Una hembra de ánade azulón (Anas platyrhynchos). La especie mantiene una población residente en los ríos Besós, Congost y Mogent que se vio afectada en plena temporada reproductora por el incendio de Montornés del Vallés. Las noticias pasaron olímpicamente de las aves acuáticas de los ríos. Todas habrán ingerido las sustancias tóxicas vertidas.
En lo que llevamos del
siglo XXI los ricos han utilizado cualquier medio y canal con el que conseguir
estar a sus anchas, crear un ecosistema perfecto en el que poder obrar
cómodamente, con todas las variables posibles de la ecuación controladas. El
poder en mayúsculas ha inspirado y desplegado la distopia en cualquier ámbito
de la sociedad, sea el privado o el público.
Hubo un tiempo en que
las administraciones públicas defendían al funcionario que actuaba según la
legalidad vigente ante intereses privados o públicos no adecuados al derecho. El
funcionario, teóricamente, debe denunciar las ilegalidades, atañan o no a
superiores o a ricos megapoderosos, y las administraciones públicas protegerlo
en estas circunstancias. Por eso, una de las chinas en el zapato del oligarca
siempre han sido los funcionarios que, defendiendo el interés general, el
estado de bienestar y las leyes y normas, obstaculizaban sus actividades irregulares
o ilegales mediante los cauces del procedimiento administrativo u otros
contemplados por la legalidad.
Una vez superada la
transición, los sirvientes fieles del oligarca, los políticos, siguieron la
senda de las externalizaciones y la privatización de los servicios públicos.
Hoy en día todos beben de ese manantial y el agua acaba en asociaciones,
fundaciones y empresas. La clase política ha convertido la externalización
en una adicción enfermiza en el transcurso de los últimos años.
No contentos con
ello, desde tiempos de Rajoy a ahora, dejaron de convocar oposiciones y
convirtieron las administraciones públicas en coladeros para personas afines
(militantes de partidos, familiares u otros bichos) que acabaron convirtiéndose
en funcionarios públicos por la puerta de atrás, de forma irregular, sin
superar ninguna oposición. Parte
de ellos escalaron hasta puestos altos mientras los funcionarios de carrera,
con años de experiencia, se quedaban con un palmo de nariz, viendo cómo ahora
de jefes tenían a personajes con grandes lagunas de conocimientos sobre la
legislación que rige la administración pública. Por no conocer, hasta el
procedimiento administrativo se ha convertido en una región inexplorada por los
nuevos.
Si, amiguetes, están
desmantelando la base del estado del bienestar: las administraciones públicas. El freno motor apenas funciona y los desalmados
corren libres. El freno de mano y el del pie, van así, así. Porqué además han
ido cambiando también procedimientos administrativos, normas y leyes, todo al
gusto de los señores feudales del siglo XXI.
Hoy en día es una
utopía que las administraciones públicas respeten las normas y las leyes. Es una utopía imaginar que velaran por el medio
ambiente y la salud, que se preocuparan por las vidas de las personas. La
distopia reina: las administraciones públicas protegen los intereses de los
oligarcas y los defienden públicamente.
El otro paso que quedaba
por dar es historia. Consiguieron que la voz del pueblo, la de las
asociaciones y colectivos que forman el tejido social, esté ausente, sea insípida
o conlleve un mensaje adaptado a sus negocios, en la mayoría de las ocasiones.
Los actos de protesta, denuncias o similares fueron sustituidos por unos pocos
mensajes en las redes sociales, cada vez más manipuladas por los infiltrados
políticos y otras gentes de mal vivir.
La distopia no es
el futuro, es el presente.
OTRO ATENTADO AMBIENTAL MÁS
La cigüeñuela común (Himantopus himantopus) es una especie incluida
en el Anexo I de la Directiva Aves, la categoría máxima de protección de esta
normativa europea. El tramo final del rio Congost y el del Besós comprendido
entre el nacimiento y Montcada de Reixac son zonas de cría.
El viernes 18 de
marzo de 2022 Montornés del Vallés sufrió otro incendio más causado por unos
bidones de sustancias tóxicas, peligrosas para el medio ambiente y la salud de
las personas.
Montornés del Vallés es
un municipio que dista unos 15 kilómetros de Barcelona ciudad en línea recta. No
obstante, la información ofrecida por los periodistas y las administraciones
públicas fue gravísimamente pobre y sesgada. Se atribuyó el inicio del fuego
a unos bidones con disolventes para pintura almacenados en el exterior. El
incendió acabó calcinando tres naves industriales y afectó a una cuarta, todas
localizadas en la calle Antonio Machado. Los periodistas narraron que el
incendio supuso el vertido de residuos tóxicos en el rio Besós y la muerte de
multitud de peces y tortugas autóctonas.
Extrañamente, nadie menciona
el nombre de la empresa en la que se desencadenó el incendio. Nadie nos aclara
las sustancias concretas que se quemaron.
Cómo estaba sumamente
interesado en conocer cuál fue la empresa culpable, indagué en periódicos,
radios, televisiones (TV3 y otras), en el twitter de los bomberos, en
grupos Facebook, administraciones públicas, etc. El resultado fue que
en ningún lugar constaba el nombre de la empresa. Olía a cuerno quemado.
En pleno estado de
obcecación revisé videos y fotografías que usuarios a título personal o
periodistas habían colgado en relación con el incendio. No había forma de ver cuál
era la empresa. Es más, la información gráfica de los periodistas estaba tan restringida
que era harto difícil localizar el lugar concreto de los hechos. Finalmente,
tirando del Google maps, utilizando la opción satélite y girando hacía
todos los ángulos al mismo tiempo que confrontaba la imagen con las fotografías
y videos, logré situar el incendio en una manzana de forma inequívoca.
Fijaos que uno tiene que
convertirse, prácticamente, en detective para dar con la localización del
incendio. La información ofrecida por los diferentes medios periodísticos es
homogénea, altamente sesgada y el tema se extinguió en poco tiempo: el
sábado la mayoría de los medios periodísticos dejaron de publicar información
al respecto.
¿Por qué tanta
opacidad? ¿Se está protegiendo a alguna empresa especialmente? Pues no lo se. Google maps señala dos
empresas de logística (Cárcaba Barcelona, S. L. y Gizani Translogistics S. L.)
y otra que entiendo que se dedica al arreglo de vehículos (Tallers Manteniment
i Medi Ambient). Pero también hay una cuarta no rotulada o referenciada en
el Google maps que solamente se observa cuando vemos la fachada de la
nave: FERROVIAL.
Aún destaca otra cosa
más rara: los periodistas al referirse a la empresa donde se inició el incendio
hablan de una empresa de pinturas.
Huele
francamente, mal, muy mal.
Otros detalles tampoco acaban
de quedar claros. El incendio no se situó al lado del rio Besós, sino que los
ríos más cercanos se encuentran en línea recta a unos 500 metros (el rio
Mogent) y a unos 700 metros (rio Congost), a más de 1,5 km del punto más cercano
del rio Besós, que es el nacimiento de este curso fluvial. No ha existido ninguna
información que hable sobre el vertido y afectación en los ríos Mogent o
Congost pero al menos es de suponer que por uno de los dos debió pasar el
vertido antes de llegar agua abajo hasta el rio Besós.
Otro tema que ruboriza ha
sido la falta completa de referencia a que los tramos de Montornés del Vallés
del rio Congost y el rio Mogent, y la parte del rio Besós comprendida entre su
nacimiento (Montornés del Vallés y Montmeló) y Sant Fost de Campsentelles y
Mollet del Vallés, forman parte de la Red Natura. Son espacios naturales
protegidos a escala europea, entre otros motivos, por la presencia del galápago
leproso (Mauremys leprosa), una tortuga declarada de interés
comunitario. Las tortugas son, junto con los peces y los anfibios, los
grupos de vertebrados que más han pringado. No pueden escapar ante estos
episodios.
Estamos ante un nuevo
atentado ecológico sobre este ecosistema fluvial protegido a nivel europeo. La verdad es que protegieron estas zonas en su día
porqué la Unión Europea amenazó con sancionar a la Generalitat por no presentar
un % suficiente del territorio protegido cómo Red Natura. Protegieron el dominio
público, lo cual fue muy cómodo de cara a no entrar en disputas con propietarios
privados, pero en realidad, ninguno
de los municipios señalados ni tampoco la Generalitat de Catalunya (la
competente) ha tenido nunca el más mínimo atisbo de respeto o sensibilidad por
la biodiversidad de estos tramos fluviales. Los incendios y sus
actitudes son otra prueba más de lo expuesto.
Aguas más abajo, a 8 kilómetros
de distancia lineal del incendio, fuera de la Red Natura, en un tramo del rio
Besós que no está protegido, el único ayuntamiento que alzó la voz crítica sobre
el pasado incendio fue el de Montcada y Reixach. En Montornés del Vallés, donde
gobierna el mismo partido que en Montcada y Reixac, decidieron no salir en la
foto. El resto de los municipios afectados, todos calladitos.
El efecto del
vertido ha afectado a los 18 kilómetros del rio Besós.
Al margen de la
contaminación provocada por el incendio en el rio y el mar, existió la del
aire. En efecto, las sustancias tóxicas del incendio llegarían hasta la
desembocadura del Besós (Sant Adriá del Besós y Barcelona). Además, todos
los periodistas obviaron informar acerca del impacto o del riesgo sobre la
salud humana. El
tema que más preocupa a los ciudadanos, lo evitan. No me gustaría
imaginar que cualquier información que potencialmente pueda desencadenar la
alarma social en detrimento de los intereses de unos pocos ricos, fuera censurada.
Sin embargo, las administraciones públicas les quitan hierro a estos
episodios, en vez de alertar a sus ciudadanos con la intención de protegerlos ¿Por qué iba a pensar bien?
He hecho una pequeña recopilación de enlaces a noticias sobre el suceso, por si sentís ganas de contrastar el contenido de este post o queréis ampliar la información y, de paso, así quedan retratados unos cuantos:
https://elmon.cat/societat/incendi-montornes-del-valles-mobilitza-dotacions-bombers-385061/
https://www.vilaweb.cat/noticies/video-bombers-controlat-incendi-naus-poligon-montornes-valles/
https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20220319/aparecen-peces-muertos-besos-incendio-13399370
TRES AÑOS ANTES
El incendio no es un
hecho aislado. En diciembre de 2019 se produjo otro incendio en un polígono
en el mismo Montornés del Vallés. Perro Verde publicó el 15 de diciembre de
2019 el siguiente post sobre el mismo:
Desastre ecológico en
el rio Besós
https://perroverdeweb.blogspot.com/2019/12/desastre-ecologico-en-el-rio-besos.html
Aquella vez los
periodistas proporcionaron los detalles que no les dejan publicar ahora: nombre
de la empresa y etc. También en aquel entonces reaccionaron pública y
críticamente en público desde más de una alcaldía. En tres años el cambio es descarado al comparar
las noticias y las reacciones políticas en uno y otro suceso ¿Qué ha pasado?
Aquello acabó en
fiscalía. Estaría bien conocer la sentencia y la pena impuesta, al efecto de
comprobar el coste que supone un grave atentado contra el medio ambiente y la
salud pública. Es de interés general saberlo.
¡Por supuesto!
¡La censura no
existe y ganamos libertad!
¿MALA SUERTE?
La vida son
probabilidades. La mala o buena suerte es el consuelo de los tontos. Que en
tres años hayan acontecido dos incendios peligrosos de sustancias tóxicas en el
mismo municipio no encaja. La verdad es que en el Vallés ha habido mucha
relajación en los últimos tiempos. Es normal que la Generalitat y los
ayuntamientos otorguen permisos de almacenamiento de sustancias tóxicas en
exteriores por períodos cortos de tiempo (6 meses) que después se pueden
prorrogar.
Otro rasgo
circunstancial que ilustra sobre la temeridad e imprudencia de las
administraciones es que el
incendio de hace unos días se produjo a escasos metros de una gasolinera. Tal vez algunos os preguntéis ¿Bidones de disolvente
almacenados a pocos metros de una gasolinera y encima en exteriores de la nave?
La otra variable que ilustra la medida del riesgo es que a unos 120 metros
de las naves quemadas hay un barrio residencial ¿Estamos locos?
Existe una incapacidad y
una desidia casi psicópata en el control de los riesgos y la permisividad. Al
fin y al cabo, los gestores públicos y sus amos oligarcas decidieron y
deciden que el Baix Vallés sea quién cargue con los riesgos y las enfermedades
del progreso. Es una zona poblada, básicamente, por inmigrantes andaluces,
extremeños, gallegos, africanos, etc. y su descendencia. En definitiva, son los
que hay quienes etiquetan cómo “nouvinguts (nuevos venidos)” que siguen siendo
la mano de obra barata.
No es mala suerte
sino de donde provienes.
EL AGUA HA RECUPERADO EL COLOR
Al día siguiente del
incendio, tras haber visto los ciudadanos las imágenes de toda la mortalidad de
peces y tortugas, la Agencia Catalana del Agua y el Consorcio Besós Tordera
decían que el rio Besós exhibía su color habitual, entre otras palabras, y en Europa Press hacían
un titular de ello. Lo tenéis aquí:
El rio Besós presenta su “color habitual” tras el
incendio de Montornés (Barcelona), según la ACA.
Algunas emociones nos
hacen poner colorados, al llenarse de sangre los vasos capilares de la cara.
Una de ellas es la vergüenza. La falta de vergüenza es incolora e insípida.
Otra emoción que nos hace enrojecer es la ira. Se siente, por ejemplo, cuando nos
pretenden engañar menospreciando nuestra inteligencia.
CONFUNDIENDO A LA GENTE
Puse atención en la
noticia que ofreció el Telenotícies de TV3 sobre el tema el 19 de
marzo. La reportera (Cori Calero) intentaba guiar la atención del espectador
hacía unas soluciones para evitar la contaminación del rio por episodios de
incendio industrial. Digo intentaba…porqué algunos no picamos.
En estos episodios, las
sustancias tóxicas del incendio se mezclan con el agua utilizada por los
bomberos y pasan a desembocar directamente a los ríos, mediante las
canalizaciones y otros circuitos (p. ej. los desguaces de los patios de las
industrias).
La primera solución que nos
vendían en el Telenotícies es la instalación de circuitos y
depósitos en los polígonos, a efecto de recoger las aguas que sobresalgan de
las industrias y evitar así que lleguen al rio. Poniéndonos en que esa
fuera una solución válida, todos sabemos que mantener los circuitos de
desagüe limpios y desembozados a fin de que sean operativos no se cumple ni en
las ciudades ¿Por qué iban a estar en perfecto estado en un polígono con
kilómetros de trazado e infinidad de salidas de agua a mantener de forma
privada? Es, sencillamente, una utopía.
La proposición me
suscita una pregunta ¿Lo van a pagar además los empresarios? ¿O volveremos a
pagar sus costes los ciudadanos igual que pasó y pasa con la depuración de las
aguas industriales?
La segunda solución
esgrimida por Cori Calero es la revegetación del rio Besós con bosque de ribera
con el objeto de que el rio sea más resiliente ante estos atentados ecológicos. La resiliencia de un ecosistema fluvial es la
capacidad que tiene de recuperarse tras, llamémosle, un altercado natural o
artificial.
En resumen, una variable
que despejaron fuera de la ecuación desde el Telenotícies fue el almacenaje
de residuos tóxicos más que cuestionable y el incendio no excepcional sino
reiterado dos veces en tres años en un mismo municipio. No quisieron entrar
en la causa de los problemas que es, precisamente, la que se tiene que abordar ¿Qué hacían sustancias tóxicas
peligrosas e inflamables en un lugar inadecuado y sin las medidas oportunas?
La solución pasa por evitar esos almacenamientos y el riesgo sobre el medio
ambiente y la salud humana.
La otra variable: la repercusión
sobre la salud humana la menospreciaron.
Sólo una mente
inmadura e infantil se tragaría que el bosque de ribera podría evitar la mortandad
de peces, tortugas, invertebrados, anfibios y otros grupos faunísticos derivada
de un incendio de sustancias tan tóxicas y el vertido en el rio.
La noticia entera la
visionaréis mediante este enlace:
Peixos morts i
escuma al Besòs després de l’incendi en una empressa de dissolvents a
Montornés. Telenotícies TV3.
Cuanta paciencia tenemos…lo cierto es que estas sustancias no tendrían que almacenarse al aire libre, cerca de núcleos poblados y sin medidas adecuadas. Si las administraciones públicas protegieran la seguridad del ciudadano, el medio ambiente y la salud, y no fueran cómplices de las industrias, no sucederían estos atentados con tanta frecuencia. Si fuera más fácil encontrarse con periodistas con vocación incontestable de servicio a la sociedad, preocupados, sinceramente, por la salud y el medio ambiente, nos iría mejor.
Los oligarcas no cambiaran a mejor y, por extensión, tampoco la inmensa mayoría de los políticos y los periodistas. Nos queda a nosotros la decisión de actuar de forma comprometida con el futuro. Eso pasa por utilizar cuantos menos productos tóxicos mejor:
- Usar productos de higiene personal y de limpieza seguros, sin derivados del petróleo.
- No usar biocidas peligrosos.
- Dejar de usar los ambientadores de química de síntesis y pasar a emplear los de origen estrictamente natural.
La lista es más larga y existen alternativas sanas y seguras para todo.
El incremento de consumo
de productos con derivados del Petróleo (benceno, tolueno, etc.) implica que
existan más almacenamientos potencialmente capaces de provocar un desastre ecológico
con repercusiones en las personas. Producirlos ya supone de por si la contaminación del
medio ambiente y obrar en contra de nuestra salud.
La otra tarea que nos
queda es ser aceradamente críticos con quién pone en riesgo nuestra salud y el
medio ambiente, y con aquellos que les secundan o ayudan.