmediatas después de la visita al médico (lavar la ropa, ducharse, lavar el coche). Aún así, como son sustancias volátiles, librarse de ellas le va a llevar días.

Ya no hablemos de las personas que se han negado, por activa o pasiva, a diagnosticar desde la sanidad pública como afectados por “sensibilidad química múltiple”. Una persona no diagnosticada que entre en un hospital sin que en su historial especifique esta patología, depende de lo que le inyecten puede correr un grave riesgo para su salud y en casos extremos la muerte, causado por el mismo sistema sanitario que lo debería ayudar.


¿No es de psicópatas?
SI
¿No es esta actitud una gravísima negligencia médica?
PARA MÍ SI


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