domingo, 14 de agosto de 2022

VALLÉS, APESTOSO VALLÉS

 

¿Ambientadores, colonias, perfumes y otros olores logrados con aditivos sintéticos? A las mariposas no les engañan. Lo bueno son las flores.

 

En verano la materia orgánica se descompone, se pudre antes y huele más. Podría ser una argumentación política de los políticos, supuestamente de izquierdas, que gobiernan las ciudades del sur del Vallés Occidental y Oriental: Mollet del Vallés, Sta. Perpetua de Mogoda y La Llagosta. Con ella intentarían justificar los olores insoportables que durante las noches de estos meses de calor dicen sufrir los ciudadanos.

 

Pero si algo es capaz de detectar un político es el olor de los billetes. A mayor olor a billetes, menor sensibilidad con determinados efluvios. Aquel que no se lava llega un momento en que no percibe su humanidad.

 

Por desgracia, la cosa de las pestes es tan fuerte que ha ido subiendo el tono de los ciudadanos en redes sociales y demás, hasta que no han podido esconderlo más. Imaginaos ¡Lo han sacado hasta en las noticias de TV3! Os pego varios enlaces y tomad nota de que el 20 de julio de 2022 ya se publicó una noticia tocando el caso en Mollet del Vallés.

 

Investigan de donde viene el mal olor nocturno de Santa Perpetua de Mogoda y la Llagosta. 13/08/22. Noticias de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA).

https://www.ccma.cat/324/investiguen-don-ve-la-pudor-nocturna-de-santa-perpetua-de-mogoda-i-la-llagosta/noticia/3179944/

Nuevos episodios de malos olores en Mollet: “Vivimos un infierno respiratorio”. 20/07/22. Línia Vallés.

https://liniaxarxa.cat/liniavalles-vallesoriental/noticies/nou-episodi-males-olors-mollet-vivim-infern-respiratori/

El tema ha llegado hasta el Servicio de Protección de la Naturaleza de la guardia civil y a los ayuntamientos, a la Agencia Catalana del Agua, al Consorcio del Besós, etc. En las imágenes de la noticia de la CCMA aparece la fábrica inconfundible de Lípidos Santiga (Sta. Perpetua de Mogoda) emitiendo columnas tremendas a plena de luz del día. Muestran las imágenes mientras se escucha al alcalde accidental (del PSOE) del municipio. Nos dice que en la empresa está todo correcto, según el Consorcio del Besós. Ya nos quedamos más tranquilos.

 

Quedaos con que TV3 nos enseña imágenes de la empresa y detalla que se dedica a grasas alimentarias, pero en ningún momento da su nombre. Únicamente . Últimamente, en Catalunya, los periodistas no mencionan, más que para bien, a las empresas. Y mí perra desobedeciéndome de tanto en tanto. Será cosa de familia.

Pese a que se empeñan en miniaturizar el problema, no es, en absoluto, algo puntual. Los vecinos que viven en Sta. Perpetua conocen, sobradamente, que la susodicha empresa apesta todo el año hasta a tres y cuatro kilómetros de distancia, regularmente, y esto ha sido así desde hace años y años. Casualidades de la vida, la empresa patrocina eventos de asociaciones del municipio, figurando entre ellas alguna de las más potentes. Lavarse la cara lo mismo te quita las legañas que te refresca.

De todas formas, Lípidos Santiga no está sola en esto. Hay muchas más empresas que los vecinos han ido señalando, y señalan, a lo largo del tiempo cómo culpables de emitir olores (p. ej. la Kao Corporation de Mollet del Vallés). La información, sobre todo, la vais a encontrar…¿Dónde? ¿En los periódicos, la tele o la radio? NOOOOORRR…en las redes sociales.

También es mala pata (o casualidad fortuita) que la policía municipal no sepa encontrar la fuente de los malos olores. Me surge una duda ¿Será la anosmia un requisito indispensable para acceder a las oposiciones de policía en Sta. Perpetua? Pensándolo bien, sería una ventaja porqué ¿Para qué molestar al empresario? Al fin y al cabo, es de dominio público que las empresas históricamente siempre han velado por la salud de las personas y el medio ambiente. La prueba irrefutable es la carencia de culpables en la cárcel o de empresas cuya actividad es paralizada por la administración pública.

Mejor no dudar de los controles técnicos y las inspecciones. Una vez vi un gato muriéndose de risa delante de un ratón con ánimos de cazarlo.

También viene siendo raro que no se hable del Ecoparc 2, esa gigantesca planta de basuras que Montcada i Reixac y el Área Metropolitana de Barcelona colocaron en la otra punta de su término municipal, bien alejada de su núcleo urbano, pero a tocar del de Ripollet, La Llagosta y Sta. Perpetua de Mogoda. En el 2014 la Universidad Rovira i Virgili ya demostró niveles altos (cancerígenos) de compuestos orgánicos volátiles (COVs) en los alrededores del Ecoparc 2 y la Universidad Autónoma de Barcelona identificó en la década anterior que la planta emitía ¡más de 500 COVs!

 

Los malditos olores del Ecoparc 2 y, por lo tanto, los dañinos COVs cubren varios kilómetros de radio afectando en Sta. Perpetua de Mogoda los barrios de La Florida, Mas Costa y de Can Taió regularmente. Por supuesto, a Ripollet le dan de lleno porqué los barrios más cercanos de este municipio se encuentran a tan solo un kilómetro de distancia. 

Es vitalmente importante recalcar que el hecho de que un olor químico se vaya no significa que un compuesto nocivo determinado desaparezca. La capacidad de persistencia y de acumulación en el cuerpo, la tierra y el agua de multitud de compuestos se cuenta en años y décadas, y no tienen por qué oler. Además, se pueden disgregar en sustancias peores o mezclarse junto a otras y crear un problema mayor.

Es de suponer que para las clases dirigentes y los ricos es un aburrimiento que los vecinos, el populacho, acabé quejándose de cosas así y con el mal criterio que tienen señalen a las empresas, justamente ahora, en verano. La mayoría de los que viven en estas ciudades son curritos de fábrica y, pobrecitos, sufren de esta fijación de quejarse a destiempo y sin criterio. Esto ya se sabe. Si se hubieran quejado desde un barrio pudiente de Barcelona pues seguro que habrían tenido razón.

 

Realmente, la historia de los malos olores, como todo el mundo conoce, no es nueva. Estos municipios llevan años y paños sufriendo las pestes a diario, de noche y día, de todo tipo: rollo grasa, azufre, amoniaco, dulzones (no de la Panrico sino de tipo sintético), a basura, a podrido, etc. 

¿Por qué se quejan ahora los vecinos, precisamente? Los últimos años los pobres no solemos quejarnos de nada y eso que no paran de experimentar con nosotros, por ver si reaccionamos. Mientras no nos quiten el futbol, cómo si quieren violar a nuestras abuelas. Los ciudadanos han ido tragando con los olores sin montar grandes pollos, más que en momentos insoportables en que los culpables se han columpiado más allá de lo humano (quizá estemos en esa situación). Además, en verano, la gente permanece más tiempo en el exterior (en la calle, el jardín, etc.) y abre más las ventanas de casa, con lo que percibe más horas el problema.

Este verano se ha llegado a uno de esos momentos cumbre en que la mierda es tal que la espuma desborda y lo ocupa todo. Los periodistas no pudieron guardarlo en el cajón del olvido todo, aunque el enfoque es terriblemente frívolo y naíf. El problema no es que sea incómodo tomar la tapita o la brocha en la terraza de la Font del Pi o en otros bares y restaurantes, ni tampoco que provoque arcadas estar en casa con la ventana abierta. Es que, si hay COVs, hay enfermedades (cáncer, respiratorias, autoinmunes, etc.) y en el Vallés la prevalencia de los problemas de salud relacionados con la contaminación es altísima. Que la gente se muera antes de llegar a la jubilación, o justo poco después de pillarla, viene siendo demasiado común y que las personas jóvenes sufran enfermedades crónicas preocupantes también.

No obstante, no tenemos por qué preocuparse, puesto que el sistema público de salud se ocupa excelentemente del tema. De ahí que el Hospital de Mollet no cuente, por ejemplo, con servicio de alergología, o que el año 2015 solo dispusiera de un único oncólogo un solo día a la semana. Bueno, que igual en el 2022 estamos igual o peor con lo de oncología. Ya puestos, a toda esa inmensa cantidad de personas de la zona que sufren síntomas típicos de la Sensibilidad Química Múltiple (p. ej. picores de piel bestiales al salir de la ducha, la piscina o la playa) se les deja sin diagnosticar bien, se les dice que tienen piel atópica y se les da antihistamínicos y cremas dermatológicas que no arreglan el problema. No conviene que la prevalencia oficial de la Sensibilidad Química Múltiple (SQM) se acerque a la realidad. Cuanto más baja sea, mejor.

La planicie del Vallés es un auténtico lodazal químico, por tierra, aire y agua ¿Era algo nuevo? Vallesanos, vivís rodeados de empresas químicas concentradas en las cercanías de vuestra casa, el hogar donde os sentís seguros junto a vuestros retoños cuando cerráis la puerta. No olvidéis tener en cuenta la tremenda carga de contaminación derivada del tránsito de vehículos por las autopistas y autovías que atraviesan la región…gracias a la logística, a la deficiente red de transporte público, a los turistas que vienen buscando el sol y a los otros que van hacía el Magreb.

Se lo han currado. Las clases dirigentes llevan desde mitad del siglo anterior en ese empeño por hacer de la planicie del Vallés un lugar inhóspito. Seguro que muchos pensamos que ya es suficiente, que es hora de que las empresas tan contaminantes hagan las maletas y se piren a otro lugar. Pero es en broma y sólo un ratito, en aquel momento en que nos tomamos la cervecita con el colega ¿no? Porqué sabéis de sobras que el vecino de al ladito, o el primo, o el hermano, curra en una de ellas y que los alcaldes y los tertulianos van a decir lo de siempre, aquello de los puestos de trabajo que proporcionan y la riqueza, el PIB, etc. Tranquilos, no se les escapará nada acerca de los paraísos fiscales. 

 

En definitiva ¿De quién es la culpa? De las administraciones públicas y las empresas. Aunque los mayores culpables somos nosotros que olvidamos la dignidad y la capacidad de lucha continuada en el tiempo por lo importante: nuestra integridad y la de nuestros seres más queridos. De políticos ¿Qué decir? Ellos son también COVs que dejan ir los ricos, con lo bien que estarían en sus salones sentaditos dando la patita. Acaso ¿es creíble que los podemitas de Mollet del Vallés se quejen de las empresas que emanan malos olores cuando en Sta. Perpétua de Mogoda, el municipio de al lado, sus compis de partido llevan décadas gobernando, defendiéndolas, colaborando con ellas y ayudando a implantarlas? ¡¡Una decena de polígonos industriales en este municipio!! Era un pueblo rural y en unas pocas décadas lo han convertido en eso, en un ejemplo histórico de mala gestión del territorio.

Aún me gustaría añadir algo más porqué siendo justos la culpa está bien repartida. La culpa de que existan las emanaciones más nocivas para la salud y el medio ambiente es también de los consumidores. Somos nosotros quienes compramos a saco productos químicos que incorporan aditivos potencialmente nocivos. Nos encanta limpiar y desinfectar con ellos el coche, los muebles, el suelo, el perro, el gato, o nuestro cuerpo. Nos metemos colonia, after-shave o desodorante sin preocuparnos en saber que ingredientes llevan y con que patologías están relacionados. Regamos con plaguicidas los cultivos y el jardín, y el hogar (espray matamoscas, enchufitos para los mosquitos). Metemos ambientadores en el coche y en el baño porqué es terrible que huelan a persona, sin plantearnos siquiera el buscar alternativas sanas.

Unos meses atrás un amigo, biólogo y con inquietud conservacionista por las zonas húmedas, justificaba el uso de un ambientador en el coche diciéndome que a su hijo pequeño le gustaba que oliera bien el interior. En aquel momento sólo le comenté que unas ramitas de lavanda o romero, o tomillo, dan buen olor, no contaminan y son gratis. Educar a los pequeños empieza con estos detalles que fomentan el equilibrio en la acción de consumir. Nos parece mal que tiren una lata al agua y, en cambio, toleramos que apuesten por bienes de consumo que se han producido contaminando innecesariamente un rio con sustancias derivadas del petróleo.


La gente se sorprendería de cuantos de esos ingredientes nocivos con el medio ambiente y la salud que tanto utilizan se producen en las empresas situadas en las inmediaciones de su domicilio.

 

En el mercado hay alternativas seguras o saludables para cualquier cosa. Sólo es cuestión de dedicar unos minutos a informarse, a buscarlas en internet. No me cansaré de repetir que existen aplicaciones, como INCIBEAUTY, con las que mirar el grado de seguridad de un producto de higiene corporal o de cosmética, por ejemplo.

 

Además, vivimos rodeados de lujos totalmente prescindibles. Nos han creado una manía higienista exagerada. Otro problema es que las personas confiamos ciegamente en el producto que nos venden, creyendo que si fuera malo no estaría permitido. Pocas cosas hay más lejos de la realidad que esa ingenua creencia. Seamos conscientes de que los políticos no van a erradicar jamás el uso de los cientos de miles de aditivos nocivos para la salud y el medio ambiente utilizados en los productos de uso cotidiano. Por lo tanto, seleccionemos bien lo que compramos. Esa es una forma efectiva de acabar con las empresas más contaminantes.

 

Espero, por el bien de todos, que las protestas crezcan, se mantengan en el tiempo y logren un Vallés más habitable. De momento, se aproximan las fiestas mayores, la vuelta al trabajo, el inicio de la liga, el inicio del colegio, la bajada de temperaturas, el que la gente esté menos en la calle y no abra tanto las ventanas, etc. En el 2023 nos pasarán el triste espectáculo de las elecciones municipales y, luego, las marionetas volverán al baúl cuatro años más.

 

Los billetitos frescos ¡No hay mejor olor que ese!