El avispero de la avispa
asiática en la entrada del pueblo de Gósol viniendo desde Saldes.
El pasado verano la avispa asiática (Vespa velutina)
se dejaba ver diariamente en las cercanías de las piscinas municipales de Gósol,
hecho que demostraba la existencia de una colonia activa dentro del mismo término
municipal.
El viernes 7 de octubre de 2022 dos vecinos de la
localidad encontraron el nido secundario de la especie colgado de un árbol a
corta altura del suelo (unos 4-5 metros), situado sobre una estrecha acera.
Se trata de un nido enclavado a 1430 metros de altitud sobre el nivel del mar,
en el prepirineo, a corta distancia del parque natural del Cadí. Diría que en
la actualidad tal vez es la altitud mayor registrada para Catalunya.
En el lugar del avispero hay un gran trasiego de
personas, en especial durante las vacaciones, los festivos y fines de semana.
El avispero pasó desapercibido durante tanto tiempo porqué se localizaba en el
interior de la copa del árbol, totalmente tapado por las hojas. Una vez
comenzaron a caer las hojas, se hizo visible.
La pareja que lo descubrió comenzó, inmediatamente, a
extender la noticia entre los vecinos del pueblo, alertándolos de la
peligrosidad de la especie y de la localización del nido, con el objeto de que
no pasaran por esa acera. Entre los vecinos alertados, había una regidora
del gobierno del Ayuntamiento, la cual también recibió la noticia por parte de algún
otro vecino en los días siguientes. Es más, se dejó mensaje en el Instagram
del ayuntamiento el mismo día 7 de octubre, colgándose una fotografía del nido,
especificando que era de avispa asiática. Se hizo correr la noticia en Facebook
(en abierto) y etc., etc.
El lunes 10 de octubre, hacia las horas centrales del día bajaban
por la carretera de Gósol una patrulla de mossos d’esquadra y otra de agentes
rurales. Un vecino decía que los agentes rurales habían dejado un líquido para
las avispas a los del Ayuntamiento.
EL PROTOCOLO CATALÁN
El Departament d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural
de la Generalitat de Catalunya cuenta con un documento técnico para la gestión
de la Avispa asiática, cuya última versión es de junio de 2022. Por cierto,
el documento no indica los autores…ya sabéis, dicen aquello de “Documento
elaborado en el marco de la Comisión Técnica de la Avispa asiática” pero no
descubren del anonimato quiénes son esos “supuestísimos” técnicos.
Cualquiera diría que se trata de un asunto reservado, de alto
nivel de seguridad para el país ¿Tienen que esconder tras el anonimato hasta documentos
de alcance científico? ¿Dónde se ha visto que en un documento científico no aparezca
la autoría?
Corriendo un estúpido velo sobre este aspecto, el documento
se llama “PROTOCOLO DE ACTUACIONES Y DE SEGUIMIENTO DE LA AVISPA ASIÁTICA”.
Lo podéis descargar aquí:
Interesa acudir a lo que dice el protocolo acerca de las actuaciones
sobre avisperos de esta especie, de forma que a continuación os pego un
parágrafo del apartado “APLICACIÓN DE BIOCIDAS Y RETIRADA DE AVISPEROS”.
“Cualquier
persona o empresa que aplique tratamientos con biocidas a terceros sobre Vespa
velutina tiene que cumplir:
- Estar inscrita en el ROESP (Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas)
- El personal técnico ha de tener la formación descrita en el Real Decreto (RD) 830/2010 por el que se establece la capacitación para aplicar tratamientos con biocidas.
- Disponer de un responsable técnico con la titulación exigida en el RD 830/2010.
- Disponer de un contrato con un gestor de residuos peligrosos.
- Tener la autorización para el control de especies exóticas invasoras emitido por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural.”
Aprovecho la ocasión para hacer, seguidamente, una crítica
encarnizada de lo que expone el protocolo de la Generalitat después de aplicar
el plaguicida sobre el avispero. El protocolo concreta que, una vez aplicado
el plaguicida, el nido secundario, si se quiere se puede retirar, aunque ya no será reutilizado.
La
totalidad de los especialistas europeos y españoles en avispa asiática, además
de cualquier científico o técnico con dos dedos de frente, ha dicho y redicho
en documentos científicos que los nidos secundarios tratados
con plaguicida se tienen que retirar y destruir ¿Por qué? Pues porqué
una vez las avispas están muertas y, por lo tanto, no defiendan su nido, va a haber multitud de invertebrados y vertebrados autóctonos que acudirán al
avispero a comer las larvas y los adultos muertos, con lo que ingerirán el
plaguicida. En definitiva, la sustancia también afectaría a estas especies, muchas de ellas beneficiosas
para el medio ambiente y las actividades humanas.
El año 2019 se publicó un artículo de unos autores catalanes
en la revista científica Bird Study. Demostraron por primera vez que una especie
autóctona (el abejero europeo) era capaz de destruir los nidos de avispa
asiática, lo cual tuvo un impacto mediático importante. Precisamente, en la
parte final del artículo, hacían una crítica acerada a la misma recomendación de
actuación sobre los avisperos tratados, recogida previamente en el protocolo
del 2018 de la Generalitat de Catalunya. Decía así el artículo del Bird Study:
“El
proceso de la acumulación significa que las rapaces son altamente sensibles a
los contaminantes, y en el caso del Abejero europeo, se ha reportado la presencia
de neonicotinoides en la sangre (Byholm et al. 2018 y referencias en el mismo);
un grupo de insecticidas que tienen efectos negativos en aves (Millot et al.
2017 y referencias en el mismo). Esto subraya la necesidad de eliminar del
medio ambiente las colonias de avispas tratadas con pesticidas (Beggs et
al. 2011), una
práctica que es frecuentemente ignorada o hasta incluso desalentada por los
protocolos oficiales (p. ej. El emitido por la Generalitat de Catalunya en
2018).”
La referencia del artículo es la siguiente:
Macià, F. X., Menchetti, M.,
Corbella, C., Grajera, J. & Vila, R. 2019. Exploitation of the invasive Asian Hornet Vespa velutina by the
European Honey Buzzard Pernis apivorus. Bird
Study, Vol. 66
(3).
A pesar de todo, tres años después, la Generalitat de Catalunya no aprende y ha vuelto a publicar el protocolo con la medida equivocada, en lo que viene a ser un fallo MAYÚSCULO que denota un bajo sentido de responsabilidad por la biodiversidad.
Respecto a cuando y donde actuar sobre los avisperos de
avispa asiática, el protocolo de la Generalitat aclara que en aquellos avisperos
localizados en zonas rurales o urbanas con viviendas, parques públicos, escuelas
(y etc.) a menos de 5 metros de altura del suelo se tiene que intervenir
SIEMPRE (pág. 13 del protocolo).
Además, el protocolo en la página 14 señala de quién es la
competencia de la actuación (a quién le compete mover el bullarengue):
“En
espacios públicos, corresponderá actuar a la administración titular…”
Al caer el avispero plenamente en núcleo urbano (encima de
la acera), la competencia de las actuaciones es absolutamente del Ayuntamiento,
atendiendo a que es la administración titular de las aceras. Tendría que ser
entonces el Ayuntamiento quién contratara a una empresa especializada y
autorizada para el control de esta especie y no hacerlo operarios o similares
sin ningún tipo de formación, acreditación, EPIs, etc.
Todo esto del protocolo, claro, es pura teoría ¿No
esperaréis que una administración pública cumpla con los documentos de una
administración pública (sea protocolo, norma o ley)?
Ahora viene la práctica.
¿QUÉ PASÓ CON EL AVISPERO DE GÓSOL?
Hasta la fecha (22 de octubre de 2022) ninguna
administración pública (mossos d’esquadra, agentes rurales, Ayuntamiento de
Gósol, o cualquier otra rama que os venga a las sienes) ha instalado ni tan
siquiera un cartel de advertencia del peligro ni han perimetrado la acera con
una cinta de plástico, vallas o similar. De hecho, no han emitido ningún tipo de aviso (bando municipal, etc.).
Las avispas asiáticas están más gordas que nunca, atiborrando
de abejas y otros alimentos a sus larvas, reproduciéndose sin problema. Osease,
aquí nadie ha movido un dedo.
Dado que hemos pasado por momentos de alto trasiego de turistas
(puentes, fines de semana, las malditas setas, etc.) llego a la conclusión de
que las avispas asiáticas de Gósol han formado una comuna hippy y ya no pican,
o bien, que el gordo de Navidad este año cae en este pueblo.
Pienso sobre el tema y me hierve la sangre. Imaginaos una colonia
de avispa asiática que se sienta amenazada por un grito, porqué alguien golpea
sin querer con su cabeza una de las ramas del árbol (las ramas están tan bajas
que tienes que agachar la cabeza para pasar). Van a ir a muerte a por quién consideren un enemigo potencial. Una persona mayor o un niño corren un peligro
mortal, pero es que también las personas de 50 años o veinteañeros. A pesar de haber colonizado
España hace relativamente pocos años ya hay un número preocupante de fallecidos
por picadura de esta avispa.
Esta especie, además, tiene una repercusión sobre la
biodiversidad en global y ocasiona unas grandes pérdidas en el sector de la
apicultura, al depredar sobre las abejas y acabar con sus colonias. En Gósol,
por cierto, se practica la apicultura.
Lo
que pretendo denunciar es que el total pasotismo del Ayuntamiento de Gósol no
se entiende desde ningún punto de vista, porqué pone en riesgo la seguridad y
la salud de las personas, puede afectar al sector turístico local, al de la apicultura
y a la biodiversidad.
¿De que forma es posible entender o explicar cosas así? En
Catalunya tenemos organismos pluricelulares, en apariencia personas, en la administración pública que habitan en una galaxia muy, pero
que muy lejana, lejanísima, del ciudadano y la realidad física…en pleno
metaverso, en el nihilismo delirante. Para poner el cartel “Cuidado con el perro (no lo
despierten)”.