Preguntarse el por qué de ciertos derroteros en la gestión pública conduce, principalmente, a dos respuestas: el dinero y las carencias de sustancia gris.
El próximo
domingo 21 de julio se celebrará la famosa Caminada de Gósol, actividad
que nació a finales de los años 80 del pasado siglo:
https://caminadadegosol.cat/la-caminada/
Siguiendo el
enlace de arriba podréis leer el siguiente texto:
“…el propósito es que no sea
una actividad competitiva, sino poder caminar por el gusto de hacerlo, con
la compañía de los otros caminantes.”
No obstante,
la realidad es que este año han creado la modalidad llamada un tanto
eufemísticamente “TRAIL” en la que hay dorsales, cronometraje, récord de la
caminada…en definitiva, lo que viene a ser una carrera, vaya.
https://caminadadegosol.cat/36a-caminada-de-gosol-2024-v-trail/
El número de
participantes se ha limitado a 1000 participantes y se pueden llevar perros. Respecto a los colaboradores
de la actividad, cabe citar al Ayuntamiento de Gósol y el Parque Natural del
Cadí-Moixeró desde el sector público, y remarcar Bonpreu y Coca-Cola
entre los del sector privado. Aquí tenéis la lista entera:
https://caminadadegosol.cat/collaboradors/
Este año,
los organizadores del evento decidieron que tenía que adentrarse por una de las
zonas de cría del urogallo común (Tetrao urogallus) a través de un
sendero que hasta ahora era escasamente frecuentado. Una vez se organiza
multitudinariamente algo así por un lugar, se produce un cambio radical, atendiendo
a que se va a dar a conocer a través de centenares de posts y demás. La gente a
título privado y las administraciones públicas colaboradoras lo van a difundir masivamente,
cosa que provocará que la frecuentación humana de corredores y caminadores (con
perros sueltos o no) crezca exponencialmente hasta niveles insostenibles. Así
que yo también voy a
colocaros el mapa de la carrera aquí y a subrayaros que el sector llamado ELS
CLOTERONS es altamente sensible para la conservación del urogallo
y, de esta manera, espero que todo el mundo sea capaz de ver el tipo de gestión
pública que se aplica en zonas tan vitales para la conservación de nuestro
patrimonio natural, que ¡ES DE TODOS! De todas formas, no se trata de ningún
secreto puesto que en Gósol es archiconocido que en ese lugar hay urogallos y
se reproducen AHÍ.
La imagen superior es la
ruta de la Caminada de Gósol del 2024, con ELS CLOTERONS marcado (extraído de
la web de la Caminada de Gósol). https://caminadadegosol.cat/36a-caminada-de-gosol-2024-v-caminada/
A continuación, algunas fotografías (a fecha 15-07-24) de la ruta a su paso por la zona de cría del urogallo, con el marcaje mediante tiras de plástico.
Las
administraciones públicas conocen perfectamente (desde hace décadas) que el urogallo nidifica en esta zona. Por supuesto, también el órgano gestor del Parque Natural del Cadí-Moixeró y la
Generalitat de Catalunya, administraciones públicas que tienen plenas
competencias en materia de conservación y gestión de la biodiversidad. La
carrera y caminada discurrirán en unos días por el PN del Cadí-Moixeró,
dentro de Red Natura (protección a escala europea) y por en medio
de la zona de cría del urogallo (en peligro de extinción) durante el momento más sensible
del ciclo anual: la reproducción.
En efecto,
en estos momentos del año las hembras de urogallo incuban los huevos, o
están cuidando a sus pollos recién nacidos, incapaces de huir mediante el vuelo
por falta de plumas, dependientes en todo momento de la hembra por diferentes
motivos (termorregulación, protección, guía y orientación, alimentación, etc.).
Ni que decir tiene que centenares de personas penetrando en una zona de cría de
urogallo es casi asegurado que pondrán en situación muy vulnerable a una hembra
con pollos. Primeramente, pueden provocar que la hembra levante el vuelo y los
pollos salgan en desbandada, lo cual creará el riesgo de que algún pollo se
pierda o que sean depredados por cuervos, zorros u otras especies. En función
del tiempo que pasen sin la protección de la madre, podrán morir de frío o
calor (alturas de 2000 metros: rigores climáticos), o inanición.
Por otro
lado, una hembra de urogallo durante la incubación, debido al extraordinario
mimetismo de su plumaje y a su inmovilidad, logra pasar desapercibida, pero en
el momento en que tenga que huir repentinamente sobresaltada por el gentío
humano y perruno, puede señalar la posición de los huevos a los depredadores. Adicionalmente,
en caso de que tarde en volver al nido por el paso duradero de los
participantes, se arriesga a perder toda la puesta por el enfriamiento de los embriones.
Una hembra de urogallo solamente dispone de un intento al año para
reproducirse.
El urogallo
fue considerado en peligro de extinción por el segundo y tercer Atles
dels ocells nidificants de Catalunya (2004 y 2021), aunque debiera ser
considerada más bien en peligro crítico (aún peor) al no existir la posibilidad
real de inmigración de individuos de poblaciones cercanas que puedan
repoblar la catalana y revertir su tendencia de declive acentuado y
catastrófico. La población catalana es la más importante a escala española y se
estimó en unos 600 machos en el segundo Atles. Pocos años
después, el tercer Atles describió un cambio de 538 a 363 machos entre el 2005 y el
2015, desapareciendo de diferentes áreas clásicas de distribución. Respecto
a España, se han estimado declives de más del 50% de la población en 20 años
(Libro Rojo de las Aves de España 2021). Es decir, tal vez en un par de décadas
la especie esté prácticamente extinguida y su imagen sea un recuerdo nostálgico
en nuestras mentes, algo que se explicará a hijos y nietos, pero que ellos no
podrán disfrutar nunca.
Entre las
principales medidas que se proponen para mitigar las dificultades ocasionadas
al urogallo se menciona la regulación del senderismo o las carreras de montaña
en zonas habitadas por el urogallo. Para más información, consultad:
https://seo.org/ave/urogallo-comun/
Además, en
el tercer Atles dels Ocells Nidificants de Catalunya se consideró
la generalización de las actividades lúdicas como uno de los factores más
graves de amenaza.
Lógicamente,
la culpa no es de los participantes sino de quién organiza y permite estos
desaguisados ¿No había otras posibles rutas? Pues las hay y diversas,
puesto que el término municipal de Gósol y el de Josa y Tuixen (la Caminada también
invadirá el municipio contiguo) disponen de una amplia red de pistas forestales
y caminos que no son senderos, sino caminos anchos, que discurren por áreas en
las que no hay urogallos y que permiten trazar recorridos circulares. Es más,
gran parte del recorrido que se ha trazado discurre por sendero estrecho,
abrupto y difícil de transitar cuando hay pistas anchas que hacen el mismo
recorrido. En definitiva, la ruta del 2024 es evitable, se conoce que es
ambientalmente perversa y no se ha querido tomar ninguna medida que demuestre
un mínimo de sensibilidad ambiental.
Se mire cómo
se mire, no existe ninguna necesidad de trazar el recorrido por zonas
sensibles del urogallo y menos durante época sensible. Siendo el urogallo
un símbolo que tanto se utiliza cómo emblema del parque natural y que tanto
protagonismo ha tenido en campañas de sensibilización llevadas a cabo desde el órgano
gestor y desde la Generalitat, no se entiende ni un carajo de lo que están
haciendo.
Otro aspecto que no es entendible es el por qué estos eventos no se trasladan a momentos del año en que la fauna protegida no está reproduciéndose. Además, sería más agradable y seguro para la gente hacer la Caminada fuera del período estival. Tal vez en el momento en que se creó la Caminada el clima a finales de julio era más frescal. Sin embargo, montar en julio a lo largo de la última década una actividad con la que se pretende la participación de gente de todas las edades, es exponerse a un riesgo innecesario. Sufrir un golpe de calor no es una posibilidad remota y, precisamente, es algo que las propias administraciones públicas avisan.
Luego
está la manía de empresas, políticos y entidades (colaboración público-privada)
de promocionar y facilitar carreras que atraviesan espacios naturales
protegidos. Evidentemente,
existen determinadas personas y empresas que sacan tajada (sea a corto, medio o
largo alcance) con dichas historias.
La
celebración de actividades cómo la Caminada de Gósol proporciona dinero, no a
todo el pueblo, sino a una serie de personas concretas. Pero la parte escabrosa
no es esta (la gente tiene que ganarse la vida) sino que para ello se cuenta
con un patrimonio natural que es de todos y, por lo tanto, se tendría que
respetar, al igual que las leyes ambientales se deben cumplir atendiendo a que
no son de menor rango que las demás.
La ley
estipula una sanción para las molestias a especies protegidas en período
reproductor y dentro de una zona protegida, sanción que aumenta en función del
estatus jurídico de la especie. En este sentido, cabe remarcar que el urogallo
se considera en peligro de extinción también por el DECRETO 172/2022 de la
Generalitat de Catalunya, de 20 de septiembre, del Catálogo de fauna salvaje
autóctona amenazada y de medidas de protección y de conservación de la fauna
salvaje autóctona protegida.
La
celebración de una actividad de este calado en un espacio natural protegido
requiere un permiso de la administración competente ¿Conoce el Parque
Natural del Cadí-Moixeró la celebración del evento? ¿Ha dado permiso? ¿El
Ayuntamiento lo comunicó? Son preguntas que en cualquier democracia
llegarían lejos y se traducirían en unas consecuencias directas sobre los
responsables de los diferentes estratos que han participado, por activa o
pasiva, en el tema. Siendo colaboradores del evento, es imaginable que el si es
la respuesta más plausible.
Al margen de
las consideraciones y connotaciones jurídicas (que las hay y graves), de tener
un mínimo de cultura ambiental, se sabría que gozamos a diario de una serie de
servicios ecosistémicos que nos proporciona gratuitamente nuestro medio
ambiente. Aquí os pego un enlace que sintetiza que es esto de los servicios
ecosistémicos:
https://blog.creaf.cat/es/conocimiento/que-son-los-servicios-ecosistemicos/
Las veces que se ha calculado el valor
económico de los servicios ecosistémicos la cifra en euros ha alcanzado una
cota astronómica. Esa
riqueza renovable (hasta cierto punto) depende de la conservación de la
biodiversidad al completo (de todas las especies) porqué todas tienen una
función en los ecosistemas y lo mantienen tal y cómo lo disfrutamos y vemos. De
forma que, económicamente hablando, para el triste personaje que solo mida la
vida con dinero, cabe remarcar que el hecho de no respetar nuestro patrimonio
natural se traduce en la pérdida de ingentes sumas de dinero, lo cual es un
hecho incontestable que nos está golpeando en los morros cada día, con más y
más fuerza.
Que en
nuestro país zafio y grotesco la gente se cague tanto y, frecuentemente, en el medio
ambiente se debe al analfabetismo total y la falta de sensibilidad ambiental
(en especial con la fauna y flora autóctonas), gracias a la labor de las administraciones
públicas en materia de educación y divulgación ambiental y, sobre todo, a lo que mejor
hacen: desinformar. Poniendo el ojo a escala local, ni tan siquiera la web
municipal de Gósol proporciona un mínimo de contenidos dignos sobre la fauna y
la flora locales, hecho inaudito dada su rica biodiversidad. Tan solo mencionan
que se pueden ver corzos, rebecos, águilas (¿cuáles?), urogallo, picamaderos
negro y en el apartado de la Serra de Ensija “l’Esparver d’Estany” que
debe ser un animal mitológico puesto que no existe especie alguna con tal
nombre:
https://gosol.ddl.net/patrimoni/patrimoni-natural/serra-densija
Uno se
esfuerza en ser miope y mirar hacia otro lado y cierto es que cuesta una
barbaridad pasar por alto actos que reflejan tercermundismo, hasta no hacer rebosar el vaso,
sino el pantano. La Caminada de Gósol ha sido la guinda del pastel,
porqué forma parte de la cotidianidad ver vertidos de escombros y tierras
aflorando tal cual setas a pie de pista y carretera. Para muestra, un botón en
el próximo apartado.
Unos pocos vertidos
Aquel al que
le pique más la curiosidad, decirle que durante los últimos años he ido
colgando algún que otro post sobre esta temática en Gósol, junto con la quema
de inmundicias varias (plásticos, muebles, etc.) por parte de la administración
local y etc. Tal cual lo veo yo (y otros muchos ciudadanos, turistas y habitantes)
lo ven los agentes de la autoridad a lo largo de los meses, atendiendo a que
deben reunir unos requisitos mínimos de visión para entrar en el cuerpo y
seguir en él. Es una apreciación sin importancia.
Vamos con la
actualidad. A principios de este julio aparecieron una serie de vertidos de
tierra en el torrente de Coma, al ladito del Centro de Traspaso de Residuos
municipal y la Depuradora de aguas residuales. Dichos vertidos se habían
llevado a cabo con maquinaria pesada, hecho que se podía deducir sin esfuerzo
por las roderas marcadas en el lugar. “Casualmente”, en esas fechas, se
llevaban a cabo las obras públicas de acondicionamiento de un parking público
en la entrada de Gósol viniendo desde Saldes, obras que crearon una gran
montaña de tierra “casualmente” idéntica en color, textura y demás a la lanzada
por la ladera del torrente. Os dejo con las imágenes.
Imágenes de los vertidos tomadas desde la ladera occidental del torrente de Coma. Destaca el color marrón de los vertidos realizados que han cubierto la vegetación. Fecha: 07/07/24.
Naturalmente,
las obras públicas al igual que las privadas, deben tener por imperativo legal
un plan de gestión de residuos, con todo el papeleo asociado (declaración del
gestor de residuos, etc.) y una vez en marcha, los acumuladores de residuos
(sacas, containers, etc.). Me vais a disculpar la ceguera; paso cada día por
delante y no he conseguido ver ningún container ni saca.
Este mismo
año también brotó una pila de escombros en el Camí de les Fonts
coincidiendo con unas obras privadas.
Otro salto
en el tiempo nos conduce a la aparición hace pocos días de otros escombros poco
antes de entrar en Gósol, viniendo desde Saldes a mano izquierda. Salta a la
vista. Pego una foto por si alguien quisiera intervenir.
Hace escasos días, de nuevo coincidiendo con las obras del parking público, se llevaron los escombros (entre ellos, uralita, lo normal) que se habían ido acumulando durante años delante del Centro de Traspasos de Residuos municipal. En este post veréis imágenes del antes (id a la fotografía con el pie "Detalle de la ubicación del fibrocemento (24-04-2021)":
El vertedero de Gósol, 13 de mayo de 2021
https://perroverdeweb.blogspot.com/2021/05/el-vertedero-de-gosol.html
Aquí tenéis
imágenes del después de la retirada (6 de julio de 2024), con todavía unos
fragmentos de uralita en el suelo.
Siendo
malpensado, habría quién imaginaría que esos escombros se los llevaron (igual
que han hecho con las pilas de escombros de obras acumuladas al principio de
Gósol viniendo de Josa i Tuixen (a mano derecha)) para rellenar
el parking, creando así una capa de drenaje. Digo yo que las toneladas de
material utilizadas en un drenaje de una obra pública o privada, así cómo su
procedencia, deben estipularse en los planes de obra y/o otros documentos que
la normativa marca y exige. No obstante, esto de las normativas y la afectación
de los contaminantes sobre las aguas subterráneas, los ríos, los campos y los
mares son chorradas sin importancia.
No sigo por
no aburrir. La norma tácita por aquí arriba sigue siendo lanzar los
escombros al campo. Es algo ancestral y se hace a vista de todos, porqué
está aceptado culturalmente. La administración pública local es conocedora y
partícipe.
La
nota de humor es que durante los últimos días el propio Ayuntamiento haya
colocado este cartel.
No hay por
qué preocuparse. Todo se cubrirá con mensajes y noticias y la maquinaria
trolera habitual. Es bien sabido que cualquiera en nuestro país que ponga en
valor el patrimonio natural es un ecologista radical y exagerado que merece el
descrédito.
Al otro lado
del ring están las entidades ambientalistas, una fuerza social que tendría que
ejercer una acción fiscalizadora, crítica y combativa que se ha ido desactivando
con el paso del tiempo, con lo que, sin nadie que tire del otro extremo, hemos
retrocedido en muchos sentidos a los 80-90s del siglo pasado (y hasta más). Destacan
con una actitud similar a la de los Veintegenarios de la canción de Albert Plà ante las oleadas de
atropellos ambientales, concentradas al máximo en tener distraídos y ocupados a
los voluntarios con lo de la ciencia ciudadana. Podrían organizar (cómo
años atrás) voluntariados reivindicativos y combativos, y presentar batalla
jurídica ¿Por qué no lo hacen?
El
clientelismo es un mal negocio que hace que se le dé la espalda a la propia
razón de ser. Es entonces cuando la existencia deja de tener sentido.
No es
lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario ¿Verdad que no puede ser?
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