A propósito de la película sobre Billie Holiday de este año, me apetece
recordar la letra de Strange fruit, una canción bellísima. Es una crítica acerada y descarnada de los ahorcamientos de gente
de color en Estados Unidos que utiliza un tono poético de una sensibilidad conmovedora.
Billie, al grabarla y cantarla, se convirtió en un icono entre la gente de
color y a su vez en diana del gobierno estadounidense que dedicó infinidad de
esfuerzos y medios para perseguirla y acallarla. El carisma indomable e
irreverente sigue siendo peligroso para aquellos cuya inteligencia y
mediocridad queda expuesta.
Los árboles del sur dan una fruta extraña
Sangre en las hojas y sangre en la raíz
Cuerpos negros balanceándose en la brisa del
sur
Extraña fruta colgando de los álamos
Escena pastoral del sur galante
Los ojos saltones y la boca torcida
Aroma de magnolias dulce y fresco
Entonces el repentino olor a carne quemada
Aquí hay una fruta para que las cornejas(1) la arranquen
Para que la lluvia se junte
Para que el viento lo chupe
Para que el sol se pudra
Para que el árbol caiga
Aquí hay una cosecha extraña y amarga
Autor de la canción: Abel Mereepol (judío y blanco).
( (1) Es muy frecuente que se traduzca erróneamente del inglés la palabra Crow cómo cuervo, cuando este, en verdad, es el nombre de la corneja. Cuervo en inglés es RAVEN.
En posts de los pasados octubre y noviembre (El protocolo de SQM gallego (I), (II) y (III)) me centré en el Protocolo gallego de atención a las personas afectadas por Sensibilidad Química Múltiple (SQM). Quise resaltar que en la única comunidad autónoma de toda España donde existe un protocolo para cualquier tipo de atención sanitaria del enfermo de SQM gobernara el PP, atendiendo a que las políticas progresistas se esperan, mayormente, de los partidos que se auto-etiquetan en la izquierda.
Al mismo tiempo, insistía
con fervor en lo fácil que es aplicar un protocolo de estas características. Cómo
quise dejar claro anteriormente, el hecho de que no se aplique en prácticamente
la totalidad de España se fundamenta en que los responsables políticos y
sanitarios no destacan por su humanidad. No responde a un argumento económico. No requiere
inversión presupuestaria; sólo de empatía, sensibilidad, humanidad y un mínimo
de voluntad.
El caso es que en las
últimas dos semanas sucedió un hecho en Galicia que viene al hilo,
precisamente. El hecho es que el protocolo no se aplicó con una enferma y no
es la primera ocasión que a esta u alguna otra persona le ocurre en Galicia.
Voy a utilizar este y otro caso ya que van de perlas puesto que ilustran las
consecuencias de no aplicar un protocolo de SQM durante la atención sanitaria.
Las protagonistas son dos mujeres gallegas enfermas de SQM que narraron parte
de su experiencia en dos posts publicados en el grupo Facebook SQM
España.
Cuando se dan estos
episodios, aparte de la reclamación pertinente, existe otro camino casi obligado.
Se deben denunciar públicamente los hechos y eso es lo que hicieron estas dos
mujeres. La denuncia pública es esencial y los ciudadanos tienen que
acostumbrarse a utilizarla regularmente, con el fin de que los abusos, negligencias o falta de profesionalidad de la
sanidad pública queden expuestos a todo el mundo. Lo mismo da si el que lo
hace mal es el partido que te gusta o el que odias. Ante un problema de este estilo, hay que recurrir a la denuncia pública.
En los posts hay dos
fotografías que demuestran las consecuencias físicas de que no fueran atendidas
profesionalmente desde la sanidad pública gallega, aplicando el protocolo de
obligado cumplimiento. El primer post es el siguiente:
SINO SE CUMPLE NO NOS VALE (21 de noviembre de 2021)
https://es-es.facebook.com/permalink.php?story_fbid=7064901090190455&id=531523880194908&__tn__=-R
Recomiendo encarecidamente
que hagáis clic sobre la fotografía y de esta forma veréis los detalles de
parte de las consecuencias. Es
bien notorio el enrojecimiento de la piel (eritrodermia), la reacción que le
propiciaron las sustancias a las que no debió ser expuesta ni tan siquiera unos
pocos minutos. La eritrodermia es una de las manifestaciones clásicas de un
enfermo de SQM.
Pese a todo, en una
fotografía no es posible percibir la inflamación real de la piel, la
desfiguración que conllevó la exposición a tóxicos que sufrió la mujer en cuestión.
Tampoco, obviamente, podemos hacernos una idea del resto de síntomas
desencadenados por los tóxicos a los que el servicio sanitario público gallego
expuso a la mujer al no aplicar el protocolo de obligado complimiento. Hablo,
por ejemplo, de las sibilancias audibles y la dificultad para respirar, y los
problemas neurocognitivos (de atención, concentración, etc.).
Ahora vamos al post de la otra enferma de SQM gallega:
¿NEGLICENCIA O
DESIDIA? (22 de noviembre de 2021)
En este post no
necesitaremos ampliar la fotografía porqué la inflamación del abdomen es tan
exagerada que nos hará pensar en un embarazo. Os aclaro que la mujer de la
fotografía no estaba embarazada y, además, no padecía dicha inflamación en el
abdomen antes de entrar en las dependencias sanitarias. La inflamación del
abdomen es otra de las consecuencias típicas que manifiesta un enfermo de SQM
cuando sufre una exposición a sustancias no toleradas.
La realidad queda
constatada. En Galicia la aplicación del protocolo no se está cumpliendo siempre,
hecho más que censurable y criticable porqué conlleva consecuencias que a veces
pueden ser crónicas. Considerando
que las enfermas de SQM tienen unas limitaciones cotidianas y una calidad de
vida deplorables, no es que estén haciendo leña del árbol caído, sino que,
actuando de esta forma, literalmente, lo queman enterito.
Se deben corregir, pues,
los cauces administrativos y articular los procedimientos necesarios que
garanticen el funcionamiento correcto del sistema sanitario en ese sentido.
El resto de España
no tiene un protocolo de este calibre
Ahora os pido que
penséis en la situación de la mayoría de los enfermos de SQM (el 80% mujeres)
que viven en el resto de las comunidades autónomas en las que no existe ningún
protocolo de atención a los enfermos de SQM y además, aun pidiéndolo, se les
niega desde las instituciones públicas.
En Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Catalunya, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Islas Baleares, Islas Canarias, La Rioja, Murcia, Navarra y País Vasco no existe un protocolo oficial de atención a los afectados de SQM de obligado cumplimiento en cualquier tipo de atención sanitaria.
Por extensión, el Ministerio de Sanidad no ordena nada en este sentido
ni lo piensa hacer y el Ministerio de Igualdad no muestra interés ni
implicación.
Ciertas
asociaciones…
En efecto, esta es la realidad y ciertas asociaciones que
dicen representar a enfermos de SQM y otros de los síndromes de la
sensibilización central andan empeñadas en divulgar hechos no ciertos, basándose en fuentes no oficiales y sin contar
con la opinión y experiencia directas del grueso de los enfermos. Al parecer de
lo que han publicado últimamente, el personal de las juntas de esas
asociaciones no se mantuvo atento a lo largo de los últimos años a las críticas
constantes de los enfermos en sus redes sociales en referencia a lo que hacen
las comunidades autónomas con la SQM.
Después de haber publicado
hechos no ciertos y recibir críticas en abierto por este motivo, hay quiénes aún
esperamos una rectificación pública. Sería cosa de sabios. No obstante, cómo les han llovido las pedradas
incluso en su grupo Facebook y no lo hacen, y ante esos determinados
esfuerzos que causan alegría y regocijo entre los políticos gobernantes y más
pesar a los enfermos, no puedo más que dejar que se me despierte el ánimo de coger
el bisturí y diseccionar en profundidad, cosa que haré próximamente.
Corriendo un estúpido
velo, de momento, cambio a otra vertiente.
El resto de los
interlocutores sociales y demás
Estamos al tanto de que los
medios periodísticos, el colectivo feminista y los partidos que presumen ser de
izquierdas hablan del maltrato a las mujeres constantemente. Lo encuentro
acertado. Sin embargo, llama la atención
con estridencia que solamente se refieran públicamente con énfasis a aquellas
tipologías de maltrato que no causan graves molestias a los macrointereses
económicos. Así es. Centran su preocupación en el maltrato doméstico, en el
del ciudadano de a pie. No cargan contra el maltrato institucional o el de
las grandes empresas. Es
una valentía bien medida, acobardada o tal vez acomplejada, con la que sacar pecho ante la galería.
Perro Verde condena
cualquier forma de maltrato: el doméstico, el del ciudadano de a pie, por
supuesto, y también el perpetrado por las instituciones públicas, o el
orquestado desde los grandes intereses económicos. Duele y escuece el olvido selectivo de quiénes presumen de
lo que carecen y de aquellos que les ayudan con el disfraz del engaño.
Un final feliz
Hace unos días estaba a
punto de colgar este post y me llegó una noticia de última hora sumamente
positiva que le da un giro total. La enferma gallega que describía su
desagradable experiencia (la del post SINO SE CUMPLE NO NOS VALE) publicó
otro posterior en el sentido contrario.
Os explico. María
Argentina tuvo una visita médica posterior a la de la experiencia negativa. Durante la
visita posterior le aplicaron a la perfección el protocolo de SQM y la trataron
de maravilla. Cómo bien decía ella, hay que explicar lo malo y lo bueno. Es
idónea la denuncia pública y justo es que la felicitación también se aplique. El
enlace a la historia lo tenéis aquí:
ASÍ SÍ (5 de diciembre de 2021)
https://es-es.facebook.com/permalink.php?story_fbid=7148125718534658&id=531523880194908&__tn__=K-R
La ocasión creo que
merece doblemente el reconocimiento público ¿Por qué? Porqué suele pasar que
a las personas les ciegue el orgullo y les cueste enmendar el error. Esta
vez fueron sabios; se lo tomaron con deportividad y rectificaron una forma de
proceder errónea...ese es el camino. Ya quisiéramos en Catalunya y el resto
de las comunidades autónomas gozar de esa actitud en la sanidad pública con
respecto a los enfermos de SQM.
Existe otra razón más
que me empuja a resaltar esta experiencia positiva. Los enfermos de SQM
raramente reciben un trato digno y hasta son motivo de la condescendencia altanera y las
represalias cuando se quejan por el maltrato que se les depara. Es de justicia,
por mucho que escueza a tantos, subrayar la humanidad, el sentido común y la
profesionalidad en la sanidad pública de una comunidad autónoma.
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