La sequía acuciante que estamos sufriendo es un tema regular en los informativos, en la calle, en las redes sociales y en cualquier ámbito social. El déficit hídrico se está dejando notar incluso en zonas del norte caracterizadas por una alta precipitación anual. A esto hay que sumarle las altas temperaturas ya que solo hemos tenido cuatro días de frio intenso y el resto del invierno y el otoño han sido cálidos.
La consecuencia
de esta suma de hechos es que nuestros campos y bosques se encuentran en un
estado crítico. En Catalunya tenemos a día de hoy una situación altamente
preocupante para la época y ya se están produciendo incendios forestales. No en
vano, el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda rural a día 12
de marzo muestra el siguiente mapa de predicción del peligro de incendio.
https://agricultura.gencat.cat/ca/ambits/medi-natural/incendis-forestals/mapes/mapa-perill-incendi/
Las atípicas altas
temperaturas de los últimos días han estado propiciadas por un fuerte viento de
poniente cálido y seco. En resumen, tenemos unos hábitats que actualmente están
resecos por el déficit hídrico, a punto de incendio, y con unas circunstancias
más que adecuadas, lo cual potencia el riesgo de fuego forestal y la probabilidad de que se extienda de forma
inusualmente rápida para la época.
En este escenario, la brigada municipal del Ayuntamiento de Gósol ha tenido la brillante idea de seguir con la quema de residuos vegetales mezclados con algún que otro residuo artificial (plásticos y etc.). La hoguera ha combustionado de forma ininterrumpida durante semanas pasando por diferentes fases, alternando los momentos más tranquilos en los cuales era cómo un volcán humeante hasta llegar a los más preocupantes en los que el viento avivaba las brasas hasta convertirlas en llamas.
En un último esfuerzo compatible con la adoración al
fuego, la brigada depositó recientemente todos los restos de poda de los últimos días encima
de la hoguera y alrededor, supongo que por ver si acaba prendiendo todo sin que se les pueda acusar de haberlo quemado ellos...(es el viento y el destino).
No es que estos
hechos ocurran en algún lugar recóndito de la geografía de Gósol, sino que el
espectáculo transcurre al ladito mismo de la carretera de circunvalación que
lleva al núcleo urbano y que también conduce a uno de los parajes más transitados
por los turistas (la Serra del Verd). Hace escasos días pasó por el lugar una
patrulla de agentes rurales de la Generalitat, a tocar de la hoguera
humeante. Al parecer, no era motivo suficiente para detener el coche y tomar
cartas en el asunto, de forma que la cosa ha empeorado hasta llegar al peligro
actual.
La tendencia piromaníaca del Ayuntamiento no es nueva. Anteriormente, el 13 de mayo de 2021, se dio cuenta en otro post:
El vertedero de Gósol
https://perroverdeweb.blogspot.com/2021/05/el-vertedero-de-gosol.html
Después de aquella publicación, según los rumores, el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) hizo una visita al Ayuntamiento. Los hechos se habían denunciado unas cuantas semanas antes al Seprona pero, casualidades de la vida, no se puso orden hasta que se publicaron los hechos en Perro Verde y se difundieron. Sea cómo fuere, al cabo de unos cinco días tras la publicación del post, todo aquel desaguisado se arregló: ordenaron los residuos, arreglaron el vallado, la brigada municipal dejó de quemar cosas, etc.
El ayuntamiento, después de hacer
las cosas bien durante un tiempo, ha vuelto a las andadas. Al parecer, según dice
alguno, es el alcalde (Lluís Campmajó i Puig) quién da las órdenes a los de la Brigada municipal en lo relativo
a la quema. Si es así o no, Perro Verde no lo sabe, pero lo cierto es que,
aparte del alcalde hay tres regidores en el gobierno municipal (Maria Guitart Cardona, Núria Lagé Alè y Rafel López Gómez). A uno de ellos
se le informó de los hechos y estos han empeorado. Tiren o no la piedra,
culpables hay unos cuantos.
Teniendo en cuenta que:
- Las quemas se ubican en una zona en el que el viento está siempre presente (es un cuello).
- Al ladito de la hoguera se localiza la depuradora de aguas residuales del municipio, un centro donde se almacenan residuos de todos tipos, una línea eléctrica que suministra electricidad al pueblo y un espacio natural forestal de alto valor ecológico protegido a escala europea.
¿No serán necesarios los servicios urgentes de psiquiatría por aquí arriba? Cabe remarcar que en invierno de 2021 estas prácticas institucionales de incineración
de residuos provocaron un conato de incendio que casi llega a la línea eléctrica.
De hecho, no llegó porqué hubo varios regidores que a base de extintor frenaron
el fuego.
Perro Verde sabe
que, además, hoy, una persona residente en Gósol ha informado de la cuestión a
los bomberos de la Generalitat. Veremos si alguien se persona por aquí en las
próximas horas y ponen fin a la locura.
Ante circunstancias cómo estas o peores, en Catalunya, es rarísimo que haya un expediente sancionador de una administración pública a otra, o que se suspenda de sueldo y empleo a los trabajadores públicos culpables, y extrañísimo que se inhabilite para la función pública a los responsables políticos.
La frase que
resume a la perfección las formas de gestionar lo público en Catalunya proviene
de la sabiduría rural “SE HA HECHO TODA LA VIDA”. De esta guisa, a golpe de personas así, obtenemos cómo resultado un país NORMAL ¿POR QUÉ NO SE QUEMAN LOS GENITALES?
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