Los municipios explotan muy
bien el sello de pertenecer a un espacio natural protegido, persiguiendo el
beneficio turístico. Ahora bien ¿Actúan con coherencia y son ambientalmente
responsables?
Dicen que los catalanes somos diésel: damos muchas vueltas y
gastamos poco. No es una mala filosofía. Sin embargo, no conviene llevarla al
extremo.
Desde hace algunos días pasear por el entorno urbano y periurbano de Gósol significa inhalar olor a gasóleo. Una ciudadana con complicaciones pulmonares llamó alarmada al Ayuntamiento preguntando que producto estaban utilizando. El Ayuntamiento le confirmó que estaban dando una capa generosa de gasóleo mezclado con otras sustancias al mobiliario de madera (barandillas, bancos, etc.) distribuido por el interior del núcleo urbano y por diferentes ubicaciones visitadas con frecuencia por los ciudadanos en sus excursiones.
El viernes pasado había una chica acometiendo la tarea, brocha en mano, cubo en la otra y sin ir
equipada con ningún EPI (Equipo de Protección Individual): ni mascarilla, ni
guantes, a pelo ¿Respeta la normativa de riesgos laborales el Ayuntamiento?
Esta semana celebrarán el Día de
la Mujer sin ningún tipo de rubor.
El resto de los días no toca.
Las consecuencias
El embadurnado de los bancos en la entrada del pueblo tuvo el efecto
secundario de pringar la acera con manchas oleosas repugnantes.
La peste del mobiliario embadurnado del repugnante gasóleo se
percibe a más de 100 metros, lo que indica que se están liberando compuestos
orgánicos volátiles (hidrocarburos aromáticos). La persistencia del producto es tal que esa liberación seguirá
existiendo durante meses (tal vez años) con la intensidad suficiente como para
ser percibida, dependiendo de las condiciones atmosféricas. Por supuesto, existe
la liberación que nuestro olfato no percibe, que también puede significar daños
a la salud y en el medio ambiente.
Más gravedad toma el asunto cuando caemos en la cuenta de
que los bancos, barandillas y papeleras impregnadas de esa porquería van a ser utilizados por gente mayor,
mujeres, niños, etc. La gente (residentes y turistas) va a inhalar
esa sustancia, la va a tocar y se llevará partículas pegadas a la ropa.
Sobre los riesgos para la salud de los hidrocarburos
aromáticos (incluidos en el gasoil) se han llevado a cabo infinidad de trabajos
científicos demostrativos y se han tenido que admitir, en parte, por los organismos estatales y no estatales, pese a las presiones de la industria petroquímica
en sentido contrario. En el saco de las consecuencias se encuentran el cáncer y
tantas y tantas otras enfermedades emergentes. Ni que decir tiene que hay enfermos
de Sensibilidad Química Múltiple que contrajeron su enfermedad mientras estaban expuestos a hidrocarburos.
Entre la multitud de trabajos científicos centrados en la
temática, he elegido uno fácil de leer, relativamente reciente, que os quiero
reseñar. Se trata de una síntesis de investigaciones llevadas a cabo con la exposición
de trabajadores al aire libre:
Zubizarreta Solá, A., Martínez Menéndez, J., Rivas
Pérez, P., Gómez Iglesias, S. & Sanz Borrás, A. 2018. Revisión de la
literatura sobre efectos nocivos de la exposición laboral a hidrocarburos en
trabajadores en ambientes externos. Medicina y Seguridad del Trabajo, 64
(252).
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0465-546X2018000300271
Otro aspecto grave del gasoleado de Gósol es la contaminación
del suelo y las aguas subterráneas por el combustible. Al ser mobiliario situado al
aire libre, en momentos de lluvia o nieve, se van a liberar partículas que van
a pasar a la tierra, a la vegetación, y van a ser arrastradas por aguas de escorrentía,
filtrándose hasta el subsuelo. Raro será que tarde o temprano no lleguen esas
partículas contaminantes a los acuíferos. Hablamos de sustancias persistentes y
peligrosas para la salud.
Sobre el particular, cabe remarcar que el mobiliario
tratado también se encuentra en entornos de pastos y lugares en los que la ganadería extensiva
formada por caballos, vacas, cabras y ovejas se alimenta. Por un lado, hay
gente comprometida en la comarca del Berguedà (y en Gósol) con producir carne
de calidad, de ganadería extensiva, pero por el otro la propia administración pública local comete este atropello que pone en entredicho todo.
Reincidentes
No es la primera vez que acontecen hechos de irresponsabilidad
total protagonizadas por parte del personal del Ayuntamiento que ponen en
riesgo la salud de las personas y el medio ambiente, y que no se ajustan a la
legalidad. Perro Verde dio cuenta de ello el 13 de mayo de 2021:
El vertedero de Gósol
https://perroverdeweb.blogspot.com/2021/05/el-vertedero-de-gosol.html
A tenor de los diferentes episodios acontecidos entre el
2020 y el 2022, el Ayuntamiento podríamos pensar que está por la labor de hacer que Gósol pase de ostentar
el privilegio de ser un entorno saludable para convertirse en un lugar insano. Es
algo estúpido puesto que la economía del lugar se basa, principalmente, en el turismo
de naturaleza. Más todavía cuando más de la mitad de los políticos del
Ayuntamiento viven del turismo. Los lectores catalanes pensaran al leer esto —S’han
begut l’enteniment (¿Se han bebido el entendimiento)? La suma de hechos
apunta a la temeridad imprudente, a una conducta que roza la psicopatía y pone
en riesgo a los demás.
Es jocoso que Gósol disfrute de tres regidores y un alcalde
(4 políticos) siendo siete los trabajadores del Ayuntamiento. El 36% del
personal son políticos, el vivo ejemplo de una pirámide ilógica al estilo cañí,
habiendo pocos trabajadores en relación con el número de responsables. La proporción
de cargos electos respecto a la población de Gósol es de 1 cargo electo cada 52
habitantes. Ante tanta concentración cabe preguntarse ¿De qué nos sirve?
Supongo, y espero, que tarde o temprano les llegue este post y lo lean. Con esa esperanza voy a explicar brevemente a continuación, tal cual Barrio Sésamo, la utilidad del gasóleo y el por qué no se tiene que aplicar en mobiliario urbano.
- Primeramente, el gasóleo es un combustible. Se utiliza en calefacciones y también en los vehículos a motor (en las bicis, patines y monopatines, no). Es esencial introducirlo en los depósitos, nunca en las ruedas de la maquinaria. Tampoco se debe rociar la ropa, introducirlo en la nariz o las orejas, o bebérselo.
- En segundo lugar, el uso del gasóleo está regulado por una normativa severa ¿Lo saben?
Evidentemente, considero que están por encima de todo. Lo mismo
les da tener un residente con Sensibilidad Química Múltiple (SQM) al que le
están poniendo muy difícil poder moverse por el pueblo o los alrededores con
esta mierda de gasoil. Tienen también desde hace bastantes años una enferma de
SQM que pasa fines de semana y vacaciones en el camping del pueblo, buscando
una mejora en la calidad de vida en un ambiente, a priori, saludable. Por ese motivo viene a Gósol. Están al tanto de todo y demostraron, previamente, que les daba igual con la gestión de los residuos.
Este
año el Ayuntamiento volverá a dárselas de solidario participando en La Maratón de TV3.
El
resto del año se puede ser mala persona.
¿Repercusiones?
Un ciudadano trasladó mediante instancia aquel asunto del
vertedero de Gósol a la Agencia Catalana de Residuos y nunca obtuvo respuesta. Es
una agencia…pero de ¡RESIDUOS!
El tema acabó llegando a los partidos del Parlament y a periodistas.
¿Repercusiones? ¿Sanciones? ¿Inhabilitaciones? No le han tocado la cresta a nadie. Si, la gestión de almacenamiento de los residuos ha mejorado dentro de las instalaciones del municipio a partir de las quejas y la denuncia pública. Desgraciadamente, sospecho que es solamente por el momento. Cuando llegue primavera y verano, veremos más de lo mismo.
La última barbaridad del gasóleo provocó
que una persona residente llamara el viernes a diferentes teléfonos de la
excelentísima Generalitat de Catalunya. Hicieron con ella lo que se denomina un
Guardiola o tiki-taka: la fueron chutando de teléfono en teléfono. Así que habló
con Salud Pública y con gente del Departament de Acción Climática, Alimentación
y Agenda Rural (los de ERC directamente se han cargado las palabras Medio Ambiente).
Un funcionario se escandalizó, una auxiliar, por el contrario, se dedicó a
decir algo así como que si lo hacía el Ayuntamiento la Generalitat no se podía
meter y, en definitiva, acabaron por decirle que llamara el lunes que es que ya
plegaban.
Pecaron de transparencia, se les veía el plumero.
¡¡Ya pueden lanzar uranio enriquecido para acabar con
los invertebrados de la madera del mobiliario urbano de Gósol!!
¡La Generalitat no moverá ni un maldito dedo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.