domingo, 16 de mayo de 2021

La SQM en TV3 (III)

 

Cuando comes también ingieres restos de plaguicidas derivados del petróleo.

El artista invitado: el sistema inmunitario

En nuestra era moderna gozamos de una variante de las ciencias de la salud cercana a la metafísica. Tal variante la integran ciertos psicólogos, psiquiatras y profesionales de corto recorrido que pretenden explicar nuestros problemas de salud orgánicos a través de las emociones; y además se lo toman en serio.

 

En las ciencias de la salud observo que cuando no se conoce con exactitud la patogenia de un problema de salud, con frecuencia se le adhiere la etiqueta de trastorno somatomorfo, psicogénico y etc. Es en esas lagunas de la especulación donde mejor proliferan las habilidades cercanas al ilusionismo y la prestidigitación, y son todo un mercado floreciente de elucubraciones. Allá ellos y los ingenuos que se los crean. Corramos un estúpido velo y sigamos a lo nuestro.

 

Desde que me puse a leer literatura científica sobre la SQM hace ya cosa de un año y medio, me sentí sobrecogido por las incongruencias, las lagunas, las opiniones y conclusiones rotundas emitidas sin rigor científico, y las grandes chapuzas publicadas. A medida que pasa el tiempo, he ido barriendo a los diferentes supuestos expertos patrios de mí estantería a fuerza de verlos entrar en contradicciones en hechos y publicaciones, guiados aparentemente por la arbitrariedad más que por cambios en los avances en el conocimiento de la enfermedad.

 

Las alergias afectan básicamente a las vías respiratorias y a la piel que son las partes más expuestas a los agentes externos…el sistema límbico no es un actor principal en estas lides.

 

Ciertamente, no entiendo la manía de negar con absolutismo cualquier relación del sistema inmunitario con la SQM. No se conocen más que una ínfima parte de los mecanismos de nuestro sistema de defensa; EXISTEN MUCHAS MÁS PREGUNTAS SIN QUE CON RESPUESTAS.

 

Ni tan siquiera las pruebas más comunes y utilizadas en el diagnóstico de alergia son infalibles ¿Cómo pueden atreverse a negar categóricamente algo bastante plausible cuando la SQM se caracteriza por el altísimo grado de desconocimiento existente? En ciencia actuar así significa exponerse a caer al vacío y entrar en el olimpo del descrédito porqué tarde o temprano sabemos que los investigadores honestos, honrados, valientes y con talento, por mucho que los corruptos quieran evitarlo, describirán la verdad.

 

Ahora es cuando recupero la anafilaxia, la reacción anafilactoide y entro a describir por encima la similitud entre sus síntomas y los de una SQM. Paso a enumerar los síntomas que comparten:

      Bronquios: tos, sibilancias, dificultad respiratoria, opresión

      Laringe: disfonía, problemas para tragar

      Nariz: congestión, segregación, picor

   Ojos: picor, escozor, problemas diversos relacionados con las glándulas de meibomio (p. ej. blefaritis, meibomitis), enrojecimiento de los ojos (derrame ocular, etc.)

      Piel: rojez de piel (eritrodermia) y picores en todo el cuerpo

      Sistema digestivo: inflamación del intestino, dolor, diarrea, vómitos.

     Aparato circulatorio: convulsiones, bajada de la tensión arterial, taquicardia, y todos los síntomas asociados (encontrarse fatal y mareada).

     Cerebro: Depende del tipo de la gravedad y el tiempo que dura, puede causar daños irreparables en el cerebro.

      Otros: calor, mucha sed, dolor de cabeza (MIGRAÑA), etc.

Por supuesto, la muerte es una de las consecuencias derivadas de la anafilaxia. El tema no va de broma. Cualquier enferma de SQM se habrá visto representada por esta enumeración de problemas ya que los sufre a partir de la exposición a las sustancias que le sientan fatal.

Por cierto ¿Sabéis cómo se trata una anafilaxia? Aparte de la adrenalina, se administran corticoides y antihistamínicos ¿Sabéis que se le aplica a una enferma de SQM ingresada en un hospital en plena crisis? Corticoides y antihistamínicos ¡¡Y funcionan!! Se consigue estabilizar a una enferma de SQM con estos remedios, siempre que se evite exponerlas de nuevo a aquello que le hace empeorar.

 

Paradójicamente, al leer las recomendaciones que el doctor ocupado de la unidad especializada en SQM del Hospital Clínic elaboró y firmó en mayo del 2020 se desprende que siguen exponiendo a las enfermas a productos no tolerados. Las recomendaciones fueron publicadas íntegramente y comentadas el 31 de octubre de 2020 en Perro Verde (Hospital Clínic (V):

 

https://perroverdeweb.blogspot.com/2020/10/

 

Tened cuidado no os explote la cabeza al leerlas. La Generalitat de Catalunya las conoce y las aprueba. Un país normal, dicen…jajajajaja.

 

Una vez entrados en materia, me apetece hablar de la navaja de Ockham. La navaja de Ockham es un principio aplicadísimo en ciencia que permite guiar la investigación y la formulación de teorías con las que se pretenden explicar fenómenos determinados ¿Qué dice este principio? Es sentido común en esencia pura y dice que “En igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable”. Esto no siempre es así, pero, generalmente, suele ser cierto.

 

En lo referente a la patogenia (causa y desarrollo de la enfermedad) de la SQM, la ciencia ha propuesto diferentes hipótesis, aunque ninguna de ellas reúne un conjunto robusto de evidencias científicas que la sustenten de forma suficientemente convincente. Sin embargo, es sorprendente que la investigación centrada en profundizar acerca de la intervención y la mediación del sistema inmune en la SQM haya sido ínfima y no exista una hipótesis que apueste fuertemente por esta posibilidad más que plausible. En resumen, misteriosamente, casi la globalidad de la comunidad científica le ha dado totalmente la espalda al principio de la navaja de Ockham y lo han enterrado bajo una gruesa capa de hormigón armado.

 

Es de sentido común ¿Por qué complicarse la vida investigando la causa más retorcida? ¿Por qué perder el tiempo y el dinero intentando demostrar las hipótesis más extrañas e insólitas? ¿No sería más productivo dedicar todos los esfuerzos científicos en profundizar, en estudiar y tratar a las pacientes desde un punto de vista de una posible anafilaxia? ¿Por qué no esforzarse en esclarecer más sobre la relación de los mecanismos del sistema inmune con la SQM? En circunstancias similares, la ciencia no actúa así nunca…el por qué se volvió estúpida de narices (nunca mejor dicho) con la SQM se lo debemos a los intereses macroeconómicos de una minoría.

 

Tras décadas después de haberse descrito la SQM por la ciencia, sigue siendo una patología infraestudiada, pobrísima en número de publicaciones, y en su calidad ya ni digamos ¿Acaso la industria al completo va a permitir descubrimientos que socaven sus cimientos?

 

Las pruebas de alergia

¡¡Sorpresa!! ¡¡Las pruebas de alergia proporcionan falsos negativos!!

 

Os pondré un ejemplo cercano. A un familiar lo sometieron a una batería de la GEIDAC (Grupo Español de Investigación de Dermatitis de Contacto y Alergia Cutánea). Es una prueba en la que te llenan toda la espalda de unos minúsculos parches con sustancias (derivados del petróleo, etc.) que se usan en apósitos y multitud de artículos (de cosmética, etc.). Mí familiar no tuvo ninguna reacción externa visible. Cómo le estaban sometiendo a un estudio minucioso de alergias, entre otros, por sus problemas de salud, en el mismo hospital la misma semana le hicieron una extracción de sangre. Le colocaron una tirita, normal. Justo después tenía visita con el doctor de medicina interna que guiaba todas las indagaciones. El doctor pudo apreciar la reacción cutánea mayúscula y la catalogó como tal, sin mostrar ninguna sorpresa ante el falso negativo puesto que la fiabilidad de las pruebas de alergia es la que es.


La reacción de mí familiar a la tirita minutos después de llevarla.


La reacción a la tirita es algo que mí familiar sabía de antemano que pasaría; le ocurre siempre con los esparadrapos, las tiritas, etc. La batería de la GEIDAC incluía la sustancia de adhesión de la tirita, aunque en tan poca concentración y cantidad que no llegó a desencadenar ninguna reacción. Un fiasco, vaya.

 

No pasa nada por ser humildes, honestos y honrados y reconocer que la ciencia tiene sus limitaciones, máxime cuando han sido descritas en artículos científicos. Lo actitud contraria va más con la religión. En cualquier caso, si algunos sentís interés por buscar información acerca de los falsos negativos en pruebas de dermatitis de contacto, encontraréis que, por ejemplo, con el formaldehido hay trabajos que ilustran tal hecho incluso en personas con una alta sensibilidad demostrada a la sustancia.

 

Quién reacciona a las pruebas de provocación con síntomas visibles es porqué, generalmente, tiene un grado altísimo de rechazo a


la sustancia y un nivel de tolerancia bajísimo. Una persona puede no desencadenar una reacción física obvia en un corto período de tiempo a una minúscula exposición, lo cual no es sinónimo de que el sistema inmunitario no reaccione o no esté sensibilizado respecto a la exposición al producto en si.

 

En lo relativo a las pruebas a alérgenos de origen natural, se asume que, por ejemplo, una persona que desarrolla los síntomas clásicos de una alergia al polen de una especie vegetal cuando lo respira, experimentará una reacción cutánea durante la exposición a un pequeñísimo parche cutáneo aplicado durante unos pocos minutos. Sin embargo, es conocido que personas que desarrollan el compendio de síntomas clásicos de reacción al estar en ambientes con una especie vegetal concreta en su pico de floración, no dan positivo con las pruebas cutáneas.

 

Y aún nos quedarían por nombrar las grandes lagunas en cuanto a reacciones del sistema inmunitario a alimentos, para lo cual existen pocas pruebas que estén aceptadas por la comunidad científica sin fisuras.

 

Adicionalmente, cabe comentar que no se mide la reacción, el efecto combinado de varias sustancias en personas con sospecha de alergia y demás.

 

En definitiva, después de sopesar tantos elementos críticos, me parece una concepción burda, errónea y simplista, nada ajustada al conocimiento científico existente, que se niegue con fervor de creyente que la SQM no pueda guardar relación con nuestro sistema de defensas ¿Por qué no se afronta de una vez que existen compuestos orgánicos volátiles con capacidad de sobras de crear un daño físico en las afectadas de SQM por su estructura molecular?

 

Hasta el momento no hay ninguna hipótesis comprobada sobre el mecanismo desencadenante y los mediadores de la SQM; no existe certeza científica PORQUÉ NO EXISTE INVESTIGACIÓN DE CALIDAD. Tan solo hay hipótesis sin comprobar de forma sólida Y MUCHA OBSTINACIÓN Y TOZUDEZ EN IMPONER MEDIÁTICA Y CIENTÍFICAMENTE LA HIPÓTESIS PSICOGÉNICA Y ESTIGMATIZAR A LAS PACIENTES AL SEÑALAR SU PARTE SENSITIVA CÓMO RAÍZ DEL PROBLEMA.

 

La doctora Carme Valls-Llobet sabe de primera mano que el sistema sanitario público catalán no lleva a cabo de forma sistemática un estudio profundo de alergia y reacciones diversas a las enfermas de SQM que incluya la inhalación de cloro o metacolina, por ejemplo, o las pruebas de alergia más convencionales, cómo las cutáneas. Lo cierto es que las enfermas debieran ser exploradas y bien estudiadas en cuanto marcadores y pruebas justamente cuando tienen una crisis (¡¡¡al momento!!!), y no meses después. Este esquema es el que se aplica a personas sospechosas de padecer enfermedades autoinmunes por su clínica pero que han reflejados previos negativos en los marcadores de las pruebas diagnósticas hechas a tal efecto.

 

Pero ¿Hay algo que se haga bien con las enfermas de SQM?

 

La exposición laboral, el sistema endocrino y la SQM

Hay un momento clave en la entrevista a la Doctora y se produce cuando el periodista, acertadamente, pregunta el por qué unas personas desarrollan la SQM y otras no. Os menciono dos certezas descritas por la ciencia que son bastante reveladoras:

  •      Las personas afectadas suelen haber sufrido niveles de exposición (laboral, mayormente) a productos químicos (especialmente derivados del petróleo y productos de limpieza, etc.) por encima de la mayoría del resto de ciudadanos.

En efecto, el grado y el tiempo de exposición explica bastante el hecho de que unas personas enfermen de SQM y otras no, ya que es un patrón que se repite diferencialmente en las pacientes con respecto el resto de la población.

También se sabe que no todos reaccionamos igual a los contaminantes ¿No? Unos quizá desarrollen una enfermedad autoinmune, otros un cáncer agresivo, etc.

  •      Otro factor conocido es el sexo. Las mujeres son las más afectadas, igual que ocurre con las enfermedades autoinmunes, y es que las mujeres tienen un sistema endocrino muy diferente al del hombre.

Tales hechos clave en la comprensión de la SQM son los que cualquier entendido respondería a la pregunta que le hace el entrevistador a la doctora ¿Por qué no habló de ello?

Tocando el sistema endocrino, las enfermas de SQM padecen síntomas que le muestran cómo sospechoso. Tienen serios y claros problemas de homeostasis en múltiples direcciones:

  • Termoregulación
  • Procesos inflamatorios sin causas aparentes: en piel, en ojos, en articulaciones, en musculatura, en órganos, etc.
  • El insomnio y el malestar se agrava cuando hay cambios de clima, o con las fases lunares, o con tormentas eléctricas, etc.
  • Y la evidencia más clara es que respecto a enfermedades endocrinas, las enfermas de SQM tienen una alta incidencia. Por ejemplo, en Canadá el 13,8% de los diagnosticados de SQM también lo estaban de problemas de tiroides mientras que en la población sin SQM la prevalencia era de un 5,6%, menos de la mitad (ver Marshall et al. 2011).

¿Por qué no mencionó el sistema endocrino? ¿No es archiconocida la asociación bestial de los disruptores hormonales que derivan del petróleo con muchas de las enfermedades emergentes durante las últimas décadas? El año pasado dediqué varios posts centrados en esta temática, reunidos bajo el título Los Disruptores hormonales…por si queréis dar un vistazo.

 

Bibliografía

A scientific review of multiple chemical sensitivity: identifying key research needs (2008) Working Draft Report prepared by the National Industrial Chemicals Notification and Assessment Scheme (NICNAS) and the Office of Chemical Safety and Environmental Health (OCS)

Badry, A.; Krone, O.; Jaspers, V. L. B.; Mateo, R.; García-Fernández, A.; Leivits, M. & Shore, R. F. (2020) Towards harmonisation of chemical monitoring using avian apex predators: Identification of key species for pan-European biomonitoring. Science of Total Environment, 731.

Belpomme, D., Campagnac, C. & Irigaray, P. (2015) Reliable disease biomarkers characterizing and identifying electrohipersensitivity and multiple chemical sensitivity as two etiopathogenic aspects of a unique pathological disorder. Rev. Environ. Health, 30 (4).

Documento de consenso. Sensibilidad Química Múltiple (2011) Ministerio de Sanidad, Política social e Igualdad.

Fernández-Solà, J. & Nogué, S. (2013) Sensibilidad Química y Ambiental Múltiple. Sobrevivir en un Entorno Tóxico.

Levallois P. (2002) Hypersensitivity of human subjects to environmental electric and magnetic field exposure: a review of the literature. Environ Health Perspect, 110(Suppl 4).

Marshall L, Bested A, Molot J, Kerr K, Bray RI (2011) Environmental Sensitivities-Multiple Chemical Sensitivities Status Report (Advances in Knowledge, and Current Services Gaps). Environmental Healp Clinics; Women’s College Hospital, Toronto.

 

Nogué Xarau, S; Dueñas Laita, A; Ferrer Dufol, A; Fernández Solà, J (2011) Sensibilidad Química Múltiple. Med Clin (Barc), 136 (15).

 

Yunus MB. 2007. Fybromyalgia and Overlapping Disorders: The Unifying Concept of Central Sensitivity Syndromes. Semin Arthritis Rheum, 36.


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