- Los
teléfonos móviles
- Los routers
- Las líneas eléctricas
- El wifi
- Industria y electrodomésticos
- Etc.
Esta exposición masiva y continua existe desde hace muy pocos años y va a
más. Los problemas de salud asociados se niegan y la información en este
sentido aparece en canales de difusión minoritarios, llega a muy poca gente.
Sin embargo, existen evidencias científicas publicadas sobre los efectos de
las ondas electromagnéticas sobre los animales y las personas. Lo que está
claro es que nadie puede asegurar con el grado suficiente de certeza que las
ondas electromagnéticas no causen un perjuicio a nuestra salud. La clase
política se mantiene al margen de esta realidad y en cambio apuesta sin dudas,
abiertamente, por el 5G.
El
principio de precaución
He consultado el portal web eur-lex.europa.eu para informarme sobre este
principio jurídico en el marco de la legislación europea.
Este principio está recogido en el artículo 191 del
Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (UE). Su objetivo es garantizar
una alta protección del medio ambiente utilizando medidas preventivas para ello.
Como añadido, su marco de aplicación abarca la política de los consumidores, la
legislación de la propia UE relativa a los alimentos, a la salud humana, animal
y vegetal.
La comisión europea dice que puede recurrirse al
principio de precaución cuando un fenómeno, un producto o proceso pueda tener
efectos potencialmente peligrosos identificados por una evaluación científica
objetiva, aún y cuando la evaluación no permita determinar el riesgo con un
grado suficiente de certeza.
Dicho principio de precaución debe estar presente en el
análisis de riesgo (evaluación del riesgo, gestión del riesgo y comunicación
del riesgo). El principio está justificado cuando se cumplan estas tres
condiciones:
- Identificación
de los efectos potencialmente negativos.
- Evaluación de los datos científicos disponibles.
- Ampliación de la incertidumbre científica.
Información sobre el efecto potencial sobre
la salud
Uno se comienza a
mosquear cuando ve todo un esfuerzo global por “esconder” información VITAL para el ciudadano que pueda
molestar a los intereses económicos de las empresas. Es una costumbre habitual
en las administraciones, gracias a la clase política.
El mundo de las paradojas
nos ofrece una gigante campaña de publicidad para el Mobile World Congress de
Barcelona. No queda ni un solo medio de información importante, público o
privado, que no cubra el evento con máxima atención. Es más, a él acudirán y se
dejarán ver los políticos sin importar si son de una o de otra ideología, no
vaya a ser que les riñan.
Charlas sobre los campos electromagnéticos en Barcelona
El otro lado de la
moneda es cualquier tipo de información que haga mención a los efectos sobre la
salud de los móviles u otros aparatos que emiten ondas. Sobre esto último, información extensa y de calidad en los
medios de información grandes no es costumbre proporcionarla. En canales
públicos o privados de televisión si se da es en franjas horarias o programas
con muy poca audiencia. En este sentido,
llama la atención que se celebraran unas
charlas sobre medio ambiente y salud el 23 de noviembre de 2019 en Barcelona
centradas en los campos electromagnéticos, y que no gozaran, desgraciadamente,
como es de esperar, de una gran publicidad y tampoco las grandes figuras
políticas se dejaran caer por ellas. Es políticamente incorrecto. Es más, están
disponibles en abierto en internet, pero cuesta encontrarlas, tienes que saber
buscarlas en Google.
Siempre funciona igual.
Cualquier temática que moleste a los grandes intereses se deja tocar en círculos
pequeñitos, minúsculos y no se la publicita como se debiera. Para salvar la imagen,
por puro márketing, en muchas ocasiones aparece el logo institucional de un
ayuntamiento u otra administración, porqué presta un local o por qué colabora
simbólicamente, a sabiendas de que no se va a lograr un gran alcance, un gran
impacto social. Por lo tanto, no les va acarrear conflictos con las empresas.
El resultado final es
que en unas charlas "molestas" el número de oyentes es reducido (30-60-70
personas), el impacto social queda reducido a una % proporción de la población
ridícula. Se sesga el impacto de la información que llega a los ciudadanos y, al mismo tiempo, el político de turno puede decir en su defensa que ellos colaboraron y apoyaron
esas charlas o esos actos. Hace unos días hablando con un amigo que se dedicaba
a instalar routers y demás, me explicaba que había tenido clientes que incluso le pedían que les montara el router en la mesilla
de noche. Ante la falta de información…es lo que hay y no es culpa del
ciudadano.
Por suerte, todavía
quedan algunas personas que intentan que esa información crucial para nuestra
salud llegue a los ciudadanos, con los medios que tienen a su alcance. Los
ponientes en estas charlas fueron Carme
Valls y Ceferino Maestu, este último doctor e investigador veterano en
cuanto al efecto de las ondas electromagnéticas en células, animales y
personas.
Sea como sea, hubo un
medio de información (Telemir) que
grabó las charlas y las ofrece mediante este enlace:
Las dos charlas tienen
un contenido técnico, no todo lo que explican Carmen Valls y Ceferino Maestu es
fácil de entender por cualquiera. La
verdad nunca es sencilla de explicar, por eso el mentiroso siempre convence a
más gente. De todas formas, en su conjunto se entienden muy bien. Es un
contenido para visionar con calma y casi que en dos veces, es largo. Os aseguro
que oír sus palabras va a provocar que miréis de otra forma el móvil y otros
aparatos.
¿Por qué esconden las antenas de los móviles?
Sin duda, hay muchas
cosas que se mencionan en las dos charlas altamente preocupantes y sospechosas,
que conducen a cuestionarse por ejemplo:
¿Por qué no existe un mapa oficial donde estén recogidas
las localizaciones de todas las antenas de telefonía móvil para los ciudadanos?
¿Por qué se instalan antenas camufladas como falsas
chimeneas?
Cuando algún investigador
pretenda estudiar los problemas de salud de un lugar determinado y averiguar si
guardan relación con la situación de las antenas, de entrada va a tener un
grave problema. No va a disponer de la situación de todas las antenas y no podrá
llevar a cabo el estudio sin sesgos, con todas las garantías.
Hay un dato
suficientemente claro que nos proporciona Ceferino: la frecuencia del microondas doméstico y del wifi es la misma: 2,45
gigahercios. Todos conocemos lo que hace el microondas con la comida,
calentarla. Carme Valls nos menciona el efecto térmico de los móviles en
nuestra cabeza y matiza que en Suecia
los móviles están prohibidos hasta la edad de 14 años, ya que ese calor en
la oreja de un niño es capaz de penetrar hasta el centro del cerebro.
Ceferino habla de los
diferentes efectos de las ondas. El térmico está recogido por la normativa,
pero no es así con el resto de efectos (inductivo, resonante y reorientación).
Sin embargo, nos menciona la existencia de más
de 25.000 investigaciones que justifican determinados efectos no térmicos.
A pesar de esto, no existe normativa para estos efectos.
Y no os adelanto más
sobre estas charlas.
La Fábrica del Sol (Ayuntamiento de Barcelona)
Estos últimos días pasó algo que me parece muy grave. Se publicó un contenido en la web de la Fábrica del Sol que hablaba sobre la no inocuidad del 5G extensamente y según la propia Fábrica del Sol para redactarlo se había contado con la colaboración de la doctora Carmen Ruíz Martín. Ese contenido titulado "El 5G no es inocuo" duró bien poco, fue eliminado.
Las administraciones no pertenecen a los ciudadanos.
Estas jugadas no están exentas de riesgo. Así que se rescató del caché del Google el pantallazo de ese contenido y los metadatos. Cabría preguntar a Ada Colau y su equipo:
¿Cuál fue la razón para retirar ese contenido?
Es demasiado obvio
¿NO?
A continuación os pego el contenido en cuestión y justo después veréis varias imágenes encadenadas de las capturas de pantalla del mismo.
El 5G no es inocuo
Cápsula de sostenibilidad. De los móviles 4G ahora pasaremos a los móviles 5G que nos permitirán conectarnos casi a tiempo real pero esta mayor velocidad puede tener un riesgo para la salud.
De los móviles 4G ahora pasaremos a los móviles 5G que nos permitirán conectarnos casi a tiempo real pero esta mayor velocidad puede tener un riesgo para la salud.
Quizás habéis visto paseando para Barcelona anuncios publicitarios difundiendo que la tecnología 5G ya ha llegado a la ciudad y es que Barcelona quiere convertirse en uno de los hubs de innovación digital europeos en el ámbito del 5G. A través de una iniciativa publicoprivada llamada 5G Barcelona se trabaja para transformar el área metropolitana de Barcelona en un laboratorio urbano abierto y neutral que permita validar y adoptar tecnologías y aplicaciones 5G en un entorno real.
¿Pero qué es exactamente el 5G?
La denominación 5G hace referencia a la quinta generación de redes móviles que disponemos. La primera que conocimos fue la red 1G, la de aquellos antiguos teléfonos móviles que sólo permitían hablar. Después la tecnología 2G introdujo los SMS, el 3G incorporó la conexión a internet y el 4G con el que funcionamos ahora nos llevó la banda ancha, gracias a la cual podemos reproducir vídeos en tiempo real entre otras funciones.
Las grandes compañías telefónicas nos hablan del 5G como una gran revolución tecnológica que mejorará nuestras vidas y la economía y el Plan Nacional 5G 2018-2020 del Ministerio de Turismo, Energía y Agenda Digital también.
Lo cierto es que la tecnología 5G mejorará la conectividad que ahora tenemos y reducirá considerablemente el tiempo de latencia (el tiempo de respuesta de la red). Según las operadoras, este tiempo se podría reducir entre 5 y 1 milisegons, un tiempo imperceptible para nosotros que permitirá conectarnos prácticamente a tiempo real. Lo que se busca es la conectividad total de nosotros con nuestro entorno: neveras, coches, seguridad… Además, navegaremos a 20 GBps (gigabytes por segundo), 10 veces más rápido que las principales ofertas de fibra óptica del mercado y por lo tanto nos podremos descargar una película en cuestión de segundos.
Su despliegue facilitará el acceso a lo que llamamos Internet de las cosas y permitirá generar nuevas propuestas innovadoras en ámbitos como el de los vehículos autónomos y conectados, los servicios basados en drones, la industria 4.0 y el acceso a sistemas remotos d’e-health como las operaciones quirúrgicas por control remoto.
Visto así, todo parecen ventajas pero ¿cómo es que se están produciendo protestas contra su despliegue en países como Francia, Bélgica, Inglaterra, Suiza, Italia, Alemania, Polonia, India, Estados Unidades y también aquí en el estado español? ¿Es peligrosa para la salud esta tecnología?
Ciudades como Bruselas o Florencia han aplicado el principio de precaución al no estar seguras de la inocuidad del 5G para la salud y el medio ambiente y por lo tanto han dicho no al 5G.
De hecho, la OMS calificó en el 2011 los campos electromagnéticos de radiofrecuencia, los cuales son emitidos, entre otros, por las tecnologías inalámbricas (1G, 2G, 3G, 4G, wifi, etc.) como cancerígenos de nivel 2 B, es decir como posiblemente cancerígenos para los seres humanos. El 5G por lo tanto, también lo sería pero con el agravante que su despliegue aumentará notablemente la exposición a los campos electromagnéticos, ya que supondrá un aumento de las potencias existentes porque el 5G no sustituirá ni al 2G, 3G, 4G ni al wifi, sino que se añadirá y además se utilizarán nuevas frecuencias, se desplegarán nuevas antenas e incluso se habla que se pondrán miles de satélites en órbita por todo el mundo con el fin de garantizar esta conectividad total. No quedará ninguna zona libre de exposición.
También la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) pidió en el 2011 a los gobiernos europeos que adoptaran todas las medidas razonables para reducir la exposición a los campos electromagnéticos, incluyendo las radiofrecuencias que emiten los teléfonos móviles.
En el 2017, más de 180 científicos y médicos de 36 países firmaron el EU 5G Appeal, un documento en el que prueban en base a más de 10.000 estudios científicos contrastados que la exposición a campos electromagnéticos de radiofrecuencia, como los que genera el 5 G, son perjudiciales para la salud y el medio ambiente, incluso mucho por debajo de los niveles de exposición actuales fijados por las directrices nacionales e internacionales. Entre estos efectos a la salud de las personas hay: cáncer, enfermedades cardiovasculares, daños neurológicos, deterioro cognitivo, trastornos del sueño, infertilidad, estrés oxidativo, entre otros. Justo es decir que los niños, las personas mayores y las embarazadas son especialmente vulnerables a este tipo de radiación por no hablar de las personas electrosensibles.
El impacto sobre el medio ambiente también está estudiado y los campos electromagnéticos afectan tanto a las plantas como a los animales.
A finales del 2018, el SCHEER, Comité Europeo de Riesgos Emergentes clasificó en su informe de riesgos con uno 3 sobre 3 el daño potencial para la fauna salvaje que se puede producir por el aumento de la contaminación electromagnética a causa del despliegue del 5G.
A pesar de estas evidencias, el estado español y Cataluña y Barcelona en particular, apuestan por esta tecnología y quieren ser pioneros, sin aplicar el principio de precaución.
Para dónde empezar:
· Súmate al movimiento Stop 5G y pide una moratoria al despliegue de la tecnología 5 G hasta que no se sepa con certeza que no afecta a la salud y al medio ambiente
· Utiliza el móvil, la tableta electrónica u otras conexiones inalámbricas sólo cuando sea necesario
· Apaga el wifi y el móvil mientras duermes
· Siempre que puedas, utiliza el cable para los teléfonos, ordenadores, portátiles, mouse…
Esta cápsula se ha elaborado con la colaboración de la Dra. M. Carmen Ruíz Martín, médico de familia del CAP Indianes (Montcada i Reixac), experta en medicina ambiental (Universitat Complutense de Madrid) y coordinadora del grupo de patología ambiental de la CAMFiC.
La responsabilidad de los daños a la salud
Obviamente, los daños a la salud están recogidos por la
legislación y se pueden pedir responsabilidades. En el caso de la telefonía
móvil, el wifi, el 5G, etc. no es algo que podamos evitar fácilmente. Queramos
o no, estemos enfermos o no, vamos a ser radiados, todos.
Nuevamente, se nos niega
la opción de elegir libremente con algo tan esencial como nuestra salud, porqué
para ello los ciudadanos necesitamos información válida y completa, sin sesgos. Se nos imponen a las bravas las cosas.
Diferentes gestos
No soy ni mucho menos un
fan de Ayuso ni del PP pero al menos en esta ocasión puedo estar de acuerdo con
una decisión que le afecta. En la
Comunidad de Madrid se prohibió recientemente el uso del móvil en el colegio,
no con el pretexto de las radiaciones, claro está. De todas formas, me
sorprendió mucho que un partido de derecha tomara esta iniciativa políticamente
incorrecta y anti-popular mientras que los de la “supuesta” izquierda están yendo
justamente por el sentido contrario, hecho que me indigna mucho.
Pedro Sánchez anunciaba en su discurso de investidura el
despliegue de la tecnología 5G como una de las principales medidas de su
coalición con el partido de Pablo Iglesias.
Opciones de Perro Verde
El sentido común, el menos común de los sentidos
Una opción clara, de
sentido común, sería empezar a limitar esas ondas, su uso, aplicar el principio de precaución.
Me parece una locura que
estando en casa y sin que lo desee un ciudadano sea bombardeado por multitud de
wifis. No se debe olvidar que hay personas, lo admita o no la administración,
que sufren graves problemas de salud cuando se ven expuestas a ondas
electromagnéticas. Una de las primeras tareas seria que las administraciones
(ayuntamientos, diputaciones, etc.) comenzaran por eliminar el wifi de sus
edificios públicos.
Investigación
Por otro lado, si faltan
investigaciones, dicen los defensores de las ondas electromagnéticas (políticos
y empresas privadas), no se entiende nada que le pongan una alfombra roja al
despliegue del 5G, máxime cuando anteriormente no se han dedicado suficientes
recursos para llevar a cabo investigaciones concluyentes en un sentido u otro.
Evidentemente, si no hay evidencias científicas, siempre
podrán hacer lo que quieran diciendo que no existen pruebas.
Ese es el modus
operandi, lo que no se sabe no existe.
De momento, sin
consultar a los ciudadanos ya están probando el 5G. No me extraña nada. Al fin
y al cabo, hay empresas que se han
convertido en gigantes cubriendo la telefonía móvil, los medios de información,
internet…¡todo a la vez!
Son verdaderos monstruos
que imponen lo que sea al político que sea. Nunca antes había existido esto, es
un horizonte de megapoder impuesto, si o si, con una desproporción nunca vista
anteriormente.
Las zonas blancas
Frente a toda esta
ofensiva existen colectivos y asociaciones que también están promoviendo la idea de
las zonas blancas.
¿Qué son las zonas blancas?
En este caso se refieren
a lugares libres de contaminación electromagnética. Y ¿por qué no?
¿Por qué no imaginar y crear pueblos o regiones donde los
tóxicos y la contaminación electromagnética estuvieran ausentes?
Existiendo personas que ya
tienen unos problemas de salud obvios en relación a estas fuentes de
contaminación, o que quieren no exponerse ellos mismos o a sus hijos por
prevención, sería lo más apropiado. Los que quieran seguir viviendo expuestos a
todas estas cosas, allá ellos.