domingo, 2 de abril de 2017

Gallecs ¿espacio natural protegido?


El año 1972 el estado español expropió alrededor de unos 15 kilómetros cuadrados de terrenos agroforestales muy cercanos a la ciudad de Barcelona,  situados entre 6 municipios de las comarcas del Vallés Oriental y Occidental (Montcada y Reixach, Sta. Perpétua de Mogoda, Palau-Solità i de Plegamans, Mollet del Vallès, Parets del Vallès y Lliçà de Vall).

Muestra del paisaje invernal en Gallecs
El motivo de dicha expropiación era la creación de una gran ciudad dormitorio de más de 100.000 personas, un proyecto dantesco. La historia que ha acontecido en este lugar desde entonces ha sido convulsa, llena de tensiones y luchas por el poder político, económico y social. Todo y que se han ido sucediendo reivindicaciones sociales por la conservación de Gallecs durante décadas, la realidad nos muestra que de aquella vasta superfície expropiada hoy en dia queda nada más que aproximadamente su mitad (unos 7 kilómetros cuadrados) a salvo del cemento y el alquitrán, por el momento. Por otro lado, un eslogan hartamente utilizado durante décadas por los colectivos de defensa "Defensem la terra (Defendamos la tierra)" no suena demasiado acertado en el caso de una reivindicación por la conservación de la biodiversidad. Más bien, remite a una persona expropiada que quiere defender algo que interpreta le han quitado, o le van a quitar. Es más, esos colectivos han estado mayoritariamente guiados e integrados por personas que ni han sido ni son ni tan siquiera naturalistas aficionados, y que no llegan a reconocer siquiera los árboles más comunes del espacio.


Haciendo un ejercicio de síntesis histórica del período democrático, el estado español ya en la década de los 80s, durante la democracia, cedió la competencia de los terrenos expropiados a la Generalitat de Catalunya, y a partir de entonces y a golpe del llamado "progreso" han transcurrido diferentes etapas de construcción de polígonos industriales, barrios residenciales, infraestructuras, equipamientos (incluso un campo de tiro para las olimpiadas de Barcelona 92), etc, hasta llegar a la situación actual. Es decir, los hechos evocan aquella máxima "está atado y bien atado". Pero bien, como fruto de las mobilizaciones y de las protestas, por fin, en el año 2009, la Generalitat de Catalunya decide incluirlo en el Pla d'Espai d'Interès Natural (Plan de Espacios de Interés Natural), lo cúal le otorga un estatus legal de espacio natural protegido. No obstante, solamente protege una superfície de unos 6 kilómetros cuadrados que es finca pública, terrenos que pertenecen al INCASOL (Instituto Catalan del Suelo), y no lo propone como espacio candidato a formar parte de la Red Natura 2000. Aún así, era un comienzo, era el primer punto de inicio sólido que se había conseguido en décadas.

El regocijo y las esperanzas de los escasos naturalistas comprometidos con Gallecs crecieron entonces, las cosas parecía que podían cambiar de verdad. Además unos pocos agricultores de Gallecs ya habían reconvertido los cultivos de convencionales a ecológicos, lo que llevaba a pensar en principio que la gestión del medio seria menos drástica, otro motivo para sentirse optimista. Veamos que ocurrió después.

¿Que ha ido pasando desde su protección?
Han pasado cerca de 8 años. Cualquiera imaginaria que durante todo este tiempo los grandes problemas que sufre Gallecs habrían ido a mejor, esto cabria esperarlo en un país demócrata serio. Pero la verdad es otra. Los grandes problemas de Gallecs tienen su origen en dos grandes frentes:

1) Gallecs sufre una frecuentación humana masiva que ha ido creciendo porqué ahora está rodeado de grandes núcleos urbanos debido también a la construcción de viviendas en la parte expropiada. El uso público incívico conlleva grandes impactos contínuos en el medio natural.

2) Gallecs está integrado mayoritariamente por explotaciones agrarias, sobretodo cultivos de secano y una pequeña representación de cultivos de regadio. Sus hábitats naturales (márgenes entre parcelas de cultivo, vegetación riparia en los torrentes, herbazales, etc.) se han ido destruyendo, con una velocidad vertiginosa entre el año 2011 y el 2017, gracias a la participación mixta donde agricultores, huroneros y profesionales del ramo de la jardineria han ido a la par con perfecta complicidad por parte de las administraciones (locales y autonómicas), siendo como es en su totalidad una finca pública que pertenece al INCASOL. La gestión de Gallecs, salvo las competencias que asume la Generalitat (gestión cinegética, agricultora, silvicultura, protección de fauna y flora, etc.), recae en el Consorci de Gallecs, órgano de gestión formado por la propia Generalitat y los 6 ayuntamientos referidos al principio.

Torrente que a golpe de tractor u otras herramientas se ha ido conviertiendo en una hilera de árboles desconectados. Se aprecia la última y reciente eliminación radical de vegetación (zona marrón de la parte izquierda de la fotografia)
Gallecs en el período 2009-2011 era todavía un lugar privilegiado por ejemplo para la observación de aves, sobretodo a lo largo de la migración. Existían los problemas señalados más arriba y ya se advertía de ellos a diferentes administraciones, pero las decisiones y desidia de las administraciones lo único que han provocado es agravarlos exponencialmente. En la actualidad, al dar una vuelta por Gallecs es habitual:

a) Ver gente andando campo a través por centenares de metros de cultivos, a pesar de existir una extensa red de caminos.
b) Ver perros de caza o de razas no cazadoras dentro de los campos de cultivo persiguiendo especies migradoras o residentes durante cualquiera de las diferentes fases del ciclo biológico (migración, reproducción, invernada).
c) Ver nuevos desbroces de arbustos o herbazales, incluso en momentos en los que la vegetación está en plena fase de floración.

Desbrozada reciente de toda la vegetación herbácea en plena floración al lado de parcelas de cultivo ecológico.
d) Ver parapentes sobrevolando a alturas no permitidas este paraje.
e) Ver huronear incluso en período reproductor de las aves dentro de los campos de cultivo.

Estos usos se dan de forma frecuente, algunos extrémamente, a diario y de forma masiva, por ejemplo el de los perros. Por el momento nadie ha tomado ninguna medida a la práctica que sea mínimamente efectiva. No existen educadores profesionales, apenas se realizan actividades de educación-sensibilización ambiental profesional y por supuesto, no existe ningún tipo de vigilancia regular propia de este espacio natural destinada a corregir los malos usos. Los carteles señalando que es un Espacio de Interés Natural y los límites de la superfície protegida nunca han llegado a existir.

La lista de impactos sobre la biodiversidad es muy larga para incluirla en esta entrada. Hay infinidad de atropellamientos de fauna debido a que una autopista y una autovía pasan por lo que eran antiguamente los campos de Gallecs. Y la escasez de caudal en el principal curso de agua del espacio, la riera de Gallecs o torrent Caganell, es otra gran problemática que se ha ido agravando con el paso del tiempo por la escasez de precipitaciones (y no hay que olvidar la sobreexplotación de los acuíferos). Ante esta situación, una de las supuestas medidas apoyadas por el Consorci de Gallecs para mejorar el estado de la comunidad de anfibios es la recuperación de balsas de riego abandonadas, aunque se ha llevado a cabo en pocas de las que existen todavía en desuso. En una de ellas se actuó hace ya bastantes meses y podréis ver su estado actual en las siguientes fotografias.

La balsa contiene una escasa lámina de agua después de las lluvias del dia anterior. Los anfibios pueden entrar pero no pueden salir, lo que conllevará su muerte. La única medida que se observa como rampa de salida es una rama colocada en una de las esquinas de la balsa.
El sapo corredor es la especie de anfibio más común en Gallecs y hoy ya habían varios ejemplares que animados por el celo y la presencia de agua habían entrado en la balsa. Estaban a pleno mediodia en la balsa sufriendo la insolación. La radiación solar, la escasa lámina de agua y la imposibilidad de salir de la balsa conllevaran la muerte de los individuos que lleguen a entrar en ella.
No quiero alargarme más por el momento, en próximas entradas se irá desgranando más información sobre este pequeño y vulnerable espacio natural, el único espacio agroforestal protegido de la planura vallesana, una extensa región donde la urbanización ha hecho grandes estragos entre la segunda mitad del siglo XX y la actualidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.