Las experiencias personales influyen en la forma de interpretar lo que nos rodea, pero más que las impresiones o sensaciones, es más acertado fijarse en lo objetivo (los datos, los hechos) porqué a través de ello obtienes una visión más ajustada de la verdad.
En general, abunda el relato de la vida idílica y
maravillosa de los pueblos, lo cual ayuda a proporcionar pingües beneficios
inmobiliarios. Entre la promoción periodística y en las redes sociales, destaca
la dedicada a un micropueblo concreto en el que están empadronados (que vivan
es otra cosa) unos 200 habitantes. Hablo de Gósol. Aparte de la información
de baja calidad que venden acerca de Gósol chirría que lleven años tergiversando
la realidad de una manera tan desinhibida.
En este post me propongo ofreceros una mirada realista y crítica
desmontando parte de unas noticias que he elegido de ejemplo.
La super woman
Empiezo por una noticia publicada el 5 de enero de 2023:
La
super woman que ha encontrado el secreto de la felicidad en el corazón de los
Pirineos. Laura Guillén. ABC.
Al reparar en el título se observa un error geográfico,
puesto que Gósol no se encuentra en los Pirineos, sino en el Prepirineo.
En la noticia se confecciona un relato ensalzando
a una persona a un nivel que sorprende a los mismos habitantes del pueblo.
Extraña el modo en que se promociona la figura protagonista en diferentes
vertientes y hasta llega a dar la sensación de estar viendo una especie de
anuncio de soltera con hijos para un programa de solteros en TV o una promoción
inmobiliaria. También en el mismo artículo hay un video-anuncio en el que
aparece la super woman conduciendo un coche que no es el suyo.
En el video de la noticia-promoción se la observa en un
decorado perfectamente bucólico: una casa de piedra con dimensiones generosas y
una amplia zona verde con mesas. Envuelta por ese decorado explica sus cosas. El
resumen de la narración de la noticia y el video es que encontró una casa
asequible en Gósol y lo bien que le va y lo SUPER que es todo. El dato que el
espectador/lector no conoce es que esa casa de piedra no es la suya ni vive
en ella, sino que es el refugio de montaña del pueblo que, además, es de
propiedad municipal y lo gestiona otra persona (ni emparentada ni
relacionada en ningún modo con la SUPER).
Cabría preguntarse ¿Por qué habiendo otras personas
venidas de fuera que llevan negocios en Gósol desde hace bastantes más años, aparece
ella y los otros no? Por supuesto, que sea regidora del gobierno municipal y
primera teniente alcalde (Esquerra Republicana de Catalunya) no significa nada
y es por ello por lo que en el artículo no se menciona.
Casualidades…este mismo marzo se publicó otra noticia
más, con idéntica protagonista:
Nati
Adell/Núria Bacardit.
04 de març de 2024. Gósol, d’exemple de repoblament al New York Times a veure
perillar l’escola. Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA).
Ya cuando salió el artículo del New York Times
los Gosolans alucinaron con diferentes datos que no eran ciertos y con la
imagen que se daba, que no se correspondía con la realidad. En esta del CCMA
vuelven con lo mismo. En este sentido es obligatorio aclarar que se logró
que la escuela no cerrase bastante antes que la pandemia…¡Que manía con hacer
ver que la pandemia fue buena!
Lo segundo a comentar es que parte de los niños de la
escuela durante los últimos años crecieron (lo normal) y ahora van al Instituto
(fuera de Gósol). Eso explica que una parte de los alumnos ahora ya no figuren
en la escuela.
En el CCMA nos cuentan que la protagonista (Gabriela
Calvar) forma parte de la única familia que ha quedado de la treintena de
familias nuevas que vinieron al pueblo ¡Guau! ¡Que estoica! ¡Que heroína! Pues
es mentira. Es lo que ocurre cuando los periodistas no contrastan la
información y solo entrevistan al político recomendado y/o a su corro de
incondicionales. Aparte de la suya, siguen viviendo y aguantan en Gósol más
familias nuevas de las que realmente salvaron la escuela y hasta alguna otra
más que no tiene hijos.
Al menos, eso sí, en esta noticia han nombrado su cargo
político.
Gabriela cuenta de nuevo con sus cinco minutos de gloria,
esta vez para explicarnos un problema personal y eso, no lo tiene cualquiera.
Su situación fantástica de la noticia del ABC ha cambiado. Su drama, según se
explica, es que se le acaba el contrato de alquiler y no es fácil encontrar
otra vivienda. Barrunto que no hay por qué preocuparse a tenor de que siendo
una SUPER seguro que encontrará un sitio fetén.
A ver, de haber viviendas las hay, y bastantes, pero o
bien se ponen en alquiler solamente por temporada porqué sus propietarios (de
Gósol) lo prefieren así, o bien se venden o alquilan (todo el año) a precios
astronómicos, o bien se mantienen cerradas sin uso. Existe una inclinación de
los propietarios por ganar dinero más fácil porqué alquilando por temporada a
turistas, en unas semanas ganas lo mismo que si alquilaras a alguien todo el
año y se produce un menor desgaste en la vivienda.
Entre el sentimentalismo inmaterial de mirar por el futuro
de tú pueblo y el materialismo personal, la balanza se decanta con demasiada
gravedad hacía esto último y, paradójicamente, todo quisqui quiere inmensamente
Gósol y siente un orgullo que no le cabe en el pecho por ser de este pueblo o
tener antepasados de él.
Gósol hoy
en día está mayoritariamente integrado por segundas residencias que se abren
tal vez unas dos o cuatro semanas al año y, a veces, ni eso.
Lo que explica Gabriela le ha pasado a más gente antes
(el año pasado, por ejemplo) y algunos se ven forzados a marchar por falta de
opciones de vivienda. No obstante, al parecer, tienes que ser SUPER y, así, tú
situación importa. De todas formas, intuyo tras el relato una intención que me
alarma. La economía del tocho está en auge en el Prepirineo y Pirineo
catalán, por y para el burgués de ciudad.
Abundan las viviendas vacías por reformar y las de
segunda residencia, pero se construyen más y no paran con los planeamientos de viviendas
públicas que es, ni más ni menos, que vaciar los bolsillos públicos para
beneficiar al sector del tocho. El problema viene generado por la casta
política al no querer poner orden con las viviendas disponibles, regular y
prohibir lo que toque, y dejar de hacer el paripé ¿Quién pierde con estas
políticas? Pierden los pueblos y pierde la gente que quiere vivir en un
lugar así y contribuir a darle vida ¿Quién gana? Gana el gremio del
tocho, integrado por una larga cadena de eslabones profesionales. A golpe de
tocho se pierden los ambientes de fondos de valle del Prepirineo y Pirineo,
tierras de cultivo y de pasto, y toda la biodiversidad asociada a ellos que ya
de por si está muy amenazada. Se pierde el paisaje y se prostituye la belleza
de un pueblo, a base de invadirlo con nuevas construcciones adosadas que rompen
la armonía y acaban ocupando con el tiempo más espacio que el propio núcleo
original.
¿Existen otras soluciones? A
bote pronto, se me antoja razonable y viable idear fórmulas de colaboración
público-privada útiles para la sociedad. Por ejemplo, se podrían articular con
la finalidad de que los propietarios restauren las casas existentes y las
pongan al día (aislamientos, sustitución de amianto y plomo, placas solares,
etc.) a cambio de sacarlas a alquiler para vivir todo el año. Con ello ganaría
el propietario al conservar y darle más valor a su patrimonio y también el que
busca vivienda, el gremio del tocho, el pueblo y el paisaje y su biodiversidad.
Además del problema de vivienda, en Gósol,
verdaderamente, existen otros. Muchas personas acuden a vivir cautivadas por
este pueblo y bien poquitos se quedan más de 4 o 5 años. Al llegar, les
fascina la tranquilidad, su naturaleza, el silencio por la noche (excepto
cuando vienen los incívicos de vacaciones, etc.) ¿Dónde está el problema?
¿Por qué marcha la gente?
Podrías pensar que tal vez es por el trabajo, aunque
ahora mismo hay fibra óptica desplegada en una parte del pueblo (y ya funciona)
lo cual permite trabajar a distancia y esto facilita las cosas.
El que la gente no viva aquí no viene
motivado de forma importante por la falta de trabajo. Es más, de albañil hay
trabajo para rato…básicamente, en casas de segunda residencia.
Os explico una situación y creo que os haréis una idea de
todo. Pongamos que las tuberías de la casa que tienes alquilada se hicieron
fatal (ángulos de 90 grados e incluso a contracorriente, poca pendiente) y ya
el primer día que llegas ves una gotera que hay que sellar. En tres años y algo
se produce un atasco (sin lanzar toallitas ni otras mierdas al wáter). Llamas a
diferentes empresas que se anuncian como “Urgencias de 24h en toda Cataluña”
y todas te atienden muy bien hasta que oyen el nombre del pueblo, momento en
que se niegan en redondo a prestar el servicio. Al cabo de 7 días sube, por
fin, una cuba desde Manresa (1 hora y 10 minutos de camino; 90 Km). Mientras
tanto, durante esos 7 días, los inquilinos han tenido que trasladarse a vivir
temporalmente a otra casa (y sino la tienes, donde puedas) que es un lugar situado
a casi dos horas del pueblo. El de la cuba advierte a la propiedad de la finca
de que esas tuberías se deben arreglar y que volverá a formarse un atasco.
Unos dos meses después vuelve a suceder lo mismo: se
produce el atasco. Los inquilinos acaban subsanándolo ellos mismos, destapando
el registro que hizo el de la cuba y vaciando la suciedad a mano, acabando de
mierda literalmente hasta la cabeza. Hablan con la propiedad que dice que aún
no han recibido ningún presupuesto para hacer las obras…¿EN DOS MESES?
La propiedad encomienda a los inquilinos que busquen a
alguien en el pueblo, atendiendo a que ellos viven en una ciudad a unas dos
horas de distancia. Los inquilinos preguntan a 5 paletas (todos los del pueblo
más dos que son de los pueblos de al lado) con el objeto de que les hagan un
presupuesto. Todos rechazan el encargo, alegando que van hasta los topes.
Verdaderamente, la inmensa mayoría de trabajos que tienen son de viviendas de
segunda residencia (trabajos no urgentes) cuyos propietarios, a lo sumo, pasan
un mes en el pueblo. Los del atasco viven en el pueblo todo el año y han
acudido con una urgencia que se arreglaría en un día de trabajo. Claro, que a
cuando uno no le alcanza más allá de su nariz, pues poco va a entender.
La búsqueda de alguien que repare las
tuberías daría para una película épica. Llaman a casi todas las
empresas de construcción de dos de los pueblos grandes más cercanos (Bagá y
Berga). Solo cuatro de ellas les hacen algo de caso y les prometen llamarlos
para quedar un día y hacer el presupuesto…¿Tal vez se refiriesen a la próxima
década o el próximo siglo?
Las temperaturas están bajo cero, la mierda de las
tuberías del sótano se congela al no circular bien, el atasco futuro es más que
vaticinable y las goteras aumentan. Tras diversas peripecias, un albañil les
visita y acaba arreglando el problema, implicándose con ellos al ver cómo está
el patio y viniendo a trabajar en fines de semana inclusive. Eso es ser
persona. El problema ha tardado en solucionarse cuatro meses ¡Cuatro meses
oliendo a mierda dentro de casa! ¿Quién narices quiere vivir así en pleno siglo XXI?
Que acontezcan hechos insólitos cómo este no es raro. Los
aborígenes (aplíquese la definición de la RAE: habitante de un lugar u
originario de él) hacen desesperados llamamientos públicos para que acuda gente, familias con hijos, con
el fin de que no cierren la escuela donde van sus retoños (hijos, nietos,
sobrinos, etc.). Los que llegan lo hacen con muchas ganas e ilusión, con
grandes dosis de ingenuidad y al principio todo va bastante bien. En unos
meses, un año, dos, tres…acaban marchándose. No tardan demasiado en ver que
tras el decorado mágico hay otras cosas difíciles de digerir y comprender.
Gósol, muy a mi pesar, se acerca a la definición de lugar
inhóspito en los cánones que más de una persona con una mínima tradición
cosmopolita tiene en mente. Para muestra unos posts:
El
vertedero de Gósol (mayo de 2021)
https://perroverdeweb.blogspot.com/2021/05/el-vertedero-de-gosol.html
La
avispa asiática en Gósol (I, II y III)
https://perroverdeweb.blogspot.com/2022/10/
https://perroverdeweb.blogspot.com/2022/11/la-avispa-asiatica-en-gosol-ii.html
https://perroverdeweb.blogspot.com/2022/11/la-avispa-asiatica-en-gosol-iii.html
Piromanía
en Gósol (marzo de 2023)
https://perroverdeweb.blogspot.com/2023/03/piromania-en-gosol.html
En escasos días en este pueblo han caído dos nevadas. Una
normalilla, aunque suficiente para colmar las calles de nieve a lo largo de
días. Otra, la última, potente, con gruesos de nieve de 30 centímetros y más.
En el pueblo existe una brigada municipal que ahora cuenta con tres personas y
de medios del Ayuntamiento existe una Bobcat y un 4x4 Corvus. Lo normal es que
la Bobcat no la utilicen nunca para quitar nieve. El Corvus lo compraron sin
pala quitanieves y tampoco la han comprado aún. La retirada de la nieve, lo
normal, es que la lleven a cabo con pala de albañil (no de quitar nieve) casualmente
en algún punto muy, pero que muy concreto (algún negocio y tal, me entendéis
¿No?). A falta de medios, en un giro de humor Monty Python en alguna ocasión
han hecho gala de ingenio y sofisticación abriendo caminos en la parte central
del pueblo con una sopladora de hojas, haciendo pasar la nieve de una acera a
la otra. Irrepetible.
En el resto de las calles y lugares la nieve
o la quitan los habitantes o permanece durante días…a no ser que algún vecino
molesto y harto se queje a un político del gobierno o a los de brigadas. El
sistema es este y personas del gobierno del municipio te dicen literalmente
esto: Quéjate y llama.
Una mayor parte de los habitantes de Gósol
son mayores y no pueden manejar una pala, así que algunos acaban saliendo cómo
pueden de sus domicilios, con el riesgo de caer y partirse la crisma, y otros
hasta se tiran unos días en casa sin salir esperando a que la nieve se derrita
por si sola. No es exageración, es la realidad.
El problema es que los mecanismos se vician. El colegueo
entre cargos políticos y funcionarios públicos no lleva a nada bueno. La gente
se relaja, se pierden las composturas y ya en esa salsa se toman ciertas
libertades que dejan por tontos a los demás. Ponerse a fumar los tres de
brigadas delante del ayuntamiento con toda la parsimonia es algo normal ¿Qué va
a pasar? Pues nada. Y si el sábado cae una nevada colosal que estaba
requeteavisada por todos los medios periodísticos de hace días, pues sacamos la
Bobcat y el Corvus a las 11,30 de la mañana, cuando todo el puto pueblo está de
nieve hasta las trancas. La situación era tan vergonzosamente lamentable este
último fin de semana que al final unas cuantas personas salieron con su
maquinaria a sacar nieve de las calles mientras otras retiraban nieve con la
pala durante horas, a fin de mantener un mínimo de la movilidad con vehículos o
a pie. Aclaro que no eran trabajadoras del ayuntamiento ni cargos políticos.
Pese a todo, unos pocos vecinos están contentos porqué al
fin las calles el lunes estaban limpias de nieve y otros están cabreados porqué
saben que el Ayuntamiento, una vez más, el día de la nevada no estuvo a la
altura ni lo intentó siquiera con un poquito de ganas. A toro pasado (domingo y
lunes), debido al cabreo generalizado, los servicios públicos acabaron
retirando más nieve que en otras nevadas.
El núcleo urbano de Gósol se sitúa a 1.400 metros de
altitud y está rodeado de montañas de 2000 metros y más. Es decir, nevar, nieva y, en ocasiones,
mucho. La inmensa mayoría de los residentes son mayores (muchos
jubilados) y bastantes viven en calles ombrías y estrechas con pendientes
pronunciadas. De tener una urgencia de salud con esas condiciones de nieve es
bastante probable que no se llegue a tiempo. Es de cajón. La retirada de
nieve debiera ser una de las mayores prioridades de la política en el pueblo y,
sin embargo, siempre suscita polémicas y enfados porqué no se aborda ni se
quiere abordar cómo merece.
No es menos cierto que disponer de un gobierno municipal
integrado por personas cuyo modus vivendi se basa en negocios turísticos
establecidos únicamente en el mismo municipio, conlleva unas peculiaridades.
Separar el interés personal de la verdadera
naturaleza de un cargo público (servir a la comunidad, al interés general) no
siempre está al alcance de todos. Uno puede cometer el error (hasta
dándose cuenta) de poner más interés, esfuerzo presupuestario y tiempo en idear
fórmulas para atraer indirectamente turistas a sus negocios que en preocuparse
por satisfacer las necesidades más básicas de sus habitantes ¿Tener unas
Fiestas de bacanal que se alargan durante 10 días es una necesidad? ¿Por qué
gente joven que no vive en el pueblo y monta los jaleos a altas horas de la
noche es la que tiene un mayor peso para organizar la Fiesta? Siendo la
gente mayor que reside mayoritaria, no tiene ninguna lógica democrática ¿Los
festejos cumplen con toda la legalidad vigente (presencia de ambulancia,
seguridad, etc.)?
En los pueblos de alrededor celebran su Fiesta Mayor 3 o
4 días, de forma razonable y listos. Además, muchos de los turistas que
veranean en Gósol buscan tranquilidad, dormir bien por la noche…huyen del
insomnio de la ciudad (calor, ruidos, etc.).
Pensando en más recursos públicos (personal asalariado,
presupuesto y dedicación de los cargos) no dedicados a necesidades básicas de
los habitantes tengo otra pregunta ¿La gente mayor o el resto de los habitantes
de Gósol han pedido alguna vez un centro de alta montaña? ¿Es una necesidad
de Gósol? El centro se adjudicó con un valor de 403.000 euracos:
Un centro de alta montaña sería idóneo en el Pirineo
axial, pero ¿¿En el prepirineo?? Por añadidura, cabe remarcar que ya existe un
albergue de montaña en Gósol ¿Por qué un centro de alta montaña?
Para la misma línea de ayudas (PUOSC) de la
Generalitat de Catalunya otorgada para el centro de alta montaña hubo
municipios que optaron por urbanizar calles (algunas de Gósol no lo están),
mejorar sistemas de tuberías, alumbrado público, etc. Cualquiera
que visite Gósol observará que el pavimentado de las calles deja bastante que
desear y habiendo las inclemencias climáticas que hay, es bien normal que tenga
necesidades regulares de mantenimiento. Existen, además, otras muchas más
necesidades del pueblo. Pego el enlace a las ayudas PUOSC otorgadas durante el
período 2020-2024 con el objeto de que podáis contrastar la información:
Tampoco es una necesidad de los habitantes de Gósol que
se celebre la SALOMON
ULTRA PIRINEU (quizás para Salomon y los que sacan cacho sí). El fin
de semana de la carrera los vecinos no pueden acceder a sus casas porqué las
calles estrechas del pueblo quedan monopolizadas por los miles de corredores
¿Preguntó el Ayuntamiento a sus habitantes si estaban de acuerdo en celebrarla?
¿Los organizadores o el Ayuntamiento pidieron permiso a los propietarios o
ganaderos para marcar el itinerario en la zona de prados en que pastan sus
vacas? Pues no. Una vez marcada y publicada la traza, otros corredores
vienen a utilizar el mismo recorrido a lo largo del año y la probabilidad de
que personas de fuera dejen abiertos los cercados de las vacas aumenta.
Esta tendencia de convertir un municipio tranquilo en un
lugar en el que no puedes dar un paseo tranquilo por la montaña sin encontrarte
con personas que cronometran su tiempo y arrollan a quién no se aparta de su
camino, ya la he vivido antes. No es verdad que beneficie al pueblo.
Beneficiara a cuatro bolsillos concretos, pero a la comunidad, no. Es más ¿Por
qué no se apuesta por un turismo de calidad que no transforme el lugar? ¿Por
qué no potenciar actividades tradicionales sostenibles por ejemplo? Esto sí que
genera que la gente viva en el territorio y, adicionalmente, ayuda a conservar
los hábitats y el paisaje de desarrollarse adecuadamente. La ganadería
extensiva de vacas y ovejas está desapareciendo, puesto que los que se jubilan
o abandonan no son sustituidos por otros. No llegan ni a las 10 personas el
número de personas que se dedican todo el año al pastoreo en Gósol y los
últimos cuatro años han abandonado dos productores.
Personas que desde hace décadas pasan aquí el verano, las
navidades, semana santa, fines de semana, se quejan de que la tranquilidad que tenían
antes ha ido desapareciendo y es una situación que se ha expandido a cada vez
más meses (y se incrementa exponencialmente). Los hay que piensan en irse a
otro lugar.
En solo cuatro años he visto cómo decenas de personas que
vinieron a vivir aquí, marchaban. Quién se muda a un pueblo debe interiorizar que no dispondrá de los
mismos servicios y prestaciones que en una ciudad. No obstante, un
habitante rural tiene (o debiera) los mismos derechos y obligaciones que uno de
ciudad. Lógicamente, la idiosincrasia de una persona de ciudad es diferente a
la de las gentes de pueblo (ni mejor, ni peor, diferente).
Aquel que se muda a un pueblo sin tener
familia o amigos allí, es bien probable que se enfrente desde el principio a un
hándicap: ESTÁ SOLO.
Dependiendo del nivel de sociabilidad y de abertura de los habitantes y del recién
llegado, el plan tendrá un desarrollo favorable y se quedará, o fracasará.
Encontrarse sin acompañamiento ante cualquier dificultad
en un lugar situado a 40 minutos del primer pueblo donde puedas comprar una
bombilla, es sinónimo de problemas gordos, calamidades e infelicidad asegurada.
El cambio de algunos aspectos de la vida en Gósol son indispensables si se
quiere que la gente se quede definitivamente. Gósol se juega el seguir
existiendo cómo lugar donde se VIVE y no, en esencia, cómo circo o lugar de
vacaciones.